domingo, 31 de octubre de 2021

Micro-relato 25: Tres elementos: Halloween, guitarra y cajón, caramelos


-¡Lárguense mocosos malcriados! -bufaba don Gilberto, quien como una clase de Grinch, odiaba todo lo relacionado a la fiesta de Halloween.

-¡Halloween, Halloween, Halloween! -repetían una y otra vez los palomillas del barrio, quienes además no querían ir acompañados de sus padres.

En cuanto a sus disfraces eran muy variados. Había de los que se disfrazan del Hombre Araña, Batman, Superman, la Mujer Maravilla, en fin, toda una serie de disfraces, de los cuales, los más tenebrosos eran para aquellos niños lo más alucinante y lo más paja.

-Listo, que empiece la jarana -gritaba don Filiberto, quien era hermano de don Gilberto, por tanto, como imaginarán también odiaba todo lo relacionado con Halloween.

Y así, se armaba la jarana, tocando la guitarra y el cajón. Recordando a Felipe Pinglo, Lucha Reyes, Óscar Avilés, el Zambo Cavero, en fin. Toda esa mancha vernicular estaban gozando de lo lindo el Día de la Música Criolla. No obstante, como no se puede tapar el sol con un dedo, los niños no hacían caso a los gritos violentos de los que estaban gozando dicho Día de la Música Criolla.

-¡Halloween, Halloween, Halloween! -seguían gritando los palomillas del barrio, los cuales, "atacaban" en las tiendas, bodegas, restaurantes, en fin, en todos los negocios, e incluso les tocaban las puertas a sus vecinos de la tercera edad, y hubo veces que los botaban a gritos con "ajos y cebollas". Sin embargo, aquellos niños con respecto a aquella noche de brujas, con saber que se trataba de un día en que ellos se disfrazaban para pedir caramelos bastaba. Puesto que ignoraban que se trataba de una tradición de origen celta, y que todo aquello de disfrazarse como zombis y personajes que asustan, se hizo costumbre puesto que en un inicio se colocaban en las puertas calaveras, telarañas, máscaras con sangre, es decir, todo lo relativo a asustar, y de esa manera ahuyentaban a los malos espíritus, y así no entraban a sus casas, o esa era la creencia en sus inicios.

-¡Halloween, Halloween, Halloween! -volvían a pedir los palomillas del barrio. 

No obstante, uno de los jaraneros, idearon hacerles una broma a todos aquellos niños, y que ya no vuelvan a interrumpir su fiesta de música criolla. Y fue entonces, que cuando estaban pidiendo los dulces, les dieron los caramelos, y algunos niños se sorprendieron por aquel cambio de conducta hacia ellos.

-¡Bum, bum, bum! -sonaban los estallidos provenientes de los caramelos explosivos, cuya broma tuvieron que lamentar, ya que muchos de aquellos niños tuvieron que llevarlos de emergencia a los hospitales. 

Fue entonces que los niños que quedaron ilesos, decidieron vengarse de todos aquellos "aguafiestas", como ellos los llamaban. Por lo cual, juntaron las cajas de cerveza con sus respectivas botellas. Y como pasó en viceversa, aquellos jaraneros se extrañaron de la actitud de los palomillas del barrio. Así que les llevaron cajas y cajas, con la supuesta cerveza.

-¡Salud, salud, salud! -entonaron todos ellos, levantando sus jarros y empinando sus codos.

Y todo iba bien, hasta que empezaron las secuelas de la venganza. Y uno a uno empezaron a ir al baño, pero como el baño ya estaba ocupado, tuvieron que caminar a paso ligero, y sintiendo que "bajaban de peso". Algunos llegaban a sus casas "enteros", pero, la mayoría llegó con un bulto en sus trusas. Y fue así que los niños lo que habían hecho fue adulterar las cervezas con un fuerte laxante y los adultos mayores, tuvieron que pasar lo que quedaba de la noche en cama y con los cuidados de sus familias. No obstante, para los niños que quedaron incólumes, continuaron con su entonación:

-¡Halloween, Halloween, Halloween!

Y seguiría con esta historia, pero están tocando mi puerta, y como sé que son aquellos palomillas del barrio, voy a atenderlos, pero en esta ocasión les regalaré unos caramelos explosivos y una calabaza bomba.


Esgrimista 

 

sábado, 30 de octubre de 2021

Micro-relato 24: Tres elementos: Brújula, copa de vino, monte Everest


-Capitán, la brújula indica que vamos hacia el norte -expresó uno de los marinos, como quien se siente Rodrigo de Triana.

-Muy bien, mantengamos el curso -replicó el capitán Nantes-. No dejen de informarme la situación en que emprendemos.

-(Todos) Sí, capitán.

No obstante, como todo iba por viento en popa, el mismo capitán se le antojó brindar con una copa de vino. 

-Salud, tripulación -dijo y luego degustó su copa.

-(Todos) ¡Salud, capitán!

Sin embargo, como esto no es un cuento de hadas, mientras los marinos y Nantes estaban "catando" sus copas. De pronto, fueron atacados por huracanes, relámpagos, tiburones blancos e incluso una de las partes de la embarcación se rompió y empezó a entrar el agua (mismo Titánic). 

-Pronto, marinos, llamen a la base y comuniquen que estamos en peligro -dijo el capitán tratando de no entrar en pánico.

-Señor, los controles están dañados y no nos podemos comunicar -contestó uno de los marinos.

-Muy bien, muy bien, conservemos la calma, esto es algo inusual, pero ya pasará -decía Nantes, pero ni él se creía sus palabras de aliento.

Fue entonces que fueron "cautivados" por un super huracán, el cual los llevó por los aires. Ya imaginarán un barco entero volando y dando vueltas y más vueltas. Hasta que por fin, dicho huracán que se llamaba Medusa, los dejó en la cima de una montaña. Y al detenerse, todos pensaban que estaban fuera de peligro; sin embargo, al salir de aquella embarcación, motivó el consuelo de todos. No obstante, al mirar el horizonte, veían un precipicio. Estaban viendo que había un abismo. Y fue entonces que uno de los marinos expresó:

-Capitán, los controles han vuelto a funcionar, pero dicen y registran algo muy extraño.

-¿Qué dicen los controles, marino?

-Dicen que estamos a 8,848 metros sobre el nivel del mar.

-¿Ah, sí? Pero qué demonios hay a más de 8,000 metros.

-Señor, ha sido un milagro seguir vivos. Puesto que dicho huracán, nos ha "expectorado" hasta estas alturas.

Y cuándo se preparaban para colocar un cartel que decía que dicha tripulación fue una de las primeras que llegaron hasta la cima del monte Everest. Vieron otro cartelón que decía:

"Yo llegué antes que ustedes. Atentamente, huracán Medusa".


Esgrimista 

viernes, 29 de octubre de 2021

Micro-relato 23: Tres elementos: Pipa de la paz, viaje a Andrómeda, cumpleaños


-Como les digo jóvenes, nosotros con aquel país ya "fumamos la pipa de la paz". Es decir, que hemos solucionado nuestras diferencias. Y como podrán imaginar, eso no es nada fácil para ningún país, y actualmente menos -les decía un profesor, al que llamaban Charles Xavier, como el de los Hombres X.

-Profesor, ¿quiere decir que las guerras siempre toman tiempo en quedar en paz? -expresó uno de los alumnos que le decían Guepardo, por el parecido peinado de aquella película mencionada.

-Es decir, ¿que no hay persona o humano en esta galaxia, que no pueda vivir en paz con sus análogos fronterizos -preguntó al profesor, motivando la mirada hacia atrás por parte de sus compañeros, los cuales le decían Tormenta, por que por alguna razón se tiñó el cabello de blanco y alborotado.

-Bueno, bueno, qué les puedo decir. Nuestra exploración en el espacio, aunque viéndolo a grosso modo, diríamos que hemos avanzado mucho, pero usando la lógica de Sócrates, aunque hayamos descubierto una buena cantidad de análisis, pues que ahora nos parece que sabemos menos, qué paradoja, como decía aquel filósofo griego.

