Te veo en las montañas
como si fuera tarde, tarde para mirarte.
Te miro desde lejos como
si el sol naciera en ti,
Te miro justo en el
momento cuando atardece en el mundo.
Te noto distante y triste
como si no soñaras nada,
Te veo y noto que tus ojos
son de otro mundo, de otra mañana.
Te escucho quejándote de
mil cosas a la vez,
Te oigo llorar y musitar
los versos llenos de amor y desdicha.
Te veo lejana, distante
como si nunca hubieses existido,
Te noto de espaldas,
pequeña y lastimosa mientras caminas.
Atisbo tus últimas mañanas
en este mundo mío,
Reviso tus huellas en el
camino y me doy cuenta de que no volverás.
Creo que no volverás y la
noche se hace más triste que nunca,
Ya no te oigo llorar ni
mascullar y te creo perdida.
Como si no me vieras más.
Creo que te has ido y que
las estrellas caminan hoy contigo.
Creo que te he dejado, que
te he dejado donde una Luna
Larga, tan larga como el
olvido,
Sigue atenta a tus pasos y
mira sin penas tu camino,
Y tus ojos prendidos están
en ella, más lejos y distantes que nunca,
Como si no existieras,
como si nunca te hubiera visto.
Percy Taira
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