jueves, 23 de diciembre de 2021

El despertar de Machu Picchu (cuento)

 


-¿Qué te pasa, Montaña Vieja? ¿Por qué haces tanto alboroto? -preguntó el Huascarán, muy intrigado.

            -¿Te parece poco, Huascarán, que cada año vengan turistas y hagan detrimento en nosotros, como si fuéramos pizarras a medio tiempo?

            -Tienes razón. Toda esa gente inconsciente, debería volverse consciente, y respetar el legado de sus antepasados.

            -Tú lo has dicho. Por tanto, invocaré al Apu Kontiki Wiracocha, para permitirme que haga justicia por mi cuenta.

            -Bueno, si crees que es lo mejor, hazlo, llámalo.

            -Oh, Apu Kontiki Wiracocha, escucha mi invocación. Soy yo, Machu Picchu.

            -Dime Machu Picchu, ¿por cuál de tantas razones me has invocado?

            -Oh, majestuoso señor, como seguramente habrás notado. Mucha gente, en especial turistas, dañan y pintarrajean mis laderas. Pero lo más triste, es que muchos de esos turistas son compatriotas. Eso es lo que da más cólera.

            -Tienes razón en tu enfado. ¿Qué deseas de mí?

            -Te pido me otorgues poderes para castigar a toda esa multitud, que osa dañar lo que por todo el mundo es llamado patrimonio mundial. Permíteme hacer justicia, por favor.

            -Muy bien, muy bien. Yo también creo que es hora de darles un escarmiento. Te otorgo el poder de movilizarte. El resto ya es cosa tuya.

            -Gracias, gracias, señor.

            Y así fue, que la Montaña Vieja, más conocida como Machu Picchu, luego de milenios en estado estático, como si fuera cosa de brujería, cobró motricidad. Se movió y poco a poco se fue poniendo de pie. Ante la vista y paciencia de muchos cuzqueños. Fue la novedad, la noticia, en ese momento. Y muchos ancianos se pusieron de rodillas, alabando al gran legado mundial. No obstante, hubo otras montañas que no estaban tan de acuerdo con el castigo que tenía planeado realizar. En primer lugar, estaba el Huascarán, que ya le había hecho saber su opinión. No obstante, el Aconcagua, también le manifestó su desacuerdo.

            -Pero, che, viejo… ¿no crees que es muy radical tu decisión? ¿No crees vos, que toda esa gente rebelde es así, por una mala crianza en el hogar durante sus primeros años? ¿No te parece, che, viejo?

            -Eso que dices es cierto, pero justamente, por eso que es hora de “darles de nalgadas a esos rebeldes”. ¿Tengo o no tengo razones?

            -Bueno, bueno, en parte comparto tu opinión, pero volviendo a mi argumento. Esos pibes, requieren una sanción, algo que remueva su educación y respeto. En eso estoy de acuerdo con vos. Ve y castígalos, y dales unas buenas nalgadas de mi parte, che, viejo.

            Sin más habladuría, Machu Picchu, que, aunque parezca increíble, encontró a muchos de esos muchachos rebeldes pintarrajeando nuestras construcciones incaicas, nuestros legados sin escatimar ningún respeto, como si fuera su vacilón y acto alegre, como si fuera su recuerdo, y ante este “espectáculo”, la Montaña Vieja, entró en cólera. Primero les vociferó de manera estentórea. Sin embargo, como si fueran sordos, no hacían caso del llamado de atención de Machu Picchu. Parecían estar en estado sonámbulo, quizá por el efecto de la marihuana. Así que veían a su patrimonio mundial de pie, y en vez de temerle, sorprenderles y respetarle. Desataron unas fuertes risotadas, lo cual enfureció a la Montaña Vieja. Pisándolos “literalmente”, e incluso, en vez de gritar de dolor, seguían riéndose. Del mismo modo era la actitud de los que observaban, y que también estaban haciendo detrimento y fumando del cannabis sativa.

            -¡¿Así que les parece muy divertido, no?! -estallaba Machu Picchu en cólera-. Vamos a ver, cómo reaccionan mañana cuando vuelvan a estar sanos y unos se vean cojos, otros vean que les falta un brazo, e incluso algunos sin sus cabezas. ¡Ahí los quiero ver!