-Profesor, ¿qué se sabe sobre galaxias cercanas a la Vía Láctea? -preguntó Guepardo-. Motivando también que una "ola de miradas" voltee a mirarlo.

-Bueno, bueno, la galaxia más próxima es la llamada Andrómeda, pero del mismo modo, es poco lo que se sabe de ella -explicaba el profesor X-. E incluso se dice que llegará el tiempo en que luego que se logre un viaje a Andrómeda, ambas colisionen, es decir, que choquen entre sí, y lo más alucinante es que se fusionen una con la otra.

-¿Qué alucinante profe, y... ? -quería expresar algo más Tormenta, pero fue interrumpido.

-¡Profe! Casi nos olvidamos de su cumpleaños. Será motivo para cantarle su happy birthday. ¡Sí! -esto último expresaron todos.

Y fue así que como una fiesta sorpresa, todos entonaron la célebre e internacionalmente conocida canción del feliz cumpleaños. Por su parte, Guepardo salió y sostuvo la torta que no era nada tradicional. Puesto que decía "Happy Birthday profesor X".

-Jóvenes, pero cómo se molestaron. No era necesario que hagan esto -decía el profe, mostrando una modestia que la pensó necesaria.

-Usted se lo merece profe. Con usted estamos aprendiendo mucho, y por eso este detalle es para mostrarle lo mucho que lo apreciamos.

En ese momento el profe se sentía emocionado, aunque los alumnos le jugaron una pequeña broma, la cual, consistía en que compraron velas de esas que no se apagan.

-Jajaja, profe, ¿qué pasó... ya no sopla?

Fue entonces que intervino un personaje que estaba en el salón, pero que no había participado.

-Listo profe, ya se apagaron las velas -expresó una voz que vino de atrás, motivando una vez más que todos voltearan.

-¿Eras tú Erick?

-Erick, no. Prefiero Magneto.


Esgrimista


jueves, 28 de octubre de 2021

Micro-relato 22: Tres elementos: Atari, caja de Pandora, Atlántida


-Pucha, otra vez perdí -se reprochaba Roberto así mismo en los años 80.

-Si pues, recuerdo que tú eras bien "maleta" en el Atari, jaja, siempre perdías, jaja -se burlaba Daniel, recordando aquella época ochentera, donde los juegos del Atari, como el Pac-Man eran lo mejor de lo mejor.

-Ya, ya, no me hagas acordar esos tiempos... pero qué tarde es. Tengo que hacer mi tarea de investigación de la mitología griega.

-¿Mitología griega? Suena bacán, pero ¿sobre qué personaje o personajes tienes que investigar?

-Pues, sobre Pandora... chau, chau, me voy volando...

-Como brujo, jeje -expresa Daniel, lleno de sorna en sus dientes.

¡Qué chistoso! ja... ja... Ya veremos cuando a ti te toque exponer -le dijo a su amigo.

Fue entonces que Roberto investigó y leyó sobre Pandora y la caja que le encargaron cuidar, y que le dijeron que por nada del mundo la vaya a abrir; sin embargo, tanta fue la curiosidad y tanto fue el misterio, que terminó por abrir la caja. El resto ya es historia conocida. ¿Que qué pasó? Pues que Pandora abrió la caja que contenía todos los males del mundo, y fue la esperanza la última en quedarse en aquella caja. Por eso que es conocida aquella historia mitológica, donde se menciona que la esperanza es lo último en perderse.

-Oye Daniel -le dijo Roberto-. ¿A ti sobre qué personaje o personajes te han dado de tarea?

-Pues no sé mucho sobre el tema, pero me han dado de tarea investigar sobre la Atlántida -dijo con un pequeño remilgo, como quien tiene la mirada hacia el firmamento.

Por tanto, que Daniel tuvo que sumergirse en muchos libros, para analizar las teorías que se tienen de aquella isla, en que se conjetura que según Platón se utilizaría como una base militar, que existió nueve mil años antes de la época del legislador ateniense Solón. Se dice además que estaba cerca a las columnas de Hércules, e incluso se calcula que fue más grande que Libia y Asia menor juntas. No obstante, su desaparición hasta la actualidad solo siguen flotando a su alrededor algunas teorías.

-Pucha, qué paja -le dijo Daniel a Roberto-. No sabía esa nota sobre la Atlántida.

-Así es amigo. Tanta información y tan poco tiempo. Por eso decía Sócrates: mientras más conocimiento tengamos nos pareceremos que somos más ignorantes. Ese Sócrates, sí que es uno de los grandes pensadores. Su único defecto... que no escribió libros sobre su pensamiento, pero Platón, su discípulo, volcó su conocimiento y por eso es que se conoce hasta nuestros días.

-Bueno, pues, ha sido interesante las investigaciones que hemos realizado, pero tanto buscar y rebuscar me han dado ganas de ir al Pac-Man.

-¿Al Pac-Man? Pero sí ya salió del mercado hace muchos años.

-Es cierto, pero yo me refiero al otro.

-¿Al otro? ¿Cuál otro?

-Mira allá está: lee...

TABERNA PAC-MAN


Esgrimista

miércoles, 27 de octubre de 2021

Micro-relato 21: Tres elementos: Lentes de contacto, caña de pescar y karma


Cuentan algunas leyendas, que cuando uno menos se lo espera el destino estigmatiza y zarandea nuestras vidas. Como fue el caso de Zacarías, quien por querer estar a la moda, se mandó hacer unos lentes de contacto. ¿Cómo iba a imaginar que el invento de Otto Wichterle ingresaría a su vida como anillo al dedo? Teniendo los recursos económicos, tomó la decisión de engarzar su visión con aquella creación de aquel químico, profesor e inventor checoslovaco. Una vez que ya los tenía, se sentía diferente. Pensaba además: después de tantos años usando los lentes con montura, por fin puedo mirarme al espejo y ver a otro Zacarías. Eso pensaba él en aquel tiempo. No obstante, cierto día, acompañó a un amigo a enrumbarse al mar, y llevar como siempre su caña de pescar. Pasaron dos horas y no pescaban ni un resfriado. Pasaron cuatro horas y nada. 

-Debe ser cosa del karma -exclamó Santiago, amigo de Zacarías.

-¿El karma? ¿Y eso qué es?

-Pues, no sé muy bien, pero mucha gente le echa la culpa al karma.

-Yo les puedo ayudar -dijo una voz que pertenecía a un tercero que mágicamente estaba con ellos en el bote.

-¿Quién es Ud. y cómo llegó aquí? -le increpó Santiago, con el asentimiento de Zacarías.

-Permítanme presentarme: Soy Gueshe Kelsang, autor del libro "Cómo transformar tu vida". Déjenme decirles que el karma tiene que ver con la causa y efecto, donde todas nuestras acciones de cuerpo, palabra y mente forman parte de las causas, y todas nuestras experiencias son sus efectos.

En ese momento, Santiago y Zacarías se miraron entre sí, pero al voltear a ver al "paracaidista", ya no estaba.

-Vaya señor. Como dicen cada día se puede aprender algo nuevo.

Y como si fuera cosa de magia, pescaron un pez, y otro, y otro. Quedaron deslumbrados, y pensaron que aquel señor del karma habría tenido algo que ver. Teniendo, o mejor dicho ya no teniendo espacio en el bote, regresaron a la orilla, y al regresar los estaba esperando un anciano. 

-Zacarías y Santiago. Los estaba esperando -dijo aquel personaje de la tercera edad.

-Usted... usted es quien subió a nuestro bote...¿verdad?

-Así es. Y si han tenido la fortuna de pescar es porque tuvieron los buenos efectos producto de sus buenas acciones.

