martes, 31 de julio de 2012

Isabel Allende admite que probó drogas y critica a Piñera


La exitosa escritora chilena Isabel Allende admitió que probó drogas como la marihuana y éxtasis, en una entrevista con un diario alemán, en la que también aprovechó de expresar sus críticas a la gestión del presidente Sebastián Piñera.

"Seguro, probé éxtasis y marihuana", respondió la escritora a la pregunta sobre su relación con las drogas. "Cuando una llega a mi edad ya lo ha probado todo", agregó la autora radicada en Estados Unidos, que dio la entrevista al "Frankfurter Rundschau" en el marco de la promoción de su última novela, El cuaderno de Maya.

Según Allende, consumir drogas es "algo que muchos han hecho en su vida sin por eso transformarse en adictos", según informa la agencia DPA.

El tema es precisamente el que está presente en El cuaderno de Maya, novela que describe a una abuela chilena que vive en Estados Unidos, y que esconde a su nieta adicta a las drogas en una isla de Chile, para protegerla de sus perseguidores.

"Pero el modo en que retrato en el libro la adicción y sus consecuencias para mí, lamentablemente, tiene un trasfondo real", agregó. "Los tres hijos de mi segundo marido eran adictos a las drogas", detalló la escritora.

Durante la entrevista, la escritora habló también de la situación actual de Chile, planteando sus críticas a la gestión del presidente Sebastián Piñera. "El problema hoy no es tanto que hayamos vuelto a un país machista, sino que tenemos un gobierno de derecha que maneja el país como si fuera una empresa", dijo.

"A Piñera lo único que le importa es lo que da ganancias, pero un país es algo distinto de una empresa", señaló. "Mi único consuelo es: Piñera hasta ahora no tuvo mucho éxito, y la población no siente afecto por él".

Fuente: Andina

lunes, 30 de julio de 2012

FESTIVAL DE BD CONTERN


Miriam R. Krüger

Luxemburgo, Contern.- La 19 edición del Festival de BD Conter se realizó a finales del mes de julio. Este festival es organizado cada año por la Comuna de la ciudad de Contern desde 1994. 

El festival presenta un promedio de 100 stands dedicados a la BD Bande Dessine (tiras cómicas) , una docena de stands de restauración, un mercado de pulgas, animación infantil, lecturas etc.Sin olvidar la presencia de varios autores internacionales.

Esta es una oportunidad para los amantes de los comics de encontrar una gran variedad de comics nuevos e inclusive de colección, dibujos originales, posters, estatuillas, etc,  en fin, todo lo referente al mundo del comic (tiras cómicas). 

jueves, 26 de julio de 2012

La mente


Juan Mujica

Vergel de florecimientos,
Y océano continental,
Te brotan los pensamientos,
Cual geiser occidental.

No guardo reserva,
Mi verso remito,
Saludo a Minerva,
Aunque sea un mito.

Laberinto pintoresco,
De fama internacional,
Siempre gigantesco,
Tú eres sensacional.

La infancia recuerdas,
En gran imaginación,
Cual violín de cuerdas,
Suspirando una canción.

Túnel de ilusiones,
Panal de rica miel,
Tienes mil versiones,
Pero un sueño infiel.

Ofrezco unas palabras,
Humildes en su riqueza,
Las mismas que tú labras,
Puliendo la crudeza.

Memorioso tu talento,
Almacenas al detalle,
Doy gracias contento,
Por tu fino entalle.

Emerge una idea,
Cambiando la historia,
Y luego sortea,
Su gran dedicatoria.

Nunca me abandones,
Por la ruta oscura,
Espero me perdones,
Si muero en locura.


martes, 24 de julio de 2012

El Coleccionista


Juan Mujica

Desde hace milenios, paralelamente al desarrollo de la vida y la paz en el universo, vivía un gigante. Un titánico individuo nómade que va de un lado a otro por todo el cosmos, buscando algo que pueda interesarle y que se pueda llevar en su inmenso costal; sin embargo, no es poca cosa lo que busca, ya que no estamos hablando de un gigante de cuentos de hadas, sino un gigante entre gigantes, y los objetos que echa en su costal son nada menos que planetas, estrellas, agujeros negros y hasta portales del tiempo.

Pues bien, este personaje colosal de nombre Jantrex, provenía de una de las megagalaxias, en donde habitan otros gigantes como él. Así que un buen día en que tenía como rutina recorrer una de las tantas galaxias que escogía al azar, le tocó llegar hasta la galaxia Andrómeda. Paseó por el lugar, se llevó una veintena de planetas y ya estaba por irse, pero notó que muy cerca estaba una galaxia muy pintoresca de forma de espiral y con nueve brazos y una espuela. Así que como estaba cansado por el viaje, decidió que al día siguiente regresaría a echar un vistazo. Dicho y hecho. Jantrex regresó a su megagalaxia llamada Orcón y llegando no comentó con sus vecinos sobre aquello que descubrió. Tan solo se echó a dormir, y a la mañana siguiente muy temprano, se despertó con los rayos de uno de los astros de Orcón, llamadas estrellas gigantes. Cogió su costal y viajó a velocidad hiperluz. Llegando hasta las fronteras de la Vía Láctea. Se deleitó recogiendo cientos de planetas y ya imaginaba todo el dinero sideral que haría por tales proezas. Le tomó tres días recoger todos esos astros; sin embargo, notó que le había faltado ir a la espuela. Que no era otra que la Espuela de Orión. No obstante, ya estaba cansado y decidió que al día siguiente regresaría por lo que faltaba.

