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martes, 1 de octubre de 2024

A propósito del uno de octubre: ¿Cómo escribe un periodista literario?


Los periodistas que también experimentan el campo de la literatura, de hecho que en sus menesteres cotidianos al momento de escribir con el propósito de ser objetivo, quizá sin querer se les escapa el sentimiento subjetivo.


Personajes como García Márquez y Truman Capote, han experimentado que al momento de escribir, no pueden evitar que brote su lado literario.


Hoy uno de octubre, se les rinde homenaje a aquellos hombres y mujeres que con su talento intelectual, 'esculpen' todo lo referido a la noticia, con sus notas informativas, sus comentarios, sus artículos y todas sus redacciones propias de su profesión.


Juan Mujica

martes, 13 de septiembre de 2022

¿Qué pasa cuando el periodismo y la literatura están en una misma mente?



Suele pasar que personas que se formaron como periodistas y aprendieron las técnicas de su oficio, también entre ellos hay de los apasionados a la literatura. Existen muchos casos en que los hombres y mujeres de prensa comparten aquella afición hacia el mundo literario. Pero… ¿qué pasa cuando tienen que escribir ya sea un texto periodístico o una novela de ficción? ¿Acaso no sucede que hay una fusión de estilos? ¿Entonces ya no hay fronteras entre lo periodístico y lo literario? Aparentemente el asunto es muy práctico, depende del ojo crítico con que se mire. Y me permito citar algunos casos de escritores que practican el “Periodismo Literario” como son: Truman Capote, Norman Mailer, Tom Wolfe, John McPhee, Sara Davidson, Joan Didion, entre otros autores estadounidenses, quienes utilizan su olfato periodístico en sus obras literarias.

Por tanto, partiendo de la premisa que muchos periodistas practican sus buenas artes al momento de escribir desde un simple cuento, pasando por los poemas y hasta en narraciones más elaboradas, complejas y extensas. Me pregunto qué pasa cuando es al revés, en que un literato se lanza o le dan la oportunidad de escribir un artículo de su especialidad. Mi primera sospecha es que a cada especialista que le sucede esta situación, opta por acudir a su memoria y a su perspectiva autodidacta en base a artículos o notas informativas que ha leído con anterioridad. Me parece que sucede todo el tiempo, pero especificando a los que son literatos, me parece que tienen el talento y la constancia de leer lo que se les atraviese en sus manos. O al menos esa es la idea que tendríamos una mayoría.

Sin embargo, volviendo a los periodistas que hacen literatura, hay fuentes que afirman que por el mismo talento que poseen, así como su constancia como lectores de obras literarias, es que sus dos apasionamientos se abigarran y se mimetizan en un solo estilo que es el resultado de una fusión de técnicas. Por otro lado, ¿qué pasa al momento de dedicarse a la creación literaria, o a la redacción de artículos literarios? ¿Acaso no convergen en un mismo punto? Cabe resaltar que quienes tenemos contacto en el mercado de las revistas literarias, somos testigos que tanto literatos y periodistas colisionan en un mismo puesto. Quizá no tan contundentemente, pero se rozan y codean en las labores de la escritura artística, la redacción y la investigación.

Entonces, podría decirse que ambos profesionales pueden desarrollar la misma labor, pero que existe el detalle del conocimiento y la especialidad. Por ello es que existen los talleres y diplomados, que son oportunidades para que personas de quizá otras profesiones sientan la miel en sus labios de otra especialidad, muchas veces afín a la propia. Por último, cuando un periodista ya hubo saboreado el néctar de la escritura creativa y se quedó fascinado, entonces es cuando hay la tendencia de dedicarse a aquello que más le gusta en el arte de escribir.

No obstante, esta situación se sopesa con las oportunidades laborales, el mercado de lectores, los formatos cada vez más virtuales, la publicidad aplicada, y una pisca de suerte. Que puede estar disfrazada de cientos de contactos, familiares, colegas, amigos en general, etc. En conclusión, aquel olfato periodístico sigue trabajando en la vida cotidiana, pero adornada por el toque artístico de la literatura, y de igual manera la cosmovisión del literato o escritor que se lanza a escribir un artículo, lo realiza pensando como el especialista, en base a sus entrenamientos constantes de lecturas variopínticas. Y con la práctica, cualquiera de estos dos personajes puede llegar a igualarse a su competencia, primero empíricamente y luego si lo desea como profesional.