En ese momento Zacarías y Santiago se miraron una vez más, pero al voltear a verlo, una vez más desapareció, pero... haciendo una "vuelta de tuerca", los pescados que tenían en sus botes, no solo cobraron vida, sino que se convirtieron en mitad peces y mitad humanoides, quienes por los efectos de aquellos dos amigos, dichos seres híbridos empezaron la conquista de nuestro mundo... ¿qué esperas que sigues leyendo?... a correr, y ¡sálvense quien pueda!


Esgrimista

martes, 26 de octubre de 2021

Micro-relato 20: Tres elementos: Dinosaurio, copa de vino, telescopio Hubble


Érase una vez que un dinosaurio y los demás, por varias teorías desaparecieron. Muchas generaciones de científicos todavía no certifican la razón definitiva. Aquel misterio que hasta nuestros días, queda como tal. No obstante, sucesores de Einstein y Hawking, llegaron a la raíz de aquella incógnita. Cuando se había quedado por descartado, dicha razón arcana. En cierta reunión de científicos, donde se degustaba entre otras cosas, una copa de vino. Se reveló sin querer que el secreto de la desaparición de los titánicos y peligrosos antepasados de las razas animales, habrían sido las blattodeas. Es decir, que nos estamos refiriendo a las siempre recordadas cucarachas. 
-¿No les parece inverosímil que unos insectos conocidos desde siempre hayan sido las causantes de la extinción de los dinosaurios? -opina uno de los colegas científicos, que estaba presente en aquella improvisada reunión.
-Pues sí colega. ¿Quién iba a pensar que una minúscula criatura como las blattodeas serían las responsables de borrar de la faz de la Tierra a dichas bestias gigantes? -replica otro de los científicos.
Y conforme iban opinando, se hacía más tangible y definitivo que fueron las cucarachas, quienes erradicaron la existencia de los terroríficos dinosaurios. Pero como si fuera cosa de ciencia ficción, pasaron el dato que a través del célebre telescopio Hubble, se había detectado que se aproximaba un gran asteroide, pero como si fuera cosa de película, también pudieron ver que dentro de dicha roca espacial venía cargada de blattodeas, pero no nos referimos a las que conocemos, sino que se trataba de cucarachas gigantescas, lo cual hizo deducir a las mentes brillantes presentes, que nuestro planeta y nuestra civilización estaba en peligro. Por tanto, para los que han visto la película "Armagedon", pues pudo haber pasado lo mismo. No obstante, no hubo la presencia de Bruce Willis, ni de sus empleados que extraían el petróleo. Por tanto, que el asteroide se acercaba cada vez más y más. Y cuando parecía que nuestro destino estaba marcado, de la nada brotaron y emergieron diversas criaturas, que como si fuesen dueños de la Tierra, dispararon con armas increíblemente futuristas, haciendo trizas a aquel asteroide, el cual, como quedó separado en miles de roquitas, muchas de ellas se desintegraron al entrar en la atmósfera. Sin embargo, como suele pasar, unas de esas roquitas entraron por el agujero de la capa de ozono, por lo cual, muchas de esas blattodeas pisaron tierra, se esparcieron y se multiplicaron. Así que los científicos, avisaron a toda la raza humana, que saquen todos sus sprays matacucarachas. No obstante, dichas blattodeas como se mencionó eran gigantes, y no morían cuando se les aplicaban los sprays. Por tanto, viendo la peligrosidad del asunto, se tomó la decisión de abandonar el planeta. Por lo que toda la Tierra se pobló de cucarachas gigantes. Y así continúa hasta que desperté hoy en la mañana.

Esgrimista

lunes, 25 de octubre de 2021

Micro-relato 19: Tres elementos: Librería, universo paralelo, centauro


En un club de lectura al que asistían ciertos entendidos de literatura, se reunían los jueves como a la hora del ocaso, para participar y opinar sobre las obras, personajes y autores de libros determinados a analizar. Fue entonces que llegó dicho día y les tocó examinar "La guerra de los mundos" de Herbert G. Wells. Qué exquisita tarea mencionaban casi todos. Analizar a uno de los padres de la ciencia ficción.

-Oigan, imagino que ya todos están "empapados" de la obra que nos toca opinar. ¿Verdad? -exclamó Minerva, quien se sentía afortunada y agradecía con sus padres, por tener tan honorífico nombre de la mitología romana. 

-Así es -expresó Pólux, quien también estaba orgulloso de su nombre relativo a la mitología.

-Pues bien. Si me permiten iniciar esta charla que a propósito, me imagino que a los demás también les habrá sido difícil encontrar este libro de ciencia ficción en la librería. Es un lujo -literariamente hablando.

Fue entonces que los integrantes de este club "El Olimpo", continuaron analizando y comentando la obra elegida. Hasta que llegó la hora en que la mayoría estaban empezando a alucinar. Producto del pisco sour que degustaron, mientras iban haciendo sus comentarios. Sin embargo, uno de ellos, Cástor, hermano de Pólux planteó la idea, que mientras ellos estaban charlando de lo lindo. En un supuesto universo paralelo, ellos mismos estarían en Grecia o Roma. En aquellos tiempos por supuesto. ¿No les parece alucinante estar en aquellos tiempos?, comentó Minerva, con una mirada fuera de lo normal. 

-Claro que sí -opinó Pólux, quien también imaginaba estar viendo a un centauro y a un minotauro enfrentándose. 

Toda esa charla los hizo desviarse del tema elegido. No obstante, sí que lo estaban disfrutando. Pasar de la ciencia ficción a la fantasía. Es como si Julio Verne se diera un abrazo con J.R.R. Tolkien. O que Herbert G. Wells se diera un abrazo con Franz Kafka. ¿No les parece alucinante?


Esgrimista


sábado, 23 de octubre de 2021

Micro-relato 18: Tres elementos: Juegos mecánicos, biblioteca, piscina


-Ta que paja, ese Tagadá... qué tiempos aquellos -menciona Gian Paul, brillándole los ojos al igual que a sus dos amigos ochenteros.

-No me hagas acordar, que varias veces quedé "regada" en el piso hasta que se detenía el juego mecánico -recuerda Jessica, tapándose la boca y mirando el horizonte.

-Pero claro, si ese era el vacilón. En aquellos años sí que la adrenalina fluía y fluía, pero también acuérdense de la Montaña Rusa -comentó Luis, motivando las risas de los presentes.

-Jajaja.

-Jajaja.

-Oigan, de tanto reír y recordar se nos pasó la hora. Tengo que ir a la biblioteca de (Av.)Abancay, para terminar de hacer mi tarea de la universidad. Me voy volando, chau, chau -se despide Jessica cargando libros como era su pasión.

Sin embargo, Luis y Gian Paul, viendo el bonito sol del día se pusieron de acuerdo para ir a alguna piscina. Pero, grande fue su sorpresa, que los dueños de las piscinas tenían acordado ese día de verano, limpiarlas y hacerles mantenimiento. Así que cuando parecía que se les quitaba la idea de la piscina, oyeron una voz:

-¡Luis, Gian Paul! -los llamaba Jessica.

-¿Qué pasó? ¿No que te ibas a la biblioteca? -dijeron ambos amigos varones.

-Sí pues, pero... ¿qué creen?

-No nos digas que está cerrada por mantenimiento, jajaja.

-¿Cómo sabes? ¿Quién te dijo?

-Nos lo dijo un pajarito, jeje.

-Vaya, qué "cazuela", que justo hoy todo está cerrado, y con el gringo (sol) que nos quema y nos quema. ¿Y ahora qué hacemos?

En ese momento, los tres se miraron las caras y como si fuese un pensamiento sincronizado. Una idea unánime brotó de sus bocas:

-¡Vamos a la playa! -vociferó Gian Paul, lleno de entusiasmo.

-¡Claro! ¡Es una gran idea! -comentó Luis, alucinando en bikini a su amiga.

En eso llamaron a Jessica por su celular, y conforme iba hablando, sus dos amigos iban notando ciertos remilgos en su rostro. Oyendo que se despedía de la persona que la llamó.

-¿Qué pasó Jessica? -preguntó Luis, sospechando una mala noticia.

