miércoles, 29 de mayo de 2013

La correcta forma de escribir: ¿Hipster o hípster?

Esta palabra puede verse en los medios referida a una cultura o subcultura urbana, en frases como «Los ‘hipsters’: la última tribu urbana del siglo XXI», «La cultura hipster ha desembarcado con fuerza en las grandes capitales del mundo y se ha convertido en una moda».

El Diccionario panhispánico de dudas indica que la letra h, en algunos extranjerismos usados corrientemente en español, debe pronunciarse también aspirada o con sonido cercano al de la /j/.

De este modo, hípster (plural, hípsteres) sería la adaptación al español de esta voz inglesa, por lo que en los ejemplos anteriores se podría haber escrito: «Los hípsteres: la última tribu urbana del siglo», «La cultura hípster ha desembarcado con fuerza en las grandes capitales del mundo y se ha convertido en una moda».

RPP

lunes, 27 de mayo de 2013

CLAUSURA DE LA SEMANA CULTURAL DEDICADA A MARRUECOS



Miriam R. Kruger

Luxemburgo, mayo 2013.- La velada literaria Mileffeuilles del mes de mayo fue realizada en la Abadía de Neumünster, auspiciada por el  FEI Fondo Europeo para la Integración y la OLAI con motivo de la Semana Cultural de Marruecos.

La velada fue inaugurada con un discurso del  Director General de la Abadía de Neumünster y escritor luxemburgués Claude Frisoni, para luego dar inicio a la lectura de diferentes textos literarios en diferentes idiomas por los escritores,  Michel Hubert, Miriam R. Krüger, Eurydice Reinert, Mario Velazquez, Sao Gonçalves, entre otros.

La música estuvo a cargo de la cantante luxemburguesa Mary Ann Meier. Al final de la velada se ofreció una degustación de la gastronomía de Marruecos.

Nino Van Brussel PHOTOS.DE-SERE.NET

sábado, 25 de mayo de 2013

El huracán Atila



Juan Mujica

El mundo experimentó muchos fenómenos naturales. Dentro de ellos los huracanes que llegaban y se iban dejando secuelas de destrucción. Fue entonces que los habitantes de Sudamérica se alertaran por la aparición de un nuevo huracán a quien nominaron como el huracán “Atila”. Debido a su fuerza devastadora. Además que era muy escurridizo y se aparecía de improviso. Destruyendo casas, autos, árboles, personas, animales, etc.

Ahora está inubicable y por tanto la situación es preocupante. La última vez que lo vieron estaba arrasando con todo en el norte. Específicamente en Centro América. Apareció en Guatemala y siguió por El Salvador, luego prosiguió por Honduras y Nicaragua. Devastando con su gran fuerza. Y no se salvaban ni los edificios. La gente tuvo que improvisar bunkers subterráneos para protegerse de su poder destructor.
            -Señor, ¿qué podemos hacer? En cualquier momento puede llegar aquí el huracán Atila. ¿Qué hacemos? –pregunta un subalterno a su general.
            -No sabemos en qué momento llegará. ¿Qué dicen los meteorólogos?
            -Ellos tampoco saben. La información que tienen es muy imprecisa –respondió el subalterno.
            Sin embargo, el huracán Atila seguía avanzando y asolando todo a su paso. Se veían volando a personas de toda condición y edad. Además de autos, techos de las casas, las mismas casas, camiones, tractores, tanques, en fin. Nada se salvaba. Hasta que llegó el momento inesperado. El huracán Atila llegó al Perú. Y empezando por Tumbes y Piura iba arrasando con todo. Prosiguiendo con los departamentos siguientes: Lambayeque, La Libertad, Cajamarca. Todo iba volando por los aires. Hasta que llegó a Lima. Ya se podrán imaginar a la gente en la Plaza de Armas agarrados de la pileta y de las rejas del Palacio de Gobierno. No obstante, el huracán Atila se los llevó. Incluso a unos caballos que paseaban con sus dueños. Todos se fueron volando. Y en los aires se veían zarandeándose a todos los objetos, personas y animales, dando vueltas en una incansable cadencia.
            -¡Huyan que viene el huracán Atila! –gritaba la gente en el Parque Kennedy.
            Sin embargo, el fenómeno natural era incansable y arrasador. Barrió con familias enteras. Con filas de autos, hasta con los Metropolitanos. Todos iban volando.
            Ya nadie quería salir de los bunkers. Hasta que al parecer hubo una aterradora quietud. No se escuchaba nada afuera. Incluso se escuchaban las respiraciones de todos. Por un momento volvió la calma y se alegraron. Tanto así que se confiaron y empezaron a salir de los bunkers. Pensando que había pasado el peligro. No obstante, como los fenómenos naturales no tienen conciencia. Como no hay tregua con la naturaleza. El huracán Atila se hizo presente. Arrasando con todo a su paso, pero llegó el momento en que pasó por el Cusco y sucedió lo inesperado. Otro huracán se hizo presente y se enfrentó contra el huracán Atila. La contienda era terrible y sobre todo que Machu Picchu estaba cerca y peligraba su infraestructura. Hasta que al final de unos buenos remolinos interminables el huracán Atila se dio a la retirada ganando el otro huracán. Y todos se quedaron sorprendidos hasta que un anciano que había visto el enfrentamiento dijo:
            -No hay duda, es el espíritu de Apu Kontiki Wiracocha –ante el asombro de los demás.
            Y desde ese momento se le llamó a ese huracán salvador como el huracán “Wiracocha”. El huracán peruano.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Mario Vargas Llosa obtiene el Premio Internacional de Convivencia de Ceuta

