jueves, 5 de abril de 2018

ZMM: Pantalla en blanco vs. Inspiración


Mucha gente cree que para escribir tiene que encendérsele la cabeza, para darse cuenta que tiene una idea y que está llegando hacia ellos la tan esperada “inspiración”. Pensamiento que no comparto. Por lo menos no en cierta medida. He cierto que todos quisiéramos que cuando estamos sentados frente a nuestro ordenador “brinquen las ideas”. Y tal vez en algunas ocasiones resulta. Sin embargo, al igual que como estoy en este momento dedicándoles unas líneas, no fue que tuve la inspiración, pero al menos tuve la idea sobre qué escribir.

Es en vano que esperemos que la llamada “inspiración” nos toque el hombro y oigamos su voz diciéndonos: “Ya llegué…sorry…hubo mucho tráfico”. Según mi experiencia, luego que tengamos la idea, es incluso hasta antes que esta llegue a nuestra mente, nada tendría lugar si primero no tenemos “la voluntad”. Ese es nuestro combustible. Sin voluntad de nada sirve tener la última novedad en computadoras del planeta. Sin este elemento, nada se creará por sí solo o esperando una telekinesis.

Una vez que tenemos la idea, otro de los pasos es sobre qué escribir. Y este paso es muy importante, ya que no es lo mismo escribir un cuento, un poema o una novela. Para este trío en especial, para los que no lo sepan, es indispensable aprender las técnicas. Sé que suena tedioso o hasta oneroso, pero a la larga nos daremos cuenta que valió la pena el tiempo y la inversión.

Por tal que lo último que puedo recomendarles, en esta primera transmisión de consejos, es que primero se capaciten en redacción. Aunque suene que “ni que fuéramos secretarios”. Me tomo la libertad de recomendar que lleven ese curso, para poder escribir de manera más óptima e incluso respetando las últimas reglas de la RAE (Real Academia Española). Un gusto que hayan leído estas líneas, y mis mejores deseos en sus próximos proyectos. ¡Suerte, futuros escritores!
        
Juan Mujica

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