Esgrimista

martes, 10 de agosto de 2021

¿Literatura periodística o Periodismo literario?

Truman Capote

De repente a muchos les ha sorprendido el presente título. El abarcar este tema, que se podría extender mucho, pero desde mi perspectiva como a muchos se han encontrado cara a cara con este aparente oxímoron. 


Empezando con los periodistas, que les encanta leer obras literarias. Es increíble que a veces sin que se den cuenta, agregan o plasman un texto de manera que "coquetea" con el campo literario. Es casi inevitable. Del otro modo también suele suceder, que literatos son convocados o que postulan a revistas o semanarios periodísticos. Y ahí si es inevitable utilizar palabras o frases literarias.


Cómo no recordar las obras "Relato de un náufrago" (Gabo) y "A sangre fría" (Truman Capote). Son dos ejemplos de cómo el periodismo y la literatura se mimetizan. A veces sin darnos cuenta. 


Y si me preguntan ¿con cuál te quedas? Respondería un rotundo "con los dos". Puesto que al haber saboreado los dos campos, ya es casi imposible que no demos pinceladas entre las dos materias. Saludos a los periodistas literarios y a los literatos periodistas.


Esgrimista

martes, 25 de agosto de 2020

¿Qué pasa cuando el periodismo y la literatura están en una misma mente?

Truman Capote: 36 aniversario de su fallecimiento
 


Suele pasar que personas que se formaron como periodistas y aprendieron las técnicas de su oficio, también entre ellos hay de los apasionados a la literatura. Existen muchos casos en que los hombres y mujeres de prensa comparten aquella afición hacia el mundo literario. Pero…  ¿qué pasa cuando tienen que escribir ya sea un texto periodístico o una novela de ficción? ¿Acaso no sucede que hay una fusión de estilos? ¿Entonces ya no hay fronteras entre lo periodístico y lo literario? Aparentemente el asunto es muy práctico, depende del ojo crítico con que se mire. Y me permito citar algunos casos de escritores que practican el “Periodismo Literario” como son: Truman Capote, Norman Mailer, Tom Wolfe, John McPhee, Sara Davidson, Joan Didion, entre otros autores estadounidenses, quienes utilizan su olfato periodístico en sus obras literarias.

 

Por tanto, partiendo de la premisa que muchos periodistas practican sus buenas artes al momento de escribir desde un simple cuento, pasando por los poemas y hasta en narraciones más elaboradas, complejas y extensas. Me pregunto qué pasa cuando es al revés, en que un literato se lanza o le dan la oportunidad de escribir un artículo de su especialidad. Mi primera sospecha es que a cada especialista que le sucede esta situación, opta por acudir a su memoria y a su perspectiva autodidacta en base a artículos o notas informativas que ha leído con anterioridad. Me parece que sucede todo el tiempo, pero especificando a los que son literatos, me parece que tienen el talento y la constancia de leer lo que se les atraviese en sus manos. O al menos esa es la idea que tendríamos una mayoría.

 

Sin embargo, volviendo a los periodistas que hacen literatura, hay fuentes que afirman que por el mismo talento que poseen, así como su constancia como lectores de obras literarias, es que sus dos apasionamientos se abigarran y se mimetizan en un solo estilo que es el resultado de una fusión de técnicas. Por otro lado, ¿qué pasa al momento de dedicarse a la creación literaria, o a la redacción de artículos literarios? ¿Acaso no convergen en un mismo punto? Cabe resaltar que quienes tenemos contacto en el mercado de las revistas literarias, somos testigos que tanto literatos y periodistas colisionan en un mismo puesto. Quizá no tan contundentemente, pero se rozan y codean en las labores de la escritura artística, la redacción y la investigación. 

 

Entonces, podría decirse que ambos profesionales pueden desarrollar la misma labor, pero que existe el detalle del conocimiento y la especialidad. Por ello es que existen los talleres y diplomados, que son oportunidades para que personas de quizá otras profesiones sientan la miel en sus labios de otra especialidad, muchas veces afín a la propia. Por último, cuando un periodista ya hubo saboreado el néctar de la escritura creativa y se quedó fascinado, entonces es cuando hay la tendencia de dedicarse a aquello que más le gusta en el arte de escribir. 

