Como recordamos los que somos
base 4 hacia arriba, desde los tiempos escolares nuestra caligrafía, que es el
arte de escribir bello, era muy necesaria. De seguro que ya les estoy “moviendo
el cerebro”, y de seguro estarán haciendo remembranza de aquellas épocas, en
que incluso había una competencia sobre quién tenía la mejor letra.
No obstante, ahora con las nuevas
tecnologías. Ya casi no escribimos en el clásico papel. Tan solo nos sirve para
apuntar direcciones, números telefónicos, códigos, etc. Es decir, que se está
volviendo obsoleto su uso. Tanto así, que recuerdo una vez hace muchos años, en
que estaba en una cabina pública. Y necesitaba escribir un dato, pero no
encontraba donde hacerlo. Y luego de mucho pensar, cavilar y cranear. Que la
solución vino a mí: “Escribir en la mano”. Algo tan simple y cotidiano que era
en los tiempos del colegio, pero que con la globalización digital, se hubo
mermado.
Por otro lado, la grafología, que
es una técnica para analizar nuestro perfil psicológico. Es muy utilizada, a
veces sin que lo sepamos. Sobre todo en aquellos formularios, en que nos hacen
escribir y hacer dibujitos. Para nosotros, para muchos de nosotros, hacer tal o
cual requisito es un esfuerzo mayúsculo. Puesto que incluso, en nuestra firma,
aquellos psicólogos y grafólogos, detectan cómo somos, cómo nos comportamos,
qué tan sociables somos, cómo somos en el trabajo en equipo, en fin, toda una
radiografía de nosotros.
Juan Mujica
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