            Dicho y hecho, la Montaña Vieja, castigó a aquellos muchachos rebeldes, mutilando alguna parte de sus cuerpos, y aunque suene increíble, mientras lo hacía, ellos seguían felices y con sus interminables risotadas. Y como no podía faltar, dichos cuerpos cercenados fueron hallados por las autoridades y grabados por la prensa. Como si fuera un chisme, las mutilaciones a esos rebeldes llegó a oídos de todo Cuzco primero, y al instante, ya era tema de habladuría, no solo en Perú, sino a nivel mundial. Y como si fuera cosa de chiste, muchos otros rebeldes al enterarse de estos hechos, les pareció cómico. E incluso, entre ellos decían envalentonados: “A ver, a ver, que a mí me haga eso esa montañucha, jajaja”. Luego que pasaron la noticia por todo el planeta, Machu Picchu, creyendo que los demás rebeldes escarmentarían y respetarían los legados, en este caso de Perú, pues volvió a su lugar y se puso estático una vez más. No obstante, volvió a dar la vuelta al mundo la noticia que una vez más, se había realizado detrimentos en muchos patrimonios incaicos. Se habían pintarrajeado muchos muros y demás construcciones. Por lo que Machu Picchu, una vez más entró en cólera, y volvió a pedirle al dios Sol, que le brinde la motricidad para así poder castigar a ese otro grupo rebelde. Fue así que Apu Kontiki Wiracocha, muy enojado también, inmediatamente le brindó la facultad del movimiento.

            -¿Así que ustedes también quieren “diversión”? ¿Ya no quieren vivir? -expresaba desafiante la Montaña Vieja.

            Ante estas palabras, los nuevos rebeldes, quienes también estaban bajo los efectos de la marihuana, también les causaba gracia ver a una gigantesca mole de piedra movilizarse y hablarles.

            -Muy bien, muy bien, en vista que no entienden razones por su estado estupefaciente. Tendrán el mismo castigo que los anteriores. Así que cuando amanezca mañana y vean algunas de sus extremidades mutiladas. ¡Ahí! ¡Ahí es cuando me tocará a mi carcajearme!

            Dicho y hecho, Machu Picchu, influenciado por la cólera de aquellos rebeldes, uno a uno los cogió y mutiló algunas de sus extremidades. Y al día siguiente, la noticia también voló de punta a punta. Sin embargo, cuando se encontró una vez más con el Aconcagua, fue algo inesperado:

            -¿Qué pasa amigo? ¿Por qué estás tan enfadado? -preguntó la Montaña Vieja.

            -¿Qué por qué estoy molesto? ¿No adivinas? ¿Sabés qué fue lo último que dijo uno de los que mutilaste ayer?

            -No sé. ¿Qué fue lo que dijo?

            -¡No me mates, che, no me mates!, -eran algunos de mis pibes.


Esgrimista

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Eolo y el quinto viento (cuento)


 

Aquellos hombres, mujeres y niños, salieron disparados por doquier. Puesto que la fuerza de aquel fenómeno natural es tal, que no hay quien frene o controle su flagelante devastación. Sin embargo, al día siguiente, una vez más hizo su aparición aquel huracán, y nuevamente realizó su acto destructivo. Era como si le gustara soplar y soplar, sin siquiera tomar vuelo ni descansar. En tanto, que aquellos pobladores, viendo la única solución posible, decidieron realizarla. Es decir, invocar al dios del viento, para pedirle que controle a aquel viento que cada día devastaba sus cabañas, y todo lo remecía y expulsaba por los aires.

            -Oh, señor Eolo, dios del viento, escúchanos por favor -decía uno de los ancianos, inclinando la cabeza, como mirando al suelo.

            -¿Quién me invoca? ¿Quién osa requerir mi ayuda? -responde medio serio, Eolo, acompañado de unos círculos de viento que giraban y giraban debajo de él.

            -Dios del viento, por favor, te pedimos que controles a aquel huracán que nos “ataca” a diario. Te suplicamos, señor Eolo.

            -Muy bien, me encargaré de aquel huracán. Sin embargo, a cambio, me tendrán que cumplir tres condiciones.

            -Muy bien señor, te escuchamos -expresó el anciano, arrodillado y sosteniendo su báculo.