El escritor peruano Mario Vargas Llosa obtuvo de la Ciudad Autónoma de Ceuta (España) el "Premio Internacional de Convivencia", en su décimo cuarta edición, en reconocimiento a los principios que defiende el autor, en particular en el tema de la inmigración.

La candidatura del autor de La ciudad y los perros, presentada por la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Ceuta, ha obtenido el respaldo de "la mayoría" de los miembros del jurado, que han tenido que deliberar entre 20 candidatos al galardón.

El premio se ha concedido "por su defensa y promoción de los principios de la libertad, la democracia y el estado de derecho", indicó la presidenta del jurado, Cecilia Fernández -directora del Instituto Cervantes de Tánger (Marruecos).

Además, ha valorado que el galardón "no ha premiado al autor que no necesita ningún reconocimiento más sino a la persona y a los principios que defiende, en particular su defensa del fenómeno migratorio que no ve como un problema sino como una solución".

El galardón está dotado con aproximadamente 38.500 dólares y una escultura de la artista ceutí Elena Laverón y con el mismo la autonomía ceutí reconoce a personas o instituciones de cualquier país cuya labor haya contribuido, de forma relevante y ejemplar, a mejorar las relaciones humanas fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres. 
 
RPP

lunes, 20 de mayo de 2013

EL ARTE DE LEER




Miriam R. Krüger


El amor por la lectura, la pasión por los libros, el hábito de leer, se suele decir que se cultiva en la infancia. Por ejemplo, por ahí leí que si quieres que tu hijo(a) tenga una predisposición a la lectura es bueno cuando es bebé que a partir de siete meses le des libros, revistas, etc, pues esto le creará de manera inconsciente este hábito. Sin embargo, yo considero que el hábito de la lectura no es necesariamente en la infancia que se adquiere; incluso en edad adulta este hábito puede nacer.

Se dicen muchas cosas para motivar a las personas a leer; se escriben muchos artículos, incluso libros; el primero que me viene a la mente es Comme un Roman de Daniel Pennac, vaya libro, toda una motivación.

Pero a este punto yo me pregunto, si uno no tiene la costumbre de leer entonces cómo hará para leer todos esos libros o artículos donde se explica cómo crear el hábito de la lectura? Si nosotros mismos no amamos leer, como podemos entonces transmitir este maravilloso hábito a nuestros hijos, cómo transmitir algo que no sentimos?

Los libros nos abren las puertas del mundo y del más allá, no porque lo diga yo, esto lo puede afirmar cualquier persona que suele leer y refugiarse en los libros; porque sí; los libros también son un refugio. Podemos leer muchos libros, pero sin duda hay libros que nos marcan, libros que se vuelven especiales, que leemos una y otra vez con la misma emoción; libros que por un motivo u otro le cogemos un cariño especial  y lo conservamos como todo un tesoro.

Hay muchas iniciativas para promover la lectura o mejor dicho los libros que al final se olvida su función principal, y se vuelve tan  solo un objeto de moda, de designe, de decoración y es así que encontramos estanterías para libros en una posición particular; encontramos esculturas, porque al final ya no importa si lees el libro, lo que importa es qué cosa puedes hacer con el libro, al final importa su apariencia y el toque intelectual que da a tu departamento.

