Es clásico que cada 8 de diciembre se celebre el Día de la Inmaculada Concepción; día en que muchos niños, previa preparación, reciben su primera comunión. Acto que da apertura a participar en la eucaristía.
Sin embargo, en esta fecha también se festeja el Día del Locutor(a). Un reconocimiento a las personas que laboran utilizando la voz. Y como se sabe, este oficio requiere un constante entrenamiento. Ya sea ejerciendo o practicando.
Por tal, estos dos acontecimientos ameritan que dediquemos este día para reflexionar, y estar conscientes de la importancia de ambos.
Esgrimista
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