Grande está siendo la expectativa
de la novela “Un mundo para Julius”, hilvanada por el escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, y que se está
preparando para que llegue a las salas de cine. Dicha proeza está siendo “cocinada”
por la cineasta Rossana Diaz Costa,
quien revela que cuando leyó por primera vez aquella novela, a partir de allí,
se daría cuenta con el tiempo, sobre el reflejo que sus lectores encuentran en
la obra.
Sin embargo, a pesar que la idea del
film es muy buena, siempre, como en muchos proyectos, el factor capital es la “piedra
en el zapato”, por lo menos en nuestro contexto.
De otro lado, Un mundo para Julius, para los que lo
hemos leído, nos pone en bandeja la situación socio-económica, que les toca
adquirir, pero que durante la infancia aquella brecha es casi invisible, pero
conforme vamos creciendo, vamos siendo intoxicados por las posiciones (valga la
redundancia) socio-económicas.
Tales situaciones, Bryce, “esculpe o brochea”, a su propio
estilo y nos transmite los escalafones que van apareciendo y que la misma
sociedad nos impone. Y aquellos personajes con que interactúa, podrían ser fácilmente
humanizados dentro del contexto de nuestro país. Por tanto, Rossana Diaz Costa, tiene entre manos una
gran misión y un laudable objetivo. Por tanto, que una vez que se logre plasmar
la película, será (como estaba siendo), una gran puerta para que las empresas
apuesten por proyectos tan ambiciosos e interesantes, y que forjan y espolean
las obras literarias para llevarlas a la pantalla grande.
Juan Mujica
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