-¡Chicos, qué pena! -dijo la "bibliotecaria"-. Me acaban de pasar el dato que en la biblioteca de San Borja (Av. De la Poesía), están atendiendo. Pucha, yo que ya iba a ir con ustedes.

-Sí, pues, qué piña... digo, menos mal que podrás ir a hacer tus tareas.

-Así es, bueno, chau, chau, otra vez... jijiji.

Fue entonces, que Luis y Gian Paul se quedaron mirando las caras, al mismo tiempo que sudaban de tanto calor. Por lo cual, decidieron ir a aquella feria ochentera, donde estaba otra vez el Tagadá, la Montaña Rusa, pero esta vez entraron al Baviera, que fue un juego que era más permitido para mayores. Sin embargo, ambos decidieron entrar a aquel juego que "dio la hora" en su momento. No obstante, pasaron las horas y seguían pasando hasta que al día siguiente salieron los titulares en los periódicos:

VARONES DESAPARECIERON EN JUEGO MECÁNICO

BAVIERA SE TRAGÓ A DOS USUARIOS

OCHENTERA CULPA A DUEÑOS DE PISCINA


Esgrimista

viernes, 22 de octubre de 2021

Micro-relato 17: Tres elementos: Silla eléctrica, Frankestein, semáforo




-¡Listo! ¡Rostízate!... jajaja -le dijo un guardián de una cárcel a un reo que tenía un prontuariado muy alto, peor que cadena perpetua.

-¡Nooo, piedad, nooo! ¡Aaaaaaa! -terminó diciendo Ernesto, enloquecido por aquella gran descarga de energía, producto de la temida silla eléctrica. 

Cuando pasaba esto con algún preso, por varios días casi todos se comportaban muy correctos, como unos ángeles. Sin embargo, pasado un tiempo se volvían a descarriar y a portarse no muy bien.

-¡Escuchen! ¡Al próximo que incurra en mala conducta se le azotará! -expresó el alcaide de aquella penitenciaría. 

No obstante, como suele pasar las palabras se las lleva el viento. Por lo cual, uno de ellos que tenía por nombre Frankestein, pero le decían Frank. Incurrió en pésima conducta. Así que se le sentenció a pasar por la guillotina. Sin embargo, cualquier otro habría llorado de miedo, pero él no. Por lo que ilógicamente se mostraba sonriente.

-¡Ah, no tienes miedo, y te burlas! ¡Pues ya no volverás a sonreír, insolente! ¡Llévenlo a la guillotina! -expectoró el alcaide de aquella cárcel lúgubre.

Fue entonces que llevaron a Frank a su sentencia, y no dejaba de sonreír. Todo estaba preparado, e incluso la tarea del verdugo, muchos la envidiaban e incluso querían hacerlo aquellos otros miembros de aquella penitenciaría.

-¡Listo! ¡Ahora, verdugo!

-¡Aaaahhh! -fue lo último que salió de su boca antes de cortarle la cabeza, pero lo más indignante fue que aún decapitado su sonrisa no cesó. E incluso muchos de los guardias querían patear aquella cabeza burlona.

Fue luego que llevaron su cuerpo y su cabeza a un laboratorio secreto, donde como supondrán había médicos y asistentes de la morgue. Por lo cual, hicieron un convenio para volverlo a la vida. Sin embargo, la idea era cambiar su conducta. Por lo cual, cosieron su cabeza a su cuerpo. Y a pesar que la operación fue todo un éxito, al despertar Frank, a pesar que los médicos estaban celebrando y brincando de alegría, lo contradictorio fue que en cuanto se levantó y se puso de pie, empezó a actuar de manera inesperada. Todo lo que estaba a su vista la agarraba y la estrellaba contra el piso o contra las paredes. Por lo cual, los médicos estuvieron de acuerdo en volverlo a matar. Y esta vez, eligieron la horca, aprovechando que tenía su cabeza pegada al cuerpo. No obstante, cuando faltaban unos segundos para ahorcarlo, de repente se escuchó una frenada, e incluso fueron varias. Puesto que cuando despertó se vio rodeado de policías, una ambulancia y paramédicos, y abrió los ojos y no pudo evitar ver el semáforo en color rojo. Un rojo que marcó su vida, y que también se la quitó, puesto que al llegar al hospital llegó desangrado y como no todas las historias son con finales felices, Frank, antes de perder la conciencia pudo ver al paramédico que estaba más cerca de él, y lo reconoció, ya que era la misma cara del verdugo que lo hizo perder la cabeza.


Esgrimista

jueves, 21 de octubre de 2021

Micro-relato 16: Tres elementos: Billetes, champaña, Machu Picchu


-Pásate un Quiñones -decía Filatelio, a la espera de sus diez soles.

-No tengo de esos, pero toma un Chabuca que es lo mismo.

-Ah, verdad son de los nuevos. Ya pásame -decía el Cuervo, sacando el billete de su desgastado bolsillo.

-Y cambiando de tema... ¿no es hoy el "diablo" de Matías?

-Cierto, hoy es su santurrón. Será motivo para echarnos unas aguas. Yo tengo una champaña que estaba guardando para ocasiones como esta. Por tanto, que hoy es "corcho libre", jajaja.

Así que fue a su casa por la champaña y no la encontró. Y para su sorpresa, uno de sus hermanos, Gabriel, la había vendido por un Porras (veinte soles).

-Ta qué saboteador eres, por no decirte otra palabra.

-No te preocupes. Quizá haya otro Porras en mi alcancía.

-Como quien dice, nos quedamos en sequía.

-¡Eureka! Encontré un Valdelomar (cincuenta soles), y ahora podremos comprar más trago.

Fue entonces que estos amigos empezaron a celebrar por adelantado. Y cuando ya estaban "sazonados", de golpe les dijeron que Matías se había ido de viaje.

-¡Que se quitó de viaje! ¿Y adónde se fue? Debió tener varios Basadres (cien soles).

-Nos pasaron el dato que se fue pal Cusco, pal Machu Picchu -mencionó uno de sus patas con la garganta ya "lubricada" por tanto trago.

-Debió tener varios de esos. Pero como están las cosas, para su estadía y regreso, le harán falta varias "Santa Rositas" (doscientos soles).

-¡Salud por Matías! -entonaron todos, y con cierta envidia hacia su amigo.

Y uno de ellos que había estado escuchando todas aquellas "jergas monetarias", les dio un par de miramientos y expresó:

-Chabucas, Porras, Valdelomares, Basadres, Santa Rositas. Ustedes que son apitucados, quizá entienden aquellos personajes monetarios, pero lo que es yo solo entiendo de "Ferraris" (diez céntimos), "Chinas" (cincuenta céntimos) y "Lucas" (un sol).