            -La primera misión será entregarme a cinco doncellas, y de entre ellas, elegiré la que será mi esposa. Muy bien, la segunda misión será escalar aquella montaña que ves por allá, a lo lejos, y traerme un papiro, pero que de ninguna manera deberán leer su contenido, o sino automáticamente el que lo lea quedará convertido en cristal. Y la tercera misión será, algo muy sencillo, o terriblemente imposible. Depende de quien lo mire. Lo que pido es que me traigan un trozo de la luna. Una vez que cumplan con las tres misiones, nunca más tendrán que preocuparse por los huracanes ni de ningún fenómeno natural.

            -Muy bien señor Eolo. Cumpliremos sus tres peticiones.

            Y una vez que se dijo estas misiones, el dios del viento, tal como apareció con círculos de viento girando debajo de él, desapareció. Así que los ancianos y jóvenes de aquella comunidad se reunieron para sopesar el cumplimiento de las tres peticiones. Y luego de mucho cuchicheo y habladuría, eligieron en medio del llanto e infinitas lágrimas, las que serían, las cinco doncellas, que como recordamos, el dios Eolo de entre ellas elegiría cuál sería su esposa. Una vez que ya estaban reunidas las cinco vírgenes, se procedió a cumplir el segundo deseo de Eolo. Es decir, traer un papiro que habrían de encontrarlo en aquella montaña que les señaló el dios del viento. Fue así, que tres jóvenes se ofrecieron de voluntarios, para escalar aquella montaña. Entonces fueron subiendo cada vez más y más alto, hasta que ya estuvieron por la mitad, pero inesperadamente, uno de ellos resbaló y se precipitó a tierra, muriendo en el acto. Esto fue visto por los otros dos escaladores, y obvio, por todos los que estaban teniendo su mirada fija en los que estaban escalando la montaña. Ya faltaba muy poco, ya casi podían saborear el triunfo. Así que llegaron a la cima, pero inesperadamente uno de ellos sufrió un ataque cardiaco, y ante la impotencia de su compañero, perdió la vida. Quizá por el excesivo esfuerzo que había realizado. Quedó el tercero y último. Teniendo y cargado de valor y buena voluntad, observó que había una especie de cueva. Se las ingenió para improvisar una antorcha, y empezó a ingresar e introducirse cada vez más y más adentro. Miraba a todos lados, alumbrando con su antorcha, pero solo veía rocas y más rocas. Empezaba a desanimarse, hasta que encontró al susodicho papiro. En ese momento recordó la indicación que les había dicho el dios del viento. Así que tomó el papiro que estaba enrollado como casi todos los papiros, pero no pudo dejar de observar un lazo, en el que estaba escrito una frase, que decía: “Al portador de este mensaje se le otorgará…”. Y justo cuando iba a enterarse de la fortuna que le esperaba, el lazo no dejaba terminar de leer. Por lo cual, temeroso de lo que podía pasarle. Se llenó de voluntad y se dispuso a caminar hacia el exterior de la cueva. Ya estaba afuera, invadido por la luz del día. Se sentía triunfador, pero de repente, lo carcomió aquel final del mensaje que estaba escrito en aquel lazo. Y sin poder detenerse, desató el lazo y antes que pudiera terminar de leer, una luz brotó de aquel pergamino, quedando convertido en cristal. Y para remate, por la fuerza de los vientos, su cuerpo de cristal fue empujado hacia el abismo. Los que estaban esperando en la parte de abajo, observaban horrorizados cómo un cuerpo caía. Parecía caer en cámara lenta. Metro tras metro, centímetro tras centímetro. Hasta que al fin tocó tierra y se hizo añicos al instante. Todos los presentes estaban horrorizados. Ya que antes habían visto caer al primer escalador, y que falleció. Y al observar a aquellos cristales, vieron también al papiro. Y como si fuera un “efecto dominó” de chisme. Conforme fueron leyendo, iban cayendo a tierra los que desafiaban las órdenes de Eolo. Terminando por dar muerte a todos o a casi todos. Para esto, el dios del viento ya estaba al tanto de la desgracia. Así que tomó por esposa a la única que quedó en pie, es decir, la única que evitó leer aquel pergamino. Lamentó, Eolo la desgracia de toda aquella comunidad. No obstante, evaluó los hechos, y casi como pensando en voz alta o dirigiendo su palabra a la doncella que quedó en pie.

            -Bueno, bueno, parece que los tres valientes que se lanzaron a cumplir mis peticiones han fracasado. Por tanto, mi huracán seguirá libre, como perro en su casa.

