Primero hizo acto de presencia el temblor que fue de 5 grados, y que tuvo como epicentro Cañete, Chilca. Fenómeno natural que dio un pequeño susto sobre todo a los lugareños.
Luego, como si no fuera suficiente ocurrió un incendio en el Jr. Cangallo en el Centro de Lima. Para lo cual llegaron los bomberos e hicieron los mayores esfuerzos para apagarlo.
Por tal que estos dos fenómenos naturales, tienen un poder que a veces nos sorprende, y además tienen una fuerza destructiva. Tal es así que gracias a Dios no fueron tan dantescos. Y que nos hace reflexionar sobre el fuego y la tierra como fenómenos impredecibles.
Juan Mujica
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