Esgrimista

miércoles, 20 de octubre de 2021

Micro-relato 15: Tres elementos: Gárgolas, molinos de viento, armadura


Por mucho tiempo las gárgolas han estado como guardianes en las cimas de inmuebles, que parecían acariciar el cielo. Sin embargo, pocos son los conocedores de la misión de aquellas estatuas, que tan solo en algunos casos se sabe que se llaman gárgolas. Y un buen día, o mejor dicho, un mal día. Un gran grupo de personas "desfilaba" en las cercanías. Por lo que todos aquellos monumentos de piedra, divisaron la marcha y se pusieron en alerta. Al parecer se trataba de un grupo de orates, los cuales, mismo don Quijote, estaban decididos a batallar con lo que sería para ellos sus "molinos de viento". Era gente enloquecida, sin ningún propósito de personas cuerdas. Representaban una amenaza para los transeúntes en general que circulaban por ahí, aquel 29 de febrero. No obstante, uno de ellos como obedeciendo a sus ideas fantasiosas, se colocó una armadura y a falta de caballo montó una moto, con la cual se endilgó hacia aquel edificio donde se encontraban las gárgolas, y el resultado fue que se estrelló vertiginosamente y como no llevaba casco, murió en el acto. No obstante, eso no detuvo a las demás personas de estos locos de remate. Y uno de ellos, le quitó su bicicleta a un chico, y sin importarle sus quejas y gritos, se abalanzó y como era de esperarse, se estrelló, y como tampoco llevaba casco, murió a los segundos del gran impacto. Quedó uno de los valientes, pero no era una persona común. Se trataba de un danzante de tijeras, con todo y su traje. Por lo cual, en vez de enfrentarse a aquellos edificios, y según ellos a las gárgolas, se puso a danzar en medio de la pista, como queriendo de repente invocar a los "apus", y destruir a aquellos "molinos de viento". No obstante, cansados de ver dicho espectáculo, dos de las gárgolas retomaron su motricidad y se le fueron en picada. Uno de ellos lo cogió con su gran garra de un brazo, y la otra lo sujetó de una pierna. Luego de lo cual, ambas gárgolas elevaron el vuelo y cada vez más se elevaban y se elevaban. Hasta que sin remordimiento alguno lo soltaron y lo dejaron caer. Sin embargo, haciendo una "vuelta de tuerca", no cayó y murió en el acto, sino que cayó en una piscina inflable y llena de agua. Y aunque parezca mentira, en ese momento recuperó la cordura. Y luego de ver sus entornos se preguntó:

-¿Qué hago aquí? ¿Y por qué estoy en esta piscina?

Por su parte, los demás locos se quedaron atónitos por haber sobrevivido en primer lugar, y también por ya no tener sus ansias de batallar contra las gárgolas, que las consideraban como sus "molinos de viento". No obstante, viendo las gárgolas lo que había pasado con el tercero. Se pusieron de acuerdo y retomaron su motricidad, luego de lo cual se fueron en picada para hacerles lo mismo a los demás orates. No obstante, como recordaremos que las gárgolas se vuelven de nuevo de piedra al salir el sol. Pues que como se trataba de un gran grupo de gente retorcida, para su mala suerte a muchos de ellos les cayó el amanecer, y no solo las gárgolas se petrificaron. Sino que muchos de aquellos locos se estrellaron contra el pavimento. Muriendo en el acto. Y solo para poner la "cereza en la torta". Todas esas gárgolas que quedaron, como por arte de magia se enloquecieron, y al anochecer se enrumbaron en picada y se pusieron a atacar a las personas que circulaban por las oscuras calles, y los sujetaban, y luego de elevarlos a grandes alturas los soltaban y ya no estaban las piscinas. Por lo cual, quedaban en las pistas charcos de sangre. Y eran ahora las gárgolas que buscaban a su don Quijote.


Esgrimista

martes, 19 de octubre de 2021

Micro-relato 14: Tres elementos: Reloj de arena, Drácula, hospital


Como si fuera gota a gota que llene un océano. Del mismo modo un reloj de arena, segundo a segundo van bajando granito a granito las arenas. Hasta que al fin terminado el tiempo esperado se vuelve a voltear el instrumento. En este caso lo utilizaban en un susodicho hospital hace mucho tiempo. Eran tiempos de aprendizaje y de nuevos inventos. Y como siempre, la sangre escaseaba, y peor aún, no había donadores de sangre. En aquella época las personas que perdían sangre tenían un pie en su sepultura. Sin embargo, hubo un personaje que llegó de pronto, pidiendo auxilio y pidiendo que le den sangre. No obstante, el personal y doctores de aquel hospital, le dijeron que la sangre se había acabado. Fue entonces, que viendo que no querían dársela, se quitó el abrigo y se dio a conocer. Era el mismísimo Drácula, quien había rastreado el olor al líquido sanguíneo. Entonces, una vez dado a conocer, no perdió tiempo, y viendo su reloj de arena, se lanzó a la yugular del personal del hospital. Y sin perder más tiempo lo hizo con los doctores, puesto que él alucinaba que dicha sangre era mucho más sabrosa y embriagadora. Fue entonces que aquel hospital quedó regado de víctimas de Drácula. Por tanto, cumplida su misión se convirtió en murciélago, y fue visto por Batman, el cual le dijo:

    -¿Quién eres tú? Yo conozco a todos los quirópteros. Te exijo en este momento que te desenmascares y me muestres tu identidad.

    -Muy bien. Tú lo has pedido -dijo el chupasangre-. Soy Drácula -dijo mostrando sus colmillos.

    -Así que tú eres la leyenda. El célebre Drácula -dijo Batman.

No obstante, el chupasangre pensó que lo impresionaría. Sin embargo, Batman lo puso en su sitio diciéndole:

    -Por orden del sindicato de murciélagos, quedas fuera de servicio y vedado de tus funciones por tiempo indefinido. 

    -¡No puede ser! ¿Y ahora de qué viviré?

    -No te preocupes, que puedes vivir de la sangrecita de relleno que venden en todos los barrios. Es muy rica y así que reflexiona sobre tus malos actos, y sobre todo no vuelvas a asaltar los hospitales o quedarás convertido en quiróptero por cinco centurias y un día.

    -¡Cinco centurias! -rugió Drácula enloquecido.

Fue entonces que se dio un tiro en la sien, y se dejó caer en lo que llamaban mar rojo, donde se pensó por mucho tiempo que era la sangre de Drácula y que lo enrojeció hasta nuestros días.


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sábado, 16 de octubre de 2021

Micro-relato 13: Tres elementos: Agujero negro, murciélago, pirámide



-Ese es uno de los agujeros negros que describía y analizaba el doctor Hawking. Según él contaba que lo que entra en sus contornos, no vuelve a salir, ni así la luz del Sol -mencionaba un astrónomo físico, a su colega.
-Es cierto. Aquellos fenómenos espaciales son muy peligrosos, y no es cosa de broma -ratificaba su colega y mirando al firmamento.
Y así era. Puesto que hace unos días pudieron analizar por medio del telescopio Hubble, que uno de esos agujeros negros estaba muy cerca a la Tierra, y amenazaba con tragarse todo el planeta. No obstante, una de las criaturas terrícolas. En este caso un murciélago, puso el grito en los espeleológicos escondites de seres como él. Y entonces los murciélagos se pusieron de acuerdo para idear la manera de expulsar lejos y lo más lejos posible a aquel fenómeno espacial. Llamaron a Batman, y este último se puso a cranear, siempre ayudado con las tecnologías que se le conocen y otras no. Así que ayudado por Robín, maquinaron un fuerte rayo de energía, el cual podría no solo desviar al agujero negro sino desaparecerlo. Fue entonces que sin más murmullo ni miramientos, enviaron aquel potente rayo hacia aquel fenómeno espacial. El resultado fue inesperado. Puesto que dicho agujero negro, fue a parar a Egipto. Precisamente al terreno de las pirámides. Sin embargo, dichas edificaciones que siempre han tenido la reputación de indestructibles. Cuando se acercó el fenómeno espacial se tragó las arenas de forma cinematográfica. Y como era de esperarse las pirámides que habían estado inmóviles por milenios, se desenraizaron y empezaron a volar en forma de ciclón, o huracán. Dando vueltas y vueltas. Hasta que al fin todas las arenas y pirámides fueron a parar a lo que sería el "estómago" de aquel agujero negro. No obstante, como en aquellas pirámides tenían un conjuro, una maldición. Fue entonces que aquella degustación terminó por causar arcadas, y regurgitó, es decir, vomitó literalmente todo lo tragado. Y luego de todo eso lo disuadió en continuar y se alejó de la Tierra para siempre. Sin embargo, como no siempre hay finales felices, llegó a vomitar todo lo absorbido. A excepción de esta historia, de Batman y Robin, y no se salvaron ni los murciélagos. Por lo cual, el astrofísico Stephen Hawking se hizo visible en espíritu. Y les dijo a aquellos astrónomos físicos que eso les pasó por no leer su último libro. Y aquellos le respondieron que las editoriales, librerías e incluso ferias de libros habían prohibido su venta, ya que promovía el pavor y la fobia de nuestra civilización, y puso la cereza en la torta, Hawking, diciéndoles que le hubieran avisado para hacerles un descuento si le compraban al por mayor. El único problema es que estoy muerto, dijo el astrofísico, y se me tiene prohibido hacer negocios con los terrestres vivos. No obstante, aquel agujero negro, como todo integrante de bravucones, seguramente volverá con sus compinches. Así que estén todos alertas y busquen mi libro "Los agujeros negros tragaplanetas".

