Juan Mujica
En
medio de la noche,
los
párpados traicionan,
esto
no es soroche,
ni
duendes que ovacionan.
Morfeo
en su transporte,
reclama
tu presencia,
perdiendo
el pasaporte,
te
quita somnolencia.
La
luna testifica,
el
trámite onírico,
mas
no se mortifica,
por
esfuerzo empírico.
Miles
de durmientes,
gozan
arropados,
algunos
sin dientes,
y
otros dopados.
Si
hay pesadillas,
son
muy pasajeras,
sueñas
con pandillas,
y
estás con ojeras.
Repetidas
vueltas,
en
el mismo lugar,
las
ovejas sueltas,
no
quieren jugar.
En
plena oscuridad,
la
vida es inerte,
no
hay sonoridad,
ni
nada que alerte.
Ya
por aburrimiento,
alcanzas
la modorra,
y
tal sufrimiento,
de
día se borra.
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