Miriam R.
Krüger
Aún recuerdo la primera vez que leí “The Hite Report” (Shere Hite), toda una revolución para mí, pero bueno a decir verdad este libro causó un gran revuelo en los años 70.
Ahora estamos en el 2014 y aún seguimos hablando del tema, por ejemplo
en los ’90 con “The Vagina Monologues” (Eve Ensler) o recientemente con
la publicación de “Fifty Shades of Grey” (E.L James).
La educación sexual es siempre de actualidad o mejor dicho el “sexo” es
el tema tabú por excelencia y todo se vuelve un buen pretexto para hablar del
tema.
Quizás alguno de ustedes recordarán en la década de los 80 aquel
estribillo del grupo chileno Los Prisioneros “Sexo compro, sexo vendo, sexo
arriendo”, incluso muchos de ustedes en los 90 habrá bailado un sábado por
la noche la canción de Salt and Pepa que decía “Let’s talk about sex,
baby, let’s talk about you and me…”.
Tengo la impresión que desde hace muchas lunas se hace todo lo necesario
para hablar libremente, sin complejos y dar una correcta educación sexual a los
jóvenes hambrientos de sabiduría. No solo en los colegios se habla de la
sexualidad y el aparato reproductivo, ya en los años 80, en España existió el
programa de televisión “Hablemos de Sexo" y hace poco en Inglaterra se
trasmitía en la tele el programa "The Education Sexual Show", y si a
todo esto le agregamos la información vía internet, creo que no se puede decir
que estamos escasos de información al respecto.
A este punto me pregunto cómo es posible que aún se siga hablando de los
mismos temas que se hablaban en la década de los ’70, el uso del condón,
métodos anticonceptivos, embarazo, aborto, enfermedades venéreas, el codiciado
punto G, etc.
Si el mundo fuera un gran colegio yo creo que se podría decir que la
sociedad, es decir los alumnos son muy malos y siguen desaprobando el curso de
educación sexual por tal motivo se siguen repitiendo los mismos errores de
generación en generación.
Confieso que este tema me carcomía las neuronas hasta que un día tuve
una epifanía y me dije: "Tengo la solución, el problema es que solo
hacen educación sexual y no hacen educación sentimental, emocional".
En mi opinión considero que se han preocupado tanto de dar una educación
sobre la sexualidad que se han olvidado por completo de hablar sobre la gran
importancia de llegar a una cierta madurez emocional antes de iniciarse a los
placeres de la carne.
Se debería corregir esa horrible manía de decir “Hacer el
amor” cuando es exactamente eso, ”Amor” lo que no se siente, ponerse
en claro de una vez por todas que el aborto no es un método anticonceptivo, que
disfrutar de la sexualidad no es sinónimo de promiscuidad, que es inevitable la
influencia que tendrá nuestra primera experiencia en la relación que tengamos con
el sexo.
La educación sexual es importante pero debe ir de la mano de una
educación emocional.
Yo no sé lo que ustedes piensen al respecto pero yo estoy convencida que
el sexo sin amor es lo más escuálido que existe y tanto en el sexo como en el
amor debe existir el respeto porque somos seres humanos y no animales en celo.
Me irrita ver cómo se ha banalizado el sexo reduciéndolo a un acto
simplista, una cuestión de minutos, una manera de quemar grasas, una nueva
coreografía de acrobacia a cuatro piernas, un juego de adultos. Tengo la triste
impresión que la gente olvidó que sin amor y sin respeto el sexo no tiene
sentido y se convierte en una actividad puramente física y para algunos,
desgraciadamente, se vuelve una apuesta, un deporte.
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