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viernes, 15 de octubre de 2021

Micro-relato 12: Tres elementos: Dados, mondadientes, loro de pirata



-Vamos, te toca tirar los dados -decía un jugador de mala muerte a su compinche.

-Ya, salieron dos 6, yo gano. Yupi, jajaja -celebraba este último, sabiendo que ganaba todo el dinero que estaba sobre una mesa que tambaleaba hasta cuando rodaban los dados.

Estos dos jugadores de mala muerte, eran muy conocidos por su ferocidad, salvajismo y mataban a cualquiera que se meta en sus "asuntos". Incluso el cantinero les temía, y por ende, este último tenía que pagarles un "cupo" por no destrozar a balazos su negocio. Así que con tal mala fama, por donde transitaban se abría el paso, como si hubiera un domo que se deslizaba a su andar. Y cuando entraban a una fonda, y pedían pollo a la brasa. El mesero se aproximaba a ellos, y se escuchaban vibrar los platos, producto del pavor que les tenían. Y aparte de eructar "a full ecualizador", se daban un tiempito para usar los mondadientes y sacar el relleno de sus molares. Cosa que le parecía increíble al dueño del local y a los meseros. Sin embargo, estos dos compinches cuando no estaban en tierra, se hacían a la mar. Y viajaban en un barco viejo, pero tan viejo que crujían sus maderos hasta cuando se posaban las palomas en sus entornos. No obstante, como suele pasar uno de ellos tenía un loro, y era conocido como el "loro de pirata". Y cuando este último llegaba, estos dos individuos de mala muerte esperaban a que se pose en el hombro de uno de los dos. No obstante, llegaron a un acuerdo: que se pose los días pares encima del hombro de uno de ellos, pero en los días impares en el hombro del otro. Así que el loro parecía haber comprendido, puesto que de no entender lo devorarían vivo. Así que pasó un buen tiempo, y alguien que estaba en aquella fonda le preguntó al mozo, que de qué era la carne que estaba comiendo. Y el mozo como para salir ganando le respondió: es pollo señor. Y entonces que los dos mozos comentaron sobre dicha carne que estaba comiendo aquel cliente. 

-¿Y ese pollo cuando lo trajeron? 

-Hoy en la mañana -le respondió uno de los mozos al otro-. ¿Te acuerdas del loro de los piratas? Pues que se le perdió su calendario, y se equivocó sobre las fechas pares e impares.


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jueves, 14 de octubre de 2021

Micro-relato 11: Tres elementos: Turrones, Cancerbero, diccionario



Como cada mes de octubre, los turrones estaban "dando la hora", y como es tradición se vendían con más fuerza. Recordando siempre a su creadora. Es decir, a la señora Josefa Marmanillo, quien tanta fue su devoción por el Señor de los Milagros, que un buen día recuperó la motricidad de sus dos brazos, por lo cual, estuvo tan agradecida que creó los famosos turrones Doña Pepa, puesto que su elaboración le fue inspirada en un sueño que tuvo. No obstante, aquello fue visto por el guardián del inframundo, y quiso probar. Así que el susodicho Cancerbero subió al mundo de los vivos. Específicamente a la Av. Tacna en el Centro de Lima. Y como era de esperarse, sus calles estaban atiborradas de transeúntes y anfitrionas, las cuales daban a probar a los potenciales compradores, pero como es clásico, también probaban algunos que solo querían degustar del postrecito de puro antojados. Por tanto, entró en escena Cancerbero y su rugido hizo tambalear dicha avenida. Y como era lógico, las señoritas que invitaban a los clientes a comprar los turrones corrieron despavoridas. Y fue entonces que este guardián del inframundo hizo "turismo en varios locales", degustando y tragando a diestra y siniestra. Tanto fue así que sus mandíbulas estaban como candidatas para una consulta odontológica. Y como recordamos aquellos postres llevan sus grageas (caramelitos), y Cancerbero masticaba y masticaba. Hasta que una de sus muelas le "pasó la voz", y como diciéndole que tenía un gran dolor de aquella muela. Fue entonces que recordó que los humanos dentistas utilizan la frase "muela del juicio". Y a vista y paciencia de los transeúntes "expectoraba rugidos de dolor". Por lo cual, Cancerbero llamó por celular a su jefe (Hades). Y este último, le dijo que lo que sentía era una "entelequia", y que siendo Cancerbero un ser del inframundo no debía sentir dolor alguno. No obstante, el perro de tres cabezas seguía adolorido, por lo cual llamó esta vez al mismísimo Zeus, el cual le respondió que lo que él sentía era una "quimera" (acepción de fantasía). No obstante, Cancerbero, quien tenía un léxico "super básico", tampoco entendió. Fue entonces que de pura casualidad encontró una feria del libro, y rugiendo de dolor encontró un diccionario de la última edición de la RAE, donde luego de hojear y hojear, al fin encontró lo que buscaba. Leyendo la palabra "Cancerbero", y como era costumbre en diccionarios enciclopédicos, vio su foto al costado de su mención semántica, y decía: "Monstruo fabuloso de tres cabezas; guardián del inframundo, y que confunde las heces con los turrones".


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miércoles, 13 de octubre de 2021

Micro-relato 10: Tres elementos: Yeti, mesa de villar y máquina del tiempo


Paseaba tranquilo el Yeti por el bosque, e inesperadamente cayó en un pozo y quedó inconsciente. Cuando despertó se halló echado sobre una mesa de villar. Como comprenderán había un signo de interrogación sobre su cabeza. Y luego de mirar los contornos de aquel lugar lúdico, se llevó la sorpresa de encontrar la máscara de Jim Carrey. Se la puso e inmediatamente se transformó en un ser monstruoso. Si de por sí ya era considerado un monstruo, ahora ya era un espantoso ser que asustaba a diestra y siniestra. Luego, viéndose en lo que se había convertido encontró la máquina del tiempo del doc Emmet Brown. Y sin más miramientos "pulseó" los botones, y luego de llegar a las 88 millas por hora, inmediatamente dio un gran salto en el tiempo. Así como lo leen, el Yeti viajó en el D´Lorean y se halló en la época del fin del mundo. Y mientras, todo se destruía por sus cuatro costados, volvió a pulsear los botones de la máquina del tiempo. Trasladándose a la época de los cavernarios. En ese momento salió del D´Lorean y luego de respirar aire "puro", fue aplastado por un tiranosaurio rex. No obstante, como recordamos que tenía la máscara de Jim Carrey puesta, luego de quedar como una jamonada, se infló nuevamente. Y abriendo su gran boca le lanzó una gran ráfaga de fuego, con la cual quedó el dinosaurio rostizado. Y como si no fuera suficiente, volvió a entrar a la máquina del tiempo, y notó que la consola de los botones se había dañado. Por lo cual volvió a pulsear y esta vez se encontró en el siglo XXI. Es decir, en la actualidad. Y ni bien bajó del D´Lorean fue acosado por la prensa, pensando que se trataba del Grinch disfrazado. No obstante, su natural y exagerada conducta lo llevó de la nada a quitarse la máscara de Jim Carrey, quedando convertido en Papá Noel mezclado con el mismísimo Hades. Un final oxímoron para variar, estimados lectores.


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martes, 12 de octubre de 2021

Hoy no hay nada que celebrar, pero si de reflexionar



Hace 529 años se sigue utilizando la palabra "conquista". Como si nosotros aquí en América del Sur tuviéramos la perspectiva occidental. Desde que llegó Colón ya la invasión estaba "clavada" en el territorio que luego pondrían como nombre "América", en honor a Américo Vespucio (comerciante, explorador y cosmógrafo florentino).