            Y ya cuando se disponía a desaparecer con su flamante esposa, ella le preguntó si hubiera existido la posibilidad, que alguno de ellos lograse traer una roca de la luna. Él la contempló serio por unos segundos, pero luego se esbozó en su rostro una sonrisa.

            -Mira querida…estamos en un tiempo anacrónico, y, además, te cuento que recién el ser humano logrará pisar la luna en el año 1969. Sí, en aquel año será. Dicho viajero espacial será recordado por las infinitas generaciones. Me parece recordar su nombre. Sí, ya recuerdo…será un tal Neil Armstrong.

Finalmente, pasaron los años y una nueva comunidad se formó. Y una vez más, el huracán se hacía presente casi a diario, por lo que los ancianos y demás jóvenes, invocaron a Eolo, y expresándole sus desdichas.

-Oh, señor Eolo, dios del viento, invocamos tu presencia -pronunció uno de los ancianos con mucho respeto y con cierta esperanza.

-Ya me temía que llegaría este día. Y como la realidad parece ser cíclica, yo mismo ordenaré a mis huracanes que devasten y den muerte a toda vuestra comunidad y demás comunidades.

-Pero señor, ¿quiere decir que la raza humana se extinguirá para siempre?

-No, no será para siempre…será hasta 1969.



Esgrimista

martes, 21 de diciembre de 2021

Los universos paralelos (cuento)

 