 

No obstante, esta situación se sopesa con las oportunidades laborales, el mercado de lectores, los formatos cada vez más virtuales, la publicidad aplicada, y una pisca de suerte. Que puede estar disfrazada de cientos de contactos, familiares, colegas, amigos en general, etc. En conclusión, aquel olfato periodístico sigue trabajando en la vida cotidiana, pero adornada por el toque artístico de la literatura, y de igual manera la cosmovisión del literato o escritor que se lanza a escribir un artículo, lo realiza pensando como el especialista, en base a sus entrenamientos constantes de lecturas variopínticas. Y con la práctica, cualquiera de estos dos personajes puede llegar a igualarse a su competencia, primero empíricamente y luego si lo desea como profesional.


Esgrimista

 

martes, 11 de octubre de 2016

¿Qué pasa cuando el periodismo y la literatura están en una misma mente?

Suele pasar que personas que se formaron como periodistas y aprendieron las técnicas de su oficio, también entre ellos hay de los apasionados a la literatura. Existen muchos casos en que los hombres y mujeres de prensa comparten aquella afición hacia el mundo literario. Pero…  ¿qué pasa cuando tienen que escribir ya sea un texto periodístico o una novela de ficción? ¿Acaso no sucede que hay una fusión de estilos? ¿Entonces ya no hay fronteras entre lo periodístico y lo literario? Aparentemente el asunto es muy práctico, depende del ojo crítico con que se mire. Y me permito citar algunos casos de escritores que practican el “Periodismo Literario” como son: Truman Capote, Norman Mailer, Tom Wolfe, John McPhee, Sara Davidson, Joan Didion, entre otros autores estadounidenses, quienes utilizan su olfato periodístico en sus obras literarias.

Por tanto, partiendo de la premisa que muchos periodistas practican sus buenas artes al momento de escribir desde un simple cuento, pasando por los poemas y hasta en narraciones más elaboradas, complejas y extensas. Me pregunto qué pasa cuando es al revés, en que un literato se lanza o le dan la oportunidad de escribir un artículo de su especialidad. Mi primera sospecha es que a cada especialista que le sucede esta situación, opta por acudir a su memoria y a su perspectiva autodidacta en base a artículos o notas informativas que ha leído con anterioridad. Me parece que sucede todo el tiempo, pero especificando a los que son literatos, me parece que tienen el talento y la constancia de leer lo que se les atraviese en sus manos. O al menos esa es la idea que tendríamos una mayoría.

Sin embargo, volviendo a los periodistas que hacen literatura, hay fuentes que afirman que por el mismo talento que poseen, así como su constancia como lectores de obras literarias, es que sus dos apasionamientos se abigarran y se mimetizan en un solo estilo que es el resultado de una fusión de técnicas. Por otro lado, ¿qué pasa al momento de dedicarse a la creación literaria, o a la redacción de artículos literarios? ¿Acaso no convergen en un mismo punto? Cabe resaltar que quienes tenemos contacto en el mercado de las revistas literarias, somos testigos que tanto literatos y periodistas colisionan en un mismo puesto. Quizá no tan contundentemente, pero se rozan y codean en las labores de la escritura artística, la redacción y la investigación. 

Entonces, podría decirse que ambos profesionales pueden desarrollar la misma labor, pero que existe el detalle del conocimiento y la especialidad. Por ello es que existen los talleres y diplomados, que son oportunidades para que personas de quizá otras profesiones sientan la miel en sus labios de otra especialidad, muchas veces afín a la propia. Por último, cuando un periodista ya hubo saboreado el néctar de la escritura creativa y se quedó fascinado, entonces es cuando hay la tendencia de dedicarse a aquello que más le gusta en el arte de escribir. 

No obstante, esta situación se sopesa con las oportunidades laborales, el mercado de lectores, los formatos cada vez más virtuales, la publicidad aplicada, y una pisca de suerte. Que puede estar disfrazada de cientos de contactos, familiares, colegas, amigos en general, etc. En conclusión, aquel olfato periodístico sigue trabajando en la vida cotidiana, pero adornada por el toque artístico de la literatura, y de igual manera la cosmovisión del literato o escritor que se lanza a escribir un artículo, lo realiza pensando como el especialista, en base a sus entrenamientos constantes de lecturas variopínticas. Y con la práctica, cualquiera de estos dos personajes puede llegar a igualarse a su competencia, primero empíricamente y luego si lo desea como profesional.