Quién iba a pensar que un chanchero tendría el mando para dirigir una exploración, hacia un destino que creían tener el derecho de dominar. Fue entonces que Pizarro y su pandilla entraron invadiendo y saqueando a manos llenas, y a pesar que Atahualpa les ofreció un cuarto lleno de oro hasta donde llegaba su brazo levantado, eso no les pareció suficiente, y terminaron asesinando al Inca.


Por tanto, términos como "el nuevo mundo" no debería ya usarse, como si ellos habrían coexistido con los dinosaurios. En todo caso la pregunta sería (que dijo alguien), ¿quién descubrió a quién?


A estas alturas no podríamos tener el mismo encono contra los nuevos españoles, puesto que los antiguos, que dicho de paso los sacaron de las cárceles de Trujillo de Extremadura, en España. Y a aquellos individuos les dieron a escoger si viajan con el chanchero o se quedan en las mazmorras. Lógicamente se largaron con el invasor y sus dos secuaces.


Por último, lo mejor y lo primero que se debería hacer es retirar, quitar, botar todos aquellos monumentos con la figura de aquellos invasores, que no hacen más que refregarnos en la cara que nos invadieron y que fueron unos héroes en aquel año de 1,492.


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lunes, 11 de octubre de 2021

Micro-relato 9: Tres elementos: Marte, nieve, ouija


Los adelantos de la tecnología espacial están permitiendo los avances en la exploración del universo. Sin embargo, nadie hasta el momento de este post, puede afirmar de qué tamaño o hasta donde abarca el universo. Por ahora seguirá vigente la frase "infinito". No obstante, los viajes que se están realizando a Marte están muy adelantados, e incluso se dice que se ha encontrado nieve. Así como lo leen, será motivo para pensar que en el planeta rojo tendría que tener su propio Papá Noel. Además, con ayuda de los astromóviles se ha hecho más fácil la exploración de Marte. Ya sabemos que hay agua, ya sabemos que hay nieve, ahora la pregunta sería: ¿Hay marcianos? Algunos investigadores y científicos creen haber visto a estos últimos desde sus telescopios, los cuales serían más grandes que el telescopio Hubble. Y como cosa de otro mundo, unos astronautas al descender en el planeta rojo, tuvieron la descabellada idea de jugar a la ouija. Eran tres terrícolas, así que colocaron el tablero y empezaron.

    -Primero yo -expresó David como si estuviera en un casino o tragamonedas-. ¿Hay vida en este planeta?

Los otros dos lo miraron como cómplices de esa pregunta que era "de cajón". Fue entonces que el triangulito empezó a moverse y señaló la palabra "no".

    -Ahora me toca -dijo Braulio con unas ansias gigantes de lo que le responderían-. ¿Si no hay vida en este planeta, entonces qué pasó con todos?

En eso el triangulito empezó a moverse y señaló que los que estaban fueron atacados y devorados.

    -Ahora yo, ahora yo, que está interesante -señaló Bob muy ansioso y con un frenesí que corroía su cuerpo-. ¿Quién o quiénes los atacaron y tragaron?

Fue entonces que la respuesta fue inesperada. El triangulito se movió y respondió, que hace años en la Tierra el calor fue tan sofocante, que al borde de la locura un gran grupo de humanos tomaron la decisión de venirse para acá, y llevarse a todos los marcianos y se los comieron en aquel verano, donde la demanda de nosotros era muy pedida. Y yo me salvé porque me disfracé de flema, y por tanto, nadie quería pasarme.


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domingo, 10 de octubre de 2021

Nobel de Literatura 2021 fue otorgado a escritor africano



Mucha ha sido la sorpresa al quedar como ganador del Premio Nobel de Literatura 2021, el escritor tanzano Abdulrazak Gurnah, el cual para muchos es inesperado tal nominación, puesto que no recibían dicho premio escritores africanos desde hace 30 años.

 

Según informó la Academia Sueca, Gurnah fue elegido debido a dar a conocer la preocupante descripción de las consecuencias del colonialismo, informó dicha entidad este jueves.

 

Además, también fue premiado por resaltar la introducción que no concuerda en las secuelas del colonialismo y donde van a parar los refugiados en las profundidades entre culturas por nuestro mundo.

 

Gurnah vino al mundo en 1948, en Zanzíbar, isla de Tanzania, en África. Se trasladó a Inglaterra a fines de los años 60, y entre sus publicaciones destacan: “Memory of Departure”, “Pilgrims Way”, “Dottie”, “Paradise”, “Admiring Silence” o “By the Sea”.

 

Un ganador de Tanzania creo que nadie se lo esperaba; sin embargo, luego de tres décadas, la frase cae de madura: “Ya les tocaba”, o “ya era tiempo”. ¡Felicitaciones Abdulrazak Gurnah!


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sábado, 9 de octubre de 2021

Micro-relato 8: Náufrago, cuervo, arroz con leche


A miles de kilómetros mar adentro, una embarcación se había volteado y hundido. Y de toda la tripulación solo sobrevivió uno de los marinos. Yendo a parar con lo que le quedaba de fuerzas a una isla misteriosa (perdón don Verne). Y a los tres días como comprenderán, aquel joven ya no aguantaba el hambre y ni siquiera podía beber el agua, pues era salada. Por lo cual ya barajaba como tendría que alimentarse. Así que empezó a caminar por toda la isla. Sumado a esto el inclemente sol flagelaba su cuerpo. Miraba a todos sus contornos. Hasta que empezó a chequear criaturas que le darían asco a un animal (perdón don Rambo). Y escarbando en la tierra se encontró con insectos variados. No obstante, comer hormigas no aliviaría su hambre. Así que siguió buscando. Encontró orugas que en la vida habría siquiera tocado con un dedo, pero como su estómago seguía rugiendo, llegó la hora como llega todo en la vida, y empezó a comerse a esas orugas "vivas". A ese extremo había llegado, lo cual calmó su hambre voraz y pudo sobrevivir. No obstante, a unos días después vio pasar volando a un cuervo (perdón don Poe). Y en ese momento no le dio importancia, pero en realidad era como una señal del destino. Una premonición de lo que pudiera ocurrir. Y al día siguiente, llegó a la isla otra embarcación. Él la vio llegar y encallar. Y sintió alegría de ver a otros seres humanos. No obstante, al acercarse, constató que no había tripulación. Como si fuera un barco al garete, a la deriva, el cual por alguna razón pensó que era un barco de fantasmas. Y al recorrer los contornos de este barco encontró un papel, que parecía como un voucher, y a su costado una cajita que contenía según olió y verificó que era una ollita con arroz con leche. Y además, otra notita que decía: "Perdón por la tardanza de este delivery. Pero le aseguramos que ha llegado en menos de 100 años". "Gracias por su preferencia".


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viernes, 8 de octubre de 2021

Micro-relato 7: Tres elementos: Playa, Ganímedes, cenicero



Era un día soleado y en cierta playa limeña, los veraneantes se estaban entreteniendo en la orilla. Nadando y nadando, e incluso había surfers (tablistas), quienes daban todo un espectáculo a los presentes. Cuando en eso Jonás le dijo a Magdalena: -Mira, no sé qué es pero parece algo que opaca a nuestra luna Selene. Como si se habría acercado una de las tantas lunas del sistema solar.

-Bueno, yo sé algo sobre astronomía, pero estando este sol radiante, no podría analizar bien de qué se trata.

Y ese momento cruzaba cerca de ellos un comerciante, un señor que vendía, sombrillas, lentes de sol y binoculares.

-Señor, señor, usted vende binoculares por lo visto -dijo Jonás-. Manipulando uno de ellos y probándolo.

No obstante, el vendedor de binoculares les advirtió que no vieran directamente al sol, sobre todo con esos binoculares.

-Claro señor, no se preocupe -expresó Magdalena al tiempo que le pagaba al vendedor playero.