Por tanto, una vez más se levantó muy temprano y sin comentar nada a los demás gigantes de Orcón, se fue resuelto hasta la Espuela de Orión. Allí se encontró con muchos sistemas, y por supuesto el Sistema Solar. Pero no se alarme y recuerde que está leyendo un cuento de ficción. Pues bien, llegando lo primero que vio fue el sol y apreció aquella estrella enana que en nada se comparaba con sus megaestrellas que había en Orcón. Fue entonces que pensó:
-Jaja, de un soplido he apagado aquella estrella que empezaba a darme calor. ¿Y este es el famoso Sistema Solar? Jaja. Pero si es un pedacito de universo. ¿Y miren esos planetas. Son nueve, pero los llamados humanos juran que ahora son ocho. Qué ingratos son con sus astros. Bueno, ya no importa, porque me voy a llevar los nueve, jajaja.
En efecto, Jantrex abrió su costal y barrió con Saturno, Urano, Neptuno, Júpiter. Este último ni le impresionó siquiera. Para él era un planeta enano más.
-Vaya, pero qué tenemos aquí. Planetas microscópicos, jajaja, ¿a ti te llaman Venus, a ti Marte, y a ti Tierra? Jajaja. Todos para adentro nomás.

No quedaron ni las lunas, y hasta las estrellas más próximas se llevaba Jantrex. Y tal carga, ni siquiera llenaba la mitad de su ingente costal. Le dio un último miramiento al Sistema Solar y partió rumbo a Orcón a velocidad hiperluz. Al llegar, se cruzaba con otros gigantes. Y él ni siquiera era un científico. Tan solo era conocido como “El Coleccionista”. Nada menos que un individuo de su planeta Ulab, donde era apenas conocido por lo que llamaríamos en la Tierra “su barrio”. Sin embargo, como nunca faltan los soplones, detectives y espías, fue que Jantrex fue descubierto ante la justicia de su planeta y denunciado por atentar contra la propiedad privada del cosmos. Es decir, que la justicia de Ulab no veía bien que este gigante esté yendo por ahí por todo el universo y saqueando astros, y dejando mal el nombre de Ulab. Por lo cual, las autoridades y gente de ciencia de su planeta decretaron:
-Jantrex, tendrás que regresar y devolver los planetas y demás astros que recogiste por todo el universo. Además tendrás que pedir disculpas a sus habitantes. ¿Está claro?
-Sí señor.

Dicho y hecho, “El Coleccionista” viéndose presionado y coaccionado por la justicia de Ulab, tuvo que ir por todo el universo, como una versión hiperingente de Papá Noel y devolver cada planeta, satélite y estrella que hubo recogido. Además pidió disculpas a sus habitantes. Cuando le tocó el turno a la Tierra, los terrestres ni cuenta se habían dado del secuestro planetario. Tan solo creían que estaban en un gigantesco apagón y que algo le había pasado al sol y a las estrellas y constelaciones.
-Disculpen habitantes de la Tierra por haberlos secuestrado –expresó Jantrex, frente a unos terrestres que aún estaban confundidos.
-¿Quién eres tú? –se atrevió a preguntar uno de los máximos líderes terrestres.
-Yo soy Jantrex, planeta Ulab, galaxia Orcón. Y lamento lo que hice.
-¿Y por qué regresaste hasta este rincón del universo? –preguntó un astrónomo terrestre.
-Pues para obedecer mi sentencia. O de lo contrario sería apresado o desintegrado por las autoridades de mi planeta.
-Ok, ya veo. Bueno, pues en nombre de la Tierra le agradecemos su acatamiento.
-Bueno, hasta luego terrestres. Tal vez sepan algún día de nosotros.
-Tal vez sí, pero espero que sea en plan pacífico –dijo el astrónomo.

Y tal y como apareció Jantrex en el Sistema Solar, también abandonó la Espuela de Orión, la Vía Lactea y se dirigió hasta Ulab para informar que cumplió su sentencia. No obstante, al llegar no encontró a gigante alguno. Y enseguida elucubró lo siguiente:
-¿Qué ha pasado?¿Dónde están todos?

Buscaba y buscaba y no encontró nada. Hasta que al fin vio una potente luz que brillaba en Ulab, que lo despertó y lo trajo a la realidad. Encontrándose embotellado conjuntamente con su planeta, dentro de la casa de un hipergigante llamado Frenlox, del planeta Zorlán (este último del tamaño de  Orcón).

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