De un tiempo a esta parte, eran
muchos los que realizaban un trabajo artístico en las paredes de alguna casona,
pero también había de los vándalos, de esos que pintan un garabato o escriben
una grosería, o apología a su equipo de futbol favorito. Pues bien, créanlo o
no, esos tiempos pasaron, ya que el alcalde Castañeda está haciendo pintar todo
ese legado artístico con pintura amarilla. ¿Será eso apología a su partido?
Los grafitis no son algo de
ahora. Desde hace mucho tiempo, sobre todo jóvenes con talento para la pintura
artística, e incluso con aerosoles, adornaban los murales con algún dibujo que
orlaba el espacio de las paredes. Sin embargo, ahora se están borrando todo ese
trabajo artístico y no es justo solo porque al alcalde no le gusta el arte.
Ahora bien, cuando hablo de murales
no me estoy refiriendo a nuestro patrimonio nacional y mucho menos de la
humanidad. Eso sí debe quedar intacto, inmaculado. Yo me refiero a las paredes
que con el consentimiento del dueño del inmueble es factible hacerle una obra
artística.
Así que señor Castañeda, no sea
tan egoísta y déjenos apreciar el verdadero arte del grafiti. Ya que es parte
de la cultura urbana y que ayuda en el campo monetario a tantos jóvenes que se
ganan la vida pintando y pintando. Promovamos el arte y sancionemos el
vandalismo.
Juan Mujica
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