La
premisa de este título corresponde a una respuesta grande. Y como Lima está
cumpliendo 486 años, pues qué mejor oportunidad para recordar algunos detalles
de la constitución física que lo conforman. Si no me equivoco, nuestra capital
está dividida en 43 distritos, por lo cual, quienes conocen todos ellos, pues
mis respetos.
Pensar
en Lima, no es precisamente imaginar la Plaza Mayor. No es solo pensar en el
Parque Kennedy ni en el Jirón de la Unión. Hay muchísimo “pan por rebanar”. Ya
sea que se piense en La Planicie y La Molina; no obstante, constituyen también La
Pampilla y Ventanilla. Además, vienen a mi mente Chosica y el Cerro San Cristóbal.
Incluso,
cavilar en nuestra capital es evocar su gastronomía. Su arroz con leche y su
mazamorra morada. Su canchita dulce y salada, así como su emoliente y su
gelatina.
Ahora,
si opinamos sobre trago, tenemos el Pisco Sour, el clásico ron (con los que
muchos “ronronean”). Y por supuesto, las clásicas cervezas (que siempre les
hemos dicho “chelas”). La infaltable “chata de ron”. En fin, ha pasado tanto
tiempo que apenas los recuerdo.
Ya han pasado 486
aniversario, y como es muy difícil quedarme con un solo elemento; pues me quedo
con el infaltable cebiche, el pollo a la brasa, el vino de las bohemias de toda
la vida, y sobre todo con toda la gente buena onda que respeta las normas y que
constituyen las buenas personas, que, aunque sean pocas, siempre las hay.
Feliz
cuadringentésimo octogésimo sexto aniversario… “Lima: la del cielo de panza de
burro”.
Esgrimista