Otra de las películas recordadas fue "La historia sin fin", donde el niño Bastián a medida que iba leyendo un interesante libro, parecía que lo que leía estaba ocurriendo, y fue ahí en aquella historia que salió a relucir el joven guerrero Atreyu, el cual se enfrentó contra muchos enemigos con el propósito de salvar a Fantasía. Al final se salva de la nada y el pequeño lector termina siendo premiado con múltiples deseos montado en el recordado dragón blanco Falkor.
Estas dos películas nos han marcado como escritores de fantasía y ciencia ficción. Han pasado muchos años, pero todavía quedan en la memoria los dos films. En aquellos años 80, donde gracias a aquellas películas, sin nosotros saberlo aún, se empezaba a calar una pasión con respecto a nuestra especialidad como escritores de estos géneros.
Esgrimista
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