Resulta increíble cómo dos
personas pueden haber experimentado experiencias y peripecias semejantes. Es
así que la vida del escritor peruano Mario Vargas Llosa y del escritor francés
Jean-Marie Le Clézio, además de haber recibido sendos Premios Nobel de
Literatura, también vivieron una niñez en manos de un padre severo. Además cuentan ambos que sienten predilección por la amazonía
latina y los cuentacuentos.
Por su parte, el escritor
colombiano Carlos Granés fue el encargado de moderar el evento. Y ante la
expectativa de todos fue muy admirable que ambos escritores recibieron un
premio en 1963. A Vargas Llosa le entregaron en aquella ocasión el premio “Biblioteca
Breve” por su novela “La ciudad y los perros”, mientras que a Le Clézio le
entregaron el “Renaudot” por su obra “El proceso verbal”.
Sin embargo, entre otras cosas,
los dos conocieron a sus respectivos progenitores de manera tardía. Por un lado
Vargas Llosa conoció al suyo a los 10 años, y Le Clézio al suyo a los ocho.
Además Le Clézio narró que el
encuentro con su padre fue difícil. Puesto que se encontraba en la guerra y no
podía reunirse con su familia. Sin embargo, tuvo que viajar a África para que
al fin conocer a su progenitor, quien era un hombre muy severo.
Por su parte, Vargas Llosa atravesó
sus primeros años en Bolivia, con la idea que su padre había fallecido. No
obstante, a los diez años se enteró que su padre vivía, el cual también fue
inexorable con él según cuenta don Mario.
Juan Mujica
No hay comentarios:
Publicar un comentario