Suena alucinante pensarlo, pero quién sabe si alternamente, existiesen otras realidades, que estarían aconteciendo en este preciso momento. Hechos que ignoramos, pero, que, con tanta creatividad cinematográfica, nuestra mente pareciera que urge de aquellas vivencias, que no son otra cosa que poner en el planeta, que a propósito podría seguir afirmándose que es plano. Además, que otras realidades paralelas, podrían estar experimentando que la invención de la escritura se habría creado de manera distinta. Sin embargo, no solo en la Tierra habrían acontecido peripecias, sino que en las alturas los ángeles y demonios están resolviendo sus diferencias, de tal manera que en el cielo y el infierno están echando chispas. Por otro lado, en los anaquélicos terrenos, nuestros libros -muchos de ellos, que ya están muy maltratados-, pero que para eso ya Ricardo Palma “El bibliotecario mendigo”, en vano se habría esforzado, puesto que cómo iba a imaginarse que pasados muchos años surgirían las nuevas tecnologías como las computadoras, el Internet, los celulares y demás modernidades, que procesan e imprimen cada vez más y más libros cada año. Además, continuando con nuestro vistazo hacia los otros universos paralelos, veamos en la conocidísima novela de Vargas Llosa, “La ciudad y los perros”, donde el Esclavo se trompea con el Jaguar, y a vista y paciencia de sus compañeros, se ganó el respeto e incluso el temor de los demás cadetes. Luego, pasando a otros puntos, los Mayas tuvieron la razón, y el mundo se acabó en el 2012 (en aquel universo paralelo). Ya no estaría ni yo escribiendo ni ustedes leyendo. Por suerte, se equivocaron, pero, sin embargo, queda la gran incógnita, que es la madre de las incógnitas. Prosiguiendo con nuestro periscopio, Perú ganó en el reciente y finiquitado mundial Rusia 2018. Y como era de esperarse, todo el país brincó en un pie, y además que todos están con una sonrisa de oreja a oreja. Y tomando cerveza hasta el fin de los tiempos. Otro de los logros, en uno de los universos paralelos, es que la astronomía y tecnología han avanzado tanto, que se ha empezado con los viajes turísticos en el sistema solar (para empezar). Además, aunque suene imposible, ahora algo aún más ambicioso…la vida eterna. A simple vista un sueño existencial y temor a la dama de la guadaña, pero, conforme pasó el tiempo, se desató una terrible explosión demográfica, y se tuvo que iniciar los viajes espaciales y las migraciones a otros planetas. Volviendo al terreno literario, en la perínclita novela del Gabo “Cien años de soledad”, Úrsula Iguarán, quien como no estuvo presente por partir a la eternidad muy joven, se aparearon entre familiares, y el desenlace culminó con la eclosión de engendros con colas de cerdo. Siguiendo con la exploración visionaria, nuestro nivel de creatividad es tal, que Perú obtuvo cinco Premios Nobel de Literatura, y que antes de dejar estas tierras, el Gabo y Mario se dieron un fraternal y sincero abrazo. Un abrazo, que pareció que duraba décadas. Al parecer el vistazo, nos hace alucinar, y solo imagínenlo: “Habrían presentaciones de libros en los estadios”… ¡Qué tal! ¿Podría ser? Y por supuesto que serían acompañados con conciertos de rock. La humareda literaria nos hace viajar hacia una realidad, cuasi imposible. Algo que no esperaría nadie. Que las aventuras de las novelas de Julio Verne, se hicieran realidad, y que todo el que quisiese podría acompañar aquellos viajes de aventuras, en las que además podrían dialogar con el autor de las conocidísimas: “Viaje al centro de la Tierra”, “De la Tierra a la luna”, “20 mil leguas de viaje submarino”, y muchas más. Pareciera que estaríamos viajando a mundos alternos, donde lo absurdo y lo imposible no existen. Echando un vistazo ahora que el joven Harry, sí, el niño mago…Harry Potter, quien luego de tantas aventuras con otros compañeros y amigos de la infancia, pasarían los años y culminaría la historia, casándose con su compañera y amiga, Hermione Granger, quien siempre fue descrita por su creadora como la presumida “sabelotodo”. Volviendo al Perú, pero más exactamente en el tiempo de la invasión española. Dos contendientes están lidiando una “batalla intelectual”, que serían Atahualpa y el chanchero de Pizarro, y cuya contienda sería nada más que un simple, pero peliagudo juego de ajedrez. No obstante, a Atahualpa le enseñaron cinco jugadas, y su maestro quiso enseñarle más estratagemas, pero él lo detuvo y le dijo que con lo que le había enseñado bastaba y sobraba. Cruzando el charco otra vez, Homero, el cuentista mil veces nombrado y cien mil veces leído, no habría inventado “La Iliada” y “La Odisea”. A primera vista, puede ser que las famosísimas historias sobre héroes y dioses, se habrían perdido en el pasar de los tiempos. No obstante, gracias a la invención de la escritura y de los libros, han pasado muchísimos años y seguimos encandilados con todas aquellas aventuras que nos emocionan y que han sido ingredientes para adaptar las historias, a los terrenos del teatro, de la televisión, del cine, e incluso en los títeres y marionetas. Libros y libros se siguen creando, y por algunos motivos nos preguntamos sobre supuestas ucronías que se nos vienen a la mente; como por ejemplo, ¿qué hubiera pasado si el loco no hubiera sido Don Quijote, sino su creador Miguel de Cervantes?, ¿cómo la habría escrito? Y hablando de ucronías, -volviendo al Perú-, Vargas Llosa ganó las elecciones de 1990, con su partido Fredemo, -que, dicho sea de paso- muchos, pero muchos, se alegraron y hasta la actualidad estrellan sus jarros de cerveza, sin que puedan detenerse. Y quizá más de uno, habrá de recordar, la popular frase de Zavalita, que como recordamos fue uno de los personajes de la célebre obra de Vargas Llosa, “Conversación en la catedral”, en que, en una de sus páginas, dicho personaje se pregunta: “¿En qué momento se jodió el Perú?”. Obviamente que en aquella realidad alterna no cabría el motivo ni la razón. Soslayando otros terrenos de la literatura clásica, en aquella novela de Shakespeare, quedan los dos: Julieta y Romeo, felices y comiendo perdices. Una vez más, volvemos al Perú, en que Anselmo, con aquella casa verde, tuvo tal éxito que se hubo dado apertura a otras sucursales, y no solo en Piura, sino en todo el Perú. Del mismo modo, dando un salto hacia la Amazonía, donde se desarrolla sin remilgo, el “desfogue biológico”, cuya responsabilidad recae en Pantaleón Pantoja, el cual “surte” de visitadoras a los soldados, quienes la pasaban de lo lindo, hasta que fueron tales los resultados que se extendió el “proyecto de desfogue” en otras regiones, en otros departamentos y la vida se volvió una locura, donde hubo desenfreno sexual. No obstante, nos alejamos por un momento de la literatura y entramos en la historia. Una historia en la época en que San Martin soñaba tranquilamente, pero que en cambio de lo que conocemos, en el universo paralelo, él soñó con unos piratas, por lo cual, despertó violentamente y no tuvo mejor idea que proponer que la bandera tuviera aquellas características, es decir, que sería una bandera -no necesariamente negra-, pero que tendría el dibujo de un cráneo con dos huesos cruzados. Luego, llegando ya a las postrimerías de esta observación, se crearon canales de televisión literarios, y por ende series, películas, y demás proyecciones con la temática literaria. Y, por si fuera poco, hay bancos de libros, con sus acostumbradas colas, pero que con el gusto por la lectura y la cultura en general, aquellos minutos les parecían segundos a todos aquellos que esperaban, como quien espera el turno para entrar al baño, y lo hacían sin el menor remilgo. En tales bancos de libros se hacen retiros y depósitos, aunque suene extremadamente alucinante. Y, por último, dando una rápida mirada a mi realidad en aquel mundo alterno, no habría sido escritor, sino más bien, especializado en la salud mental. Pero… ¿médico o paciente?


