Juan Mujica
Esta muerte masiva de
pelícanos y delfines ha movido la susceptibilidad de los peruanos, y de seguro
de turistas y público que está pendiente de lo que ocurre en Perú. Sucedió que
hace poco dicha noticia enlutó las páginas de los diarios y hasta ahora es el
tema que preocupa a todos.
Aparentemente se
trataría del incremento de la temperatura, lo cual mermó la abundancia de la
anchoveta. Y justamente eso provocó que dicha fauna literalmente “se muriera de
hambre”. Eso es lo que se deduce hasta ahora. Sin embargo, no tardó en
levantarse la voz popular de las masas, y personajes como Sofía Mulanovich fueron
parte del pulmón del pueblo, saliendo a las calles a protestar.
Además algunos
pescadores y personas que viven de la producción marítima artesanal culpaban a
la pesquería industrial como responsables de la disminución de la anchoveta.
No obstante, se vienen
haciendo los esfuerzos para dar de comer a los pelícanos que quedan en nuestro
litoral, a fin que no perezcan y no se extingan, al menos de nuestro
territorio. De tal modo que incluso se ve gente bondadosa que se da un tiempo
para arrojarles anchovetas a estos casi desnutridos pelícanos, mientras que
otros de ellos ya descansan en paz.
Por tanto,
corresponderá al Ministerio del Ambiente que tome cartas en el asunto, “si es
que no las ha tomado ya”, para evitar que estas aves o cualquier otra especie
se extinga o sufra las inclemencias de los fenómenos naturales o de la propia
inhumanidad del hombre.
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