Además, el Salón de los espejos, donde siempre nos reíamos por tales ilusiones ópticas. También los Dinosaurios, los cuales nos asombraban. Y por supuesto, siempre lo que fue su gancho fueron los múltiples conciertos, donde ya sabemos el desenlace entre dos cantantes extranjeros y los bomberos.
Sin embargo, también nos divertíamos (ya con más edad), en la discoteca, donde si no mal recuerdo, había varios compartimientos, en los cuales tenían diferente clases de música; además que había como un disco giratorio, donde bailábamos y a la vez rotábamos. No obstante, hoy en día solo están aquellas dos empresas, que jamás tendrán el magnetismo de aquella feria. Y solo queda en nuestra memoria, el susurro en nuestros oídos que nos dice: "Te llama la llama".
Esgrimista
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