Sin embargo, estos dos jóvenes quienes estaban magnetizados por aquella visión de Ganímedes, hicieron caso omiso a las advertencias del vendedor, y se pusieron a ver por los binoculares, y aparentemente la estaban pasando de lo lindo. Cuando en eso, algo pasaba. Algo les ocurría. Y de repente se volvieron invidentes. Parecían un par de cieguitos que no distinguían ni las puntas de sus narices. Preocupados pidieron auxilio, por lo cual un salvavidas que oyó su pedido de ayuda, constató que habían perdido la visión y llamó a una ambulancia. Y esta última llegó a los veinte minutos. Entonces ambos fueron llevados a un hospital, y al día siguiente su caso se volvió mediático, e incluso salió en los periódicos titulares como:

Jóvenes pierden visión por negligencia

Bañistas se enceguecen por mirar el sol

Fenómeno astronómico afectó vista de veraneantes

Y mientras todos estaban preocupados, sobre todo las familias de ambos jóvenes. Había una persona que tenía la conciencia tranquila, e incluso estaba descansando en la misma playa. Miraba pasar las olas y echaba las cenizas de su cigarro en un viejo cenicero. Para luego, continuar con las ventas de las sombrillas, lentes oscuros y binoculares. 


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jueves, 7 de octubre de 2021

Micro-relato 6: Tres elementos: Reloj, tiburón y capa de ozono



Cierto transeúnte circulaba por cierta avenida, y de cuanto en cuanto miraba su reloj, que era muy parecido a los de arena. Ya habían pasado 40 minutos y su novia no llegaba. Empezó a preocuparse, pero más aún a molestarse. Así que decidió que si no llegaba en 30 minutos se iba sí o sí. Así que siguió relojeando la hora, que avanzaba y avanzaba. Y luego de la nada apareció un excompañero de la universidad, y para motivo de risas entre ambos, este amigo también esperaba a su novia que también se estaba demorando. No obstante, como se podrán imaginar aquella conversación era como "raspar y seguir raspando de la olla". Es decir, recordando los viejos tiempos. Aunque también cada diez minutos recordaban el motivo de encontrarse esperando. Sin embargo, como hay casualidades en la vida. La sorpresa fue que las dos parejas se habían citado para ver la película "Tiburón 5". Y para sorpresa de ambos, pasaba por esa cuadra una legión de activistas, quienes vociferaban que hay que cuidar la capa de ozono, y que todo el planeta está en peligro. A estos dos amigos les pareció importante la causa de su marcha. Y cuando todo parecía distractor de la razón que los convergía, de entre esa muchedumbre apareció la novia del primer joven. Y al verla su novio, primero cruzó por su mente del por qué se había aunado a aquella marcha. Por lo cual, alzando la voz la llamó por su nombre, y lo más curioso era que aunque estaban muy cerca. Ella permaneció inmutable como si fueran dos extraños. Esta situación fue vista por el amigo del primer joven, y también se sorprendió. Y como si fuera cosa de locos, dentro de esta marcha también estaba la novia del segundo joven, que como acto reflejo la llamó por su nombre. Y los dos jóvenes fueron testigos que la novia del segundo joven tampoco hacía caso de su llamado a voz en cuello. Así que la marcha continuaba, y los dos jóvenes estaban desesperados gritando los nombres de sus novias. Hasta que al final de toda esa muchedumbre se les acercó una ancianita, que se apoyaba con su bastón, y les dijo:

-Jovencitos, de nada vale que llamen a esas dos chicas. Puesto que una vez que son parte de aquel grupo de activistas, una parte de su memoria es borrada. Así que mejor olvídenlas.

-¿Olvidarlas? -expresaron los dos jóvenes al mismo tiempo.

-Así es, pero si quieren que los vuelvan a reconocer tendrían que volverse activistas como ellas -expresó la anciana mujer, siguiendo apoyándose en su bastón.

-Bueno, bueno, lo que sea -dijeron casi de manera sincronizada.

Fue entonces que la anciana tocó con su báculo las cabezas de ambos jóvenes. Y en ese preciso momento olvidaron a sus novias, se enrolaron en aquella marcha, y su atención se limitó a protestar contra el daño hacia la capa de ozono, pero de vez en cuando se daban tiempo de escribir un micro-relato.


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miércoles, 6 de octubre de 2021

Micro-relato 5: Tres elementos: Duende, caja de fósforos y selenita


Como era su costumbre un duende se paseaba de higuera a higuera, jugando y paseando con otros duendes. No obstante, mientras comía un higo diviso una caja de fósforos. Y en ese momento, por su mente pasaron muchas interrogantes: ¿De quién sería? ¿A quién se le habrá caído? ¿Será de un fumón? Sin embargo, para no desperdiciar la oportunidad se lo llevó a uno de sus compinches, que de vez en cuando fumaba su pipa. Y cuando este último fumaba muy quitado de la pena. De repente, como si tuviera una gran visión, divisó la luna (Selene), y lo más raro era que pudo ver a pesar de la distancia a un habitante de Selene, es decir, a un selenita. Ya imaginaba que lo que contenía en su pipa era un elemento para alucinaciones muy fuerte. No obstante, cuando le preguntaba a otro duende, le decían que ellos solo veían a Selene. Por lo cual, tomó una importante decisión. Invocó al dios de los duendes y le pidió que lo enviara a nuestro satélite natural. Fue así que de un par de aplausos ya apareció en nuestra luna. Y para su sorpresa vio que se trataba de un muñeco que se asemejaba a un humanoide. Por tanto, quedó decepcionado de este falso ser vivo. Y le pidió al dios de los duendes, que lo regresase a la Tierra. No obstante, al hacerle tal petición, para su sorpresa Grum (su deidad) le dijo que no podía regresarlo. Y el duende de la pipa al preguntarle, que por qué no podía regresarlo. Su respuesta fue insólita:

-El sindicato de seres fantásticos y dioses estamos en huelga -cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.


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lunes, 4 de octubre de 2021

Micro-relato 4: Tres elementos: Asteroide, campo de golf y cangrejos

 


Los científicos seguían estudiando los movimientos de un ingente asteroide. Uno que amenazaba con chocar contra la Tierra. Sin embargo, no lo divulgaban por medidas de seguridad planetaria. No obstante, muy lejos de ahí había mucha gente que ignoraba el problema de emergencia internacional. E incluso en un campo de golf, ni se imaginaban lo que podría ocurrir y mientras uno de esos golfistas se preparaba para darle con un palo a la bola, de repente algo pasó que hizo que esta ultima se cayera de su soporte. Al principio los golfistas que estaban al tanto del juego, pensaban que era acción del viento, pero luego notaron que en el firmamento había como una gran sombra. Y eso dejó perplejos a todos. Nadie sabía de qué se trataba. Hasta que de una supuesta nave espacial fueron cayendo y cayendo entes extraterrestres, que eran muy parecidos a los cangrejos. Tanto así que parecían cangrejoides, que empezaron a usar sus tenazas y atacar a diestra y siniestra. ¿Y qué pasó después? Que salió en los periódicos:

CANCEROIDES LLEGARON A LA TIERRA


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domingo, 3 de octubre de 2021

Micro-relato 3: Tres elementos: Trompo, paracaídas y helado de chocolate

 


-Mira cómo hago la voladita -decía uno de los palomillas del barrio.

-¡Ya llegué. Me tarde porque tenía...!

-Eso ya no interesa. Teníamos una hora fija para reunirnos a jugar. Así que estás acá como "paracaidista".

-Bueno, bueno, no es para tanto. 

-¿Que no es para tanto? Siempre te tardas y te apareces con una excusa diferente. Pareces actor... ¿no creen?

-Muy bien, muy bien. Para que no estén tan molestos. Vamos a la tienda y les invito un helado de chocolate. ¿Qué dicen, aceptan?

-Ta que tú si que sabes negociar. En el futuro serás vendedor de seguros o de juguetes.

-Suena bien, pero ahorita solo pienso en ser vendedor de relojes, excusas y helados de chocolate, jaja.


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