No quise dejar pasar esta
oportunidad para dedicarle unas líneas a aquella familia de Springfield. Unos
personajes entrañables y pintorescos que cada vez que los vemos, nos
desternillamos de la risa. A pesar que son en ocasiones los mismos capítulos.
Muchos que están en la base 3, seguro que recordarán los primeros capítulos que
vimos allá en los 80.
Este 17 de diciembre pasado,
Los Simpsons cumplieron 25 años de creados. Sin embargo, se ha preguntado ¿por
qué son tan magnetizantes? Como si nos atrajera y que una parte de nuestro
cerebro estuviera posicionada para visualizar aquel programa de televisión.
Y es que al parecer su triunfo
en el rating se explica en el equilibrio conductual de sus personajes. Por
ejemplo: Homero es un hombre de 39 años que nunca quiso tener hijos, además no
le gusta su trabajo y en el mismo a veces se le sorprende durmiendo. Y cuando
no está en el trabajo ni en su casa, es habitual que se encuentre en la taberna
de Moe (quien es un barman sin señales de citas con mujeres y que cada año
intenta suicidarse, pero que cada ocasión falla). Allí se deleita con sus
amigotes Karl y Leny, además de Barney, quien aparentemente tenía un futuro
brillante, pero que por culpa de Homero se volvió un borracho dipsómano al
garete.
Con tales antecedentes parece
inexplicable que su esposa Marge lo hubiera aceptado como esposo. Ella a
diferencia de Homero es una ama de casa muy hacendosa y preocupada por su
familia. A veces en extremo. En ocasiones le hace caso al diablito que le habla
por una de sus orejas y comete locuras. Además tiene que soportar a sus
hermanas Paty y Zelma, quienes no dejan de sugerirle que deje a su esposo. Una
de ellas es lesbiana y le disgusta cuando a la otra le liga una cita o relación con
algún varón.
Otro de los personajes es Lisa.
Toda una gama de conocimientos en un cerebro de 8 años. Ella en varios
capítulos se muestra como una activista, ecologista, vegetariana, en fin,
detalles de su idiosincrasia que no comprenden los demás. Incluso se volvió
budista, y en ocasiones Marge hace lo imposible para que sean de la fe de la familia.
Su mayor molestia es ser cortejada por Milk House, quien es amigo de su hermano
Bartolomeo.
Y hablando de Bart, pues si hay que tener mano dura para canalizar su personalidad que cada vez más se va al declive. Él es el travieso de la serie. “El diablo en persona”. No le gusta la escuela y suele pasearse con su skate o disparándole a alguien con su honda. Es la “piedra en el zapato” del director de su escuela, Skinner, y también de Moe, a quien llama a su taberna preguntando sobre algún personaje, que al nombrarlo en público es un juego de palabras que lo pone en ridículo en presencia de los borrachines. Sin embargo, Bart también tiene sus monstruos. Máxime Nelson, quien es un bravucón que le quita su dinero del almuerzo, pero que además también lo hace con niños intelectuales.
Y hablando de Bart, pues si hay que tener mano dura para canalizar su personalidad que cada vez más se va al declive. Él es el travieso de la serie. “El diablo en persona”. No le gusta la escuela y suele pasearse con su skate o disparándole a alguien con su honda. Es la “piedra en el zapato” del director de su escuela, Skinner, y también de Moe, a quien llama a su taberna preguntando sobre algún personaje, que al nombrarlo en público es un juego de palabras que lo pone en ridículo en presencia de los borrachines. Sin embargo, Bart también tiene sus monstruos. Máxime Nelson, quien es un bravucón que le quita su dinero del almuerzo, pero que además también lo hace con niños intelectuales.
Por último y no menos
importante está Maggi. La Simpson que hace 25 años no escuchamos su voz, ya que
es la eterna bebé, quien a pesar que a veces la serie se ha trasladado al
futuro, nunca se le escucha hablar. Quizá solo dos veces he escuchado su voz.
Una vez cuando Homero se despide de ella al lado de su cuna, y le dice “Papi”,
pero él ya se había ido. Y la siguiente vez fue cuando le pusieron una voz
siniestra. Su objeto favorito es su chupón, el cual no abandona para nada. Y en
algunos capítulos ha salvado a Homero o a algún miembro de la familia. Como
aquella vez que le disparó al Sr Burns, quien es cuidado “patológicamente” por Smiters.
Otros personajes que
intervienen en la serie son Otto, que maneja a veces el bus escolar con
imprudencia, pero sin dejar sus audífonos. Otro es el vendedor de historietas,
que en ocasiones engaña a los niños, o a veces se le ve vestido de algún súper
héroe, y además por más que se esfuerza no logra concretar un romance con
alguna chica. Y cómo no recordar a Krusty el payaso, quien es un adicto al
cigarrillo y que para las cámaras se muestra como un bonachón y entusiasta
personaje, pero que una vez que advierten “corten” se vuelve desanimado y
grosero. Para terminar hablaré de la serie animada del programa que cada tarde
la familia o Bart visualizan y se ríen, por el humor negro que Tomy es víctima
de Daly. En cada capítulo de aquellos dibujos aquel ratón se las arregla para
dejar mal o hasta matar al pobre gato.
Como se darán cuenta, luego de
25 años es casi imposible dejar de mencionar a estos personajes y solo para
ponerle la cereza al pastel, mencionaré a otros personajes secundarios: Como
Duffman (impulsador de la cerveza Duff), el doctor Nick, quien por haberse
descuidado en su época de estudiante, en el presente es un ineficiente médico.
Y todos estos hechos son narrados por el rutinario Ken Brodman, quien es un
periodista que no perdona a nadie y que a veces se les va los ajos y las
cebollas cuando sale del aire.
FELIZ 25 ANIVERSARIO SIMPSONS….
Y GRACIAS MATT GROENING!!!
Juan Mujica
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