Juan Mujica
Tuvo la idea Pardo,
De ayudar al
trabajador,
Que cayó como dardo,
Lastimando al
empleador.
Sin embargo, los
obreros,
Corriendo y sin
demoras,
Tirando sus
sombreros,
Festejaron las ocho
horas.
De ahí en adelante,
Pensaban en progreso,
Por puerta rutilante,
Hacían el ingreso.
Ochenta años más
tarde,
Se altera la demanda,
El desempleo está que
arde,
Roguemos no se
expanda.
El trabajo en el
país,
Es mal remunerado,
Si tú piensas en
París,
Debes estar mareado.
Se forman largas
colas,
En fábricas y
empresas,
Cual si fueran olas,
Que luchan en
represas.
Escucha presidente,
El pueblo te reclama,
Con grito estridente,
Su pobreza proclama.
Denunciante parcial,
Condeno a
intermediario,
Con castigo marcial,
Por estafa en diario.
Brotando el sudor,
Caliente del jornalero,
Que entierra pudor,
En domingo tamalero.
Faltando un milagro,
Te pondrás en
cachuelo,
Dedicándote al agro,
O pescando en
riachuelo.
1999
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