Esgrimista

 

viernes, 17 de diciembre de 2021

La última profecía de Nostradamus (cuento)


Las extremidades empezaban a ceder, con tan inhumano castigo. Y, por si fuera poco, recibió una lluvia de azotes. De esos que dejan huella. Esa era una de las formas de punición de la temible Santa Inquisición. Esta vez era el turno de Nostradamus, quien, a pesar, que ya peinaba canas, no se salvaba del dantesco sufrimiento que las autoridades religiosas, les imponían a toda clase de seres humanos, los cuales eran calificados como en contra de las “leyes divinas”. Y mientras sus huesos crujían -literalmente-, le vino a la mente pasajes de su vida. Reminiscencias de las décadas pasadas. Aquellos tiempos en que gozaba del respeto de las autoridades, debido a sus “artes” como pitonizo y médico naturista.

            -¡Jalen más! ¡Más duro…hasta desmembrarlo! -decía uno de aquellos religiosos, quien supuestamente ejercía el mando por órdenes de los reyes católicos.

            El pobre anciano, cuyo verdadero nombre era Michel Nostredame, estaba ya casi muriendo en vida. No obstante, sus biógrafos en la actualidad dan fe de muchas predicciones que realizó y que se siguen cumpliendo. No obstante, Nostradamus no escribía como para todos, sino que lo hacía de una manera muy peculiar. Utilizando cuartetas y cada línea, en la mayoría de los casos tenía una tendencia oscurantista. Por tal, que las clases altas le tenían mayor estima. No siendo el caso para la plebe, los que no entendían debido a su iletrada condición. Han pasado casi cinco siglos, y sus predicciones siguen dejando absortos a toda la humanidad. Por ejemplo, se cumplió sobre las acciones bélicas de Adolfo Hitler, el ataque a las torres gemelas (2001), también las maniobras injerentes de los mandatarios estadounidenses, tal como Donald Trump, el cual, al igual que sus antecesores, siempre “mueve sus fichas” para tener el control y salir beneficiado. Otra de sus predicciones a cumplirse será la tan voceada Tercera Guerra Mundial. Que se iniciará con un fuerte ataque beligerante a Francia. A partir de ahí, si aquello se concreta y toma fuerza. Lo siguiente sería una invasión de árabes y musulmanes, que agravarán la detonación de esta inevitable destrucción del planeta. A estas alturas, de producirse un ataque nuclear, sería tanto el poder que desataría, que incluso serían afectados no solo Selene, sino que sus planetas vecinos más próximos.

            -¡Clemencia, por favor…clemencia! -ruega Nostradamus a los de la Santa Inquisición, quienes con abundante sadismo, ven y oyen crujir los huesos del inculpado.

            Fueron mucho más sus vaticinios, y hasta el día de hoy se fueron cumpliendo. Por ejemplo, se inventaron las curas para muchas enfermedades, también se logró la comunicación con los animales, e incluso la esperanza de vida se “estiraría” hasta los 200 años. Y mientras continuaban haciendo crujir al adivino entre adivinos, les propuso que, si lo dejaban libre, les revelaría tres predicciones. Ante tal ofrecimiento, pero, con un escepticismo tan bárbaro, que casi a risotadas aceptaron la proposición. Dicho y hecho, lo libraron de aquel aparato que lo tenían amarrado.

            -Muy bien, señores, prepárense. Lo que les voy a revelar no lo sabe nadie en el planeta -exclamaba muy serio el adivino entre adivinos-. Cuando yo desaloje esta edificación, uno de ustedes sufrirá un ataque cardiaco. Pero ahí no acaba la cosa. Otro de ustedes descubrirá una infidelidad, y, por último, a pesar de las leyes de la vida y la muerte, yo viviré eternamente.