Juan Mujica

Archivo de "Zien mil mitos" - 12 de septiembre de 2010 (primera publicación)



martes, 25 de agosto de 2015

Efemérides: Hace 31 años dejó de existir Truman Capote

El célebre escritor norteamericano, Truman Capote, quien escribiera la novela “A sangre fría” falleció un día como hoy, un 25 de agosto de 1984. Quién iba a pensar que aquel autor dejaría de existir mientras yo atravesaba los 8 años de edad. Y mucho menos me iba a imaginar que me convertiría en escritor.

Capote se desempeñaba además como periodista, y entre sus obras más destacadas están “Desayuno en Tiffany`s” (1958) y su obra cumbre “A sangre fría” (1966).

Su verdadero nombre fue Truman Streckfus Persons. Además pasó su infancia en las granjas sureñas de EE.UU. Y según confiesa empezó a escribir para calmar su soledad experimentada cuando era niño.

Realizó sus estudios en el Trinity School y en la St. John’s Academy de Nueva York. Luego, cuando tenía 17 años laboró para la revista The New Yorker. Empresa en la que seleccionaba historietas y recortaba diarios.

Cumpliendo 21 años dejó aquella revista y publicó los relatos: “Miriam”, “The headless hawk” y “Shut a final door”.

Después, a los 23 años saca a la luz su primera novela “Otras voces, otros ámbitos”. Obra en que trata el tema de la homosexualidad de forma desinhibida y sin recatos.

Entre otras obras suyas destacan: “El arpa de hierba” (1951), “Se oyen las musas” (1956), “Desayuno en Tiffany’s” (1958). Además esta última sería llevada a la pantalla grande por Blake Edwards.

Su obra cumbre fue “A sangre fría”, que fue publicada en 1966. Este trabajo le tardó cinco años de investigación y que cuenta el suceso real del asesinato de la familia Clutter, y es llevada al cine en 1967, por Richard Brooks.

Cabe resaltar que “A sangre fría” tuvo una venta de 300 mil ejemplares. Llegando a popularizarse y a permanecer en la lista de los libros más vendidos durante 37 semanas.

También tuvo participación en la escritura de guiones. Tales como “¡Suspense!”, perteneciente a Jack Clayton (1961). Y protagonizó un personaje en “Un cadáver a los postres” (1976).


Hoy en día, conmemorando 31 años de su desaparición, ha marcado un referente para los periodistas y escritores. Puesto que es la prueba viva que a veces el periodismo coquetea con la literatura y que no existe una ley que impida que se lleven separados uno del otro. Y actualmente Truman Capote es una leyenda que subsiste cuando hablamos del periodismo literario o la literatura periodística.

Juan Mujica

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Truman Capote: Publican capítulo inédito de una novela autobiográfica




Un capítulo inédito de la novela autobiográfica "Plegarias atendidas", del gran periodista y escritor estadounidense Truman Capote, ha sido publicado en el número de diciembre de la revista Vanity Fair, que se puso hoy a la venta en gran parte de EE.UU.

El borrador del capítulo, titulado "Yates y cosas"
, fue descubierto por el editor de la citada revista, Sam Kasher, mientras examinaba documentos y papeles de Capote relativos a esta novela póstuma publicada en 1987 que cuenta la historia de un crucero por el Mediterráneo con ricos y famosos.

La novela inacabada, de la que sólo se conocen unos pocos capítulos, escandalizó en el momento de su publicación a muchos amigos de la alta sociedad de Capote (1924-1984), recordó la publicación estadounidense.


Son apenas seis páginas en las que el autor de
"A sangre fría" detalla diversas situaciones en un crucero de tres semanas de duración por el Mediterráneo a bordo del yate alquilado por un amigo personal.

El biógrafo de Capote, Gerald Clarke, señaló a Vanity Fair que se trata del "típico Truman"
, y expresó a la revista su convencimiento de que este capítulo inédito iba a ser seguramente más largo que las seis páginas encontradas.

Considerado como uno de los mejores escritores y pensadores de Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX, junto con Gore Vidal y Norman Mailer, Capote saltó a la fama en 1948 con su primera novela "Otras voces, otros ámbitos", en la que se plantea de forma abierta el tema de la homosexualidad.


Sin embargo, la que fue sin duda su novela más celebrada es "A sangre fría" (1966), gracias a la que acuñó el término novela de no ficción y de la que se realizó en 1967 una extraordinaria adaptación al cine por el director Richard Brooks.