Algunas personas suelen decir que basta ver la biblioteca personal de una persona para saber con quién estás tratando. A este punto no falta quien use los libros como objeto de seducción adoptando la típica frase "Vamos a mi depa para que escuches mis nuevos CD's?" por " Vamos a mi depa?, tengo unos libros que me gustaría mostrarte". Otros simplemente utilizan los libros para crearse una imagen en sociedad, según ellos leer los hace lucir sexys, inteligentes, incluso leí por ahí que leer te hace adelgazar !. Como escribió Daniel Pennac,  “El verbo leer no soporta el imperativo, aversión que comparte con algunos otros verbos: el verbo amar, el verbo soñar...".

Yo por mi parte no les prometo nada, solo puedo decir que leer es un placer solitario, no se puede negar la satisfacción o el suspiro que nos arranca un libro y quien lo probó lo sabe.

sábado, 18 de mayo de 2013

El fin de la Antártida



Juan Mujica

Dentro de cien años debido al calentamiento global y otros factores, la Antártida, más conocida como el continente blanco, contra todo pronóstico estaría por desaparecer. Es decir, que su forma circular de 4500 km de diámetro tendría las probabilidades de volverse agua. Este sexto continente, que alberga 80% de agua dulce y con una elevación máxima en el monte Erebus de 4900 msnm. No obstante, el calor del sol estaría en contra de la Antártida. Irradiando hasta los cincuenta grados centígrados. Sin embargo, unos exploradores estaban en el sexto continente y se dieron cuenta de la gravedad del asunto:
            -Esta situación está peor de lo que pensábamos. En cualquier momento se deshiela todo –comentó uno de los exploradores.
            -Así es mi estimado. Por la energía del sol y la contaminación aérea el daño es irreversible –contestó otro del equipo.
            -Miren a esos pingüinos. Ni imaginan lo que se les espera. Y miren a esos osos polares. Pobres, pronto no tendrán donde ponerse en pie –respondió el primer explorador.
            -Así es. Y lo malo es que no hay quien detenga todo esto. Es irreversible –refirió el segundo.
            Tal y como afirmaban estos exploradores el deshielo era inminente. Y observaron el volcán más elevado situado en el monte Erebus. Y llegaron otras embarcaciones y observaron lo mismo, pero ellos no fueron los únicos, ya que la noticia de la situación de la Antártida era una noticia internacional. Pronto ya no había lugar para más exploradores. Y se hablaban entre ellos y algunos con ayuda de intérpretes. Todos con mucho calor, ya que el sol estaba ardiendo en el polo sur. Aquellos cincuenta grados de temperatura seguían deshielando poco a poco los bloques de hielo. Y los iceberg también estaban volviéndose líquido. Y como el terreno estaba cada vez más inestable, los exploradores tuvieron que irse a sus embarcaciones. Y regresar a sus países de origen. Y a la mañana siguiente en los radares no lograban ver a la Antártida. Como si hubiera desaparecido del mapa. Efectivamente, no tardaron en llegar las embarcaciones hacia el polo sur y tan solo encontraron agua helada. Ya no estaban los bloques de hielo ni los iceberg. Y los pingüinos estaban nadando y tratando de salvar sus vidas. Otros murieron ahogados. Al igual que los osos polares, que luchaban por mantenerse a flote, pero pronto serían presa del agua helada.
            -Ya no hay nada del continente blanco. Solo queda agua y más agua –comento uno de los exploradores, mientras observaba con sus largavistas.
            -Efectivamente, ya no queda ningún rastro de la Antártida –respondió otro de su equipo.
            Debido a esta situación quedaba en proceso la repartición de aquella zona del polo sur. Así que las Naciones Unidas empezaron a cuestionarlo. Y llegaron a la conclusión que aquella zona sería apátrida, pero que se debieran respetar los tratados internacionales y tendrían que pedir permiso previo en caso de circular por aquella zona que perteneció al otrora sexto continente. No obstante, la temperatura del sol bajó nuevamente y se volvió a formar un iceberg que fue la fatalidad de un caso como el Titanic. Sin embargo, con el tiempo volvió a consolidarse la Antártida como en sus mejores años. Aunque la temperatura del sol subía y bajaba, lo que preocupó a los exploradores y científicos. Ya que se había vuelto un continente inestable. Hasta que llegado un tiempo dejó de formarse y ya nunca más volvió a brotar el hielo. Habíamos perdido a la Antártida para siempre.