            Todo aquello les pareció risible a los de la Santa Inquisición. No obstante, dejaron libre a Nostradamus. Y cuando ya se les había pasado la risa enfermiza, una enorme rata brincó desde el techo y cayó en la cara de uno de aquellos de la Inquisición, y fue tanto el susto y el asco, que inmediatamente su corazón se detuvo y comprobaron su muerte súbita. Aquella desgracia les borró la sonrisa, y cuando todos se retiraron a sus casas. Otro de ellos, se dio con la sorpresa de encontrar fornicando a su esposa con el hijo del panadero. Tal escena le provocó una fuerte reacción violenta, motivándolo a sacar su arma y descargando su ira, con sendos balazos. Y se dice que fue tal su coraje, y sabiendo que dicho asesinato le costaría al menos 30 años en las mazmorras. Que, en un ataque de desenfreno, tomó su arma, y abriendo su boca, se disparó un pistoletazo. Muriendo en el acto. Cuando tales hechos se propalaron, la Santa Inquisición le empezó a temer al pitonizo entre pitonizos. No obstante, lo dejaron libre, pero le advirtieron, que, si volvía a causar problemas, volverían a apresarlo y castigarlo. Aunque sus muertes dependieran de eso. Han pasado más de 500 años, y Michel Notredame, sigue escribiendo y prediciendo el futuro.

            -Así que ten cuidado amigo, que en este preciso momento podría estar vaticinando tu muerte y la de toda tu simiente. Y aunque en una oportunidad predije el fin del mundo en el año 3,797. Tal vez podría equivocarme. Ya sea que sigamos aquí por millones de millones de millones de años, pero también podría ser mañana mismo. Ya que soy adivino,…pero no Dios -finalizó su colofón, el zahorí francés.

Esgrimista

miércoles, 15 de diciembre de 2021

¿Qué recordamos de los "cuetones" y demás fuegos artificiales?


Teletransportándome hasta hace 30 años, me vienen recuerdos de los cuetes, cuetecillos y cuetones. Y obviamente los estoy nombrando tal como los conocimos. Era la alegría, e incluso desde noviembre, ya nos "divertíamos" haciendo explosionar a diestra y siniestra.


Eran tiempos en que no mediamos el peligro. Eran tiempos en que las consecuencias no estaban mediatizadas, es decir, que no había tanta fiscalización por parte de la policía o la prensa.


Los que ya pisamos la base 4 hacia arriba, de seguro que se habrán "divertido", con todo ese escándalo, que dicho sea de paso, los que más sufren son las mascotas, puesto que como sus oídos son muy agudos, ya imaginamos que en esos momentos, sufren mucho y no saben qué hacer para no escuchar.


No obstante, echarle la culpa a los chinos por haber inventado la pólvora, no es lo mismo que inventar la dinamita por parte de Alfred Nobel. Que dicho sea de paso, año a año, como gotas de agua, se va mermando su gran culpa, por dicha invención.


Por último, no hay cosa más distractiva que abrir las cortinas para ver todo ese espectáculo (fuegos artificiales); toda esa mezcla de colores. No hay nada comparable. Quizá, tan solo el avistamiento de una nave espacial (OVNI).


Esgrimista

martes, 14 de diciembre de 2021

Editorial: Luego de muchas lunas


Estimados lectores, ha pasado tiempo desde aquellos días en que publicaba por este medio. Es verdad que cuando uno tiene la costumbre de escribir todos los días a determinada hora. Llega el tiempo en que si se deja de hacerlo, tu mismo cuerpo y mente te reclama.


Ya estamos a puertas de las celebraciones de fin de año. Por tanto, podríamos darnos un último esfuerzo (para los que pueden), pero sobre todo los que tienen un compromiso literario.


De seguro, que muchos de nosotros, ya estamos visionando como por "periscopio", participar en algún concurso literario. A todos ellos, que tengan suerte, pero si no ganamos, igual no nos sentamos mal. Puesto que nos queda la obra, la cual, dentro de las posibilidades de cada uno, podría publicarla.


Les extiendo un fuerte abrazo. Mis mejores deseos y no dejemos la lectura y la escritura. Sobre todo para los que dedicamos un tiempo para realizar dichas actividades.


¡Feliz Natividad 2021!


Esgrimista