El brillante y polémico escritor que dijo "soy alcohólico, soy drogadicto, soy homosexual, soy un genio" llevó una vida convulsionada por el alcohol y las drogas, lo que no impidió que dejara algunas de las mejores páginas de la literatura estadounidense, además de revolucionar el concepto del periodismo, de contar los hechos noticiosos.


Su dependencia cada vez mayor de los psicofármacos, combinados con el alcohol, deterioraron su salud y sus relaciones con muchos de sus amigos, hasta morir en 1984 en Los Ángeles víctima de un cáncer de hígado.

Fuente: RPP 

martes, 14 de septiembre de 2010

¿Qué pasa cuando el periodismo y la literatura están en una misma mente?

Truman Capote
Juan Mujica

Suele pasar que personas que se formaron como periodistas y aprendieron las técnicas de su oficio, también entre ellos hay de los apasionados a la literatura. Existen muchos casos en que los hombres y mujeres de prensa comparten aquella afición hacia el mundo literario. Pero…  ¿qué pasa cuando tienen que escribir ya sea un texto periodístico o una novela de ficción? ¿Acaso no sucede que hay una fusión de estilos? ¿Entonces ya no hay fronteras entre lo periodístico y lo literario? Aparentemente el asunto es muy práctico, depende del ojo crítico con que se mire. Y me permito citar algunos casos de escritores que practican el “Periodismo Literario” como son: Truman Capote, Norman Mailer, Tom Wolfe, John McPhee, Sara Davidson, Joan Didion, entre otros autores estadounidenses, quienes utilizan su olfato periodístico en sus obras literarias.

Por tanto, partiendo de la premisa que muchos periodistas practican sus buenas artes al momento de escribir desde un simple cuento, pasando por los poemas y hasta en narraciones más elaboradas, complejas y extensas. Me pregunto qué pasa cuando es al revés, en que un literato se lanza o le dan la oportunidad de escribir un artículo de su especialidad. Mi primera sospecha es que a cada especialista que le sucede esta situación, opta por acudir a su memoria y a su perspectiva autodidacta en base a artículos o notas informativas que ha leído con anterioridad. Me parece que sucede todo el tiempo, pero especificando a los que son literatos, me parece que tienen el talento y la constancia de leer lo que se les atraviese en sus manos. O al menos esa es la idea que tendríamos una mayoría.

Sin embargo, volviendo a los periodistas que hacen literatura, hay fuentes que afirman que por el mismo talento que poseen, así como su constancia como lectores de obras literarias, es que sus dos apasionamientos se abigarran y se mimetizan en un solo estilo que es el resultado de una fusión de técnicas. Por otro lado, ¿qué pasa al momento de dedicarse a la creación literaria, o a la redacción de artículos literarios? ¿Acaso no convergen en un mismo punto? Cabe resaltar que quienes tenemos contacto en el mercado de las revistas literarias, somos testigos que tanto literatos y periodistas colisionan en un mismo puesto. Quizá no tan contundentemente, pero se rozan y codean en las labores de la escritura artística, la redacción y la investigación. 

Entonces, podría decirse que ambos profesionales pueden desarrollar la misma labor, pero que existe el detalle del conocimiento y la especialidad. Por ello es que existen los talleres y diplomados, que son oportunidades para que personas de quizá otras profesiones sientan la miel en sus labios de otra especialidad, muchas veces afín a la propia. Por último, cuando un periodista ya hubo saboreado el néctar de la escritura creativa y se quedó fascinado, entonces es cuando hay la tendencia de dedicarse a aquello que más le gusta en el arte de escribir. 

No obstante, esta situación se sopesa con las oportunidades laborales, el mercado de lectores, los formatos cada vez más virtuales, la publicidad aplicada, y una pisca de suerte. Que puede estar disfrazada de cientos de contactos, familiares, colegas, amigos en general, etc. En conclusión, aquel olfato periodístico sigue trabajando en la vida cotidiana, pero adornada por el toque artístico de la literatura, y de igual manera la cosmovisión del literato o escritor que se lanza a escribir un artículo, lo realiza pensando como el especialista, en base a sus entrenamientos constantes de lecturas variopínticas. Y con la práctica, cualquiera de estos dos personajes puede llegar a igualarse a su competencia, primero empíricamente y luego si lo desea como profesional.