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jueves, 29 de septiembre de 2022

Tres elementos: llantas, pisco sour y estatua de la Libertad

 


Siendo todavía joven me dieron ganas de viajar a un punto alejado de la ciudad. No obstante, mi motocicleta empezó a fallar. Hace unos días también había notado un desperfecto, pero hoy si sucumbió y se rompieron ambas llantas. Fue entonces que entré a un restaurante y como tenía sed y cólera, lo primero que se me ocurrió fue pedir una jarra de pisco sour. Y sin más miramientos, degusté, caté y absorbí todo aquel líquido elemento. No pasaron más de media hora, y empecé a experimentar los primeros síntomas de un hombre muy ebrio. En tal estado empecé a alucinar imágenes discordantes con la realidad. Frente a mi vista cruzó el D´Lorean de "Volver al futuro", también pude ver a E.T., y en esos momentos las imágenes no cesaban, hasta que se acabó la jarra y le pedí, casi balbuceando al mozo:

-Oe, compare... tráeme más pisco sour.

-Ya se acabó señor. Ud. se tomó la última jarra.

-¿La última?... pucha, ¿y ahora qué hago, adónde consigo más trago?

En eso contemplé algunos cuadros que adornaban la taberna. Y uno de ellos me gustó mucho. Así que me dije, seguro que allá habrá más trago.

-Chao, Ladislao, y chao colegas borrachos.

Abrí la puerta de salida y para mi mala suerte apareció. Un automóvil muy fino que me dio una buena embestida. Quedándome tirado en la pista y solo recuerdo que, en la punta delantera de aquel fino automóvil, había una réplica en miniatura de la estatua de la Libertad. Así que me dije:

-Si Mahoma no va a la montaña... la montaña vino a Mahoma... hic, hic, hic...


Esgrimista

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Micro-Relato 1: Tres elementos: llantas, pisco sour y estatua de la Libertad


Siendo todavía joven me dieron ganas de viajar a un punto alejado de la ciudad. No obstante, mi motocicleta empezó a fallar. Hace unos días también había notado un desperfecto, pero hoy si sucumbió y se rompieron ambas llantas. Fue entonces que entré a un restaurante y como tenía sed y cólera, lo primero que se me ocurrió fue pedir una jarra de pisco sour. Y sin más miramientos, degusté, caté y absorbí todo aquel líquido elemento. No pasaron más de media hora, y empecé a experimentar los primeros síntomas de un hombre muy ebrio. En tal estado empecé a alucinar imágenes discordantes con la realidad. Frente a mi vista cruzó el D´Lorean de "Volver al futuro", también pude ver a E.T., y en esos momentos las imágenes no cesaban, hasta que se acabó la jarra y le pedí, casi balbuceando al mozo:

-Oe, compare... tráeme más pisco sour.

-Ya se acabó señor. Ud. se tomó la última jarra.

-¿La última?... pucha, ¿y ahora qué hago, dónde consigo más trago?

En eso contemplé algunos cuadros que adornaban la taberna. Y uno de ellos me gustó mucho. Así que me dije, seguro que allá habrá más trago. 

-Chao, Ladislao, y chao colegas borrachos.

Abrí la puerta de salida y para mi mala suerte apareció. Un automóvil muy fino que me dio una buena embestida. Quedándome tirado en la pista y solo recuerdo que en la punta delantera de aquel fino automóvil, había una réplica en miniatura de la estatua de la Libertad. Así que me dije:

-Si Mahoma no va a la montaña... la montaña vino a Mahoma... hic, hic, hic... 


Esgrimista