Érase una vez que un dinosaurio y los demás, por varias teorías desaparecieron. Muchas generaciones de científicos todavía no certifican la razón definitiva. Aquel misterio que hasta nuestros días, queda como tal. No obstante, sucesores de Einstein y Hawking, llegaron a la raíz de aquella incógnita. Cuando se había quedado por descartado, dicha razón arcana. En cierta reunión de científicos, donde se degustaba entre otras cosas, una copa de vino. Se reveló sin querer que el secreto de la desaparición de los titánicos y peligrosos antepasados de las razas animales, habrían sido las blattodeas. Es decir, que nos estamos refiriendo a las siempre recordadas cucarachas.
-¿No les parece inverosímil que unos insectos conocidos desde siempre hayan sido las causantes de la extinción de los dinosaurios? -opina uno de los colegas científicos, que estaba presente en aquella improvisada reunión.
-Pues sí colega. ¿Quién iba a pensar que una minúscula criatura como las blattodeas serían las responsables de borrar de la faz de la Tierra a dichas bestias gigantes? -replica otro de los científicos.
Y conforme iban opinando, se hacía más tangible y definitivo que fueron las cucarachas, quienes erradicaron la existencia de los terroríficos dinosaurios. Pero como si fuera cosa de ciencia ficción, pasaron el dato que a través del célebre telescopio Hubble, se había detectado que se aproximaba un gran asteroide, pero como si fuera cosa de película, también pudieron ver que dentro de dicha roca espacial venía cargada de blattodeas, pero no nos referimos a las que conocemos, sino que se trataba de cucarachas gigantescas, lo cual hizo deducir a las mentes brillantes presentes, que nuestro planeta y nuestra civilización estaba en peligro. Por tanto, para los que han visto la película "Armagedon", pues pudo haber pasado lo mismo. No obstante, no hubo la presencia de Bruce Willis, ni de sus empleados que extraían el petróleo. Por tanto, que el asteroide se acercaba cada vez más y más. Y cuando parecía que nuestro destino estaba marcado, de la nada brotaron y emergieron diversas criaturas, que como si fuesen dueños de la Tierra, dispararon con armas increíblemente futuristas, haciendo trizas a aquel asteroide, el cual, como quedó separado en miles de roquitas, muchas de ellas se desintegraron al entrar en la atmósfera. Sin embargo, como suele pasar, unas de esas roquitas entraron por el agujero de la capa de ozono, por lo cual, muchas de esas blattodeas pisaron tierra, se esparcieron y se multiplicaron. Así que los científicos, avisaron a toda la raza humana, que saquen todos sus sprays matacucarachas. No obstante, dichas blattodeas como se mencionó eran gigantes, y no morían cuando se les aplicaban los sprays. Por tanto, viendo la peligrosidad del asunto, se tomó la decisión de abandonar el planeta. Por lo que toda la Tierra se pobló de cucarachas gigantes. Y así continúa hasta que desperté hoy en la mañana.
Esgrimista
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