Mientras iba degustando una bolsa de pop corn en el cine; cuando en eso, de la proyección salió un disparo de bazuca contra el público. Todos quedamos muy sorprendidos y aterrados. Para eso todos los pop corn ya estaban tirados en el suelo. Y todos los espectadores ya estábamos en la calle con mucho miedo. Y seguíamos oyendo los disparos de la bazuca de la película. Sin embargo, cuando nunca falta un incrédulo. Hubo uno que no creía nada de lo que sus cinco sentidos le alertaban. Y se limitó a seguir sentado, e incluso seguía comiendo su pop corn. Cuando de pronto, de la proyección fílmica se aproximaba una nave espacial. Y al contrario de tener miedo, él se reía, pensando que era un truco de tecnologías. Además, tanto fue su terquedad, que se puso de pie y tiraba los objetos que habían quedado de otros espectadores. Y para colmo se aproximó y tocó el écran, mostrando su mayor irreverencia. Y fue tanta su rebeldía, inmadurez y espíritu de kamikaze, que aquella nave espacial brotó de la pared de proyección y cargó con él. Saliendo de aquella sala y a vista y paciencia del público, la nave espacial se elevó y se perdió de entre las nubes y se fue rumbo al espacio. Sin embargo, sucedió lo impredecible. Dicho sujeto se orinó de miedo, y al darse cuenta los extraterrestres, se burlaron de él en su idioma. Luego de lo cual, se escuchó un bazucazo que lo despertó de la butaca que se había quedado dormido, producto de una píldora para dormir que tomó. Y al darse cuenta que la sala estaba vacía. Al salir a la calle se encontró cara a cara con la nave espacial.
Esgrimista
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