Cómo no reconocer su nombre, si lo hemos conocido de toda la vida. Aquel actor estadounidense, Christopher Reeve, quien encarnó al entrañable Superman. En el primer estreno de la película de este superhéroe quedó marcado para siempre. Le dicen hasta ahora, cuando lo recuerdan "El hombre de acero".
Es muy triste recordar su deceso, y remembrar que le vino la muerte posteriormente al caerse de su caballo, por lo cual quedó tetrapléjico. Y finalmente le dio un infarto que no lo salvaría ni yendo a su hogar ficticio en el polo norte.
Falleció en el año 2004, a los 52 años y como mencioné se cayó de su caballo llamado Buck, el cual frenó en seco, por lo que Reeve salió disparado y ni su 1.93 metros de estatura, lo salvó de dicho accidente. Hoy recordamos 69 años desde que viniera al mundo, o sea a la Tierra, pero cómo no imaginar que nació en Kripton (al referirse al planeta ficticio no lleva tilde) y que vino "a luchar por la justicia".
Esgrimista
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