El célebre escritor
norteamericano, Truman Capote, quien escribiera la novela “A sangre fría”
falleció un día como hoy, un 25 de agosto de 1984. Quién iba a pensar que aquel
autor dejaría de existir mientras yo atravesaba los 8 años de edad. Y mucho
menos me iba a imaginar que me convertiría en escritor.
Capote se desempeñaba
además como periodista, y entre sus obras más destacadas están “Desayuno en
Tiffany`s” (1958) y su obra cumbre “A sangre fría” (1966).
Su verdadero nombre
fue Truman Streckfus Persons.
Además pasó su infancia en las granjas sureñas de EE.UU. Y según confiesa
empezó a escribir para calmar su soledad experimentada cuando era niño.
Realizó sus estudios en el Trinity School y en la St. John’s
Academy de Nueva York. Luego, cuando tenía 17 años laboró para la revista The
New Yorker. Empresa en la que seleccionaba historietas y recortaba diarios.
Cumpliendo 21 años dejó aquella revista y publicó los relatos: “Miriam”,
“The headless hawk” y “Shut a final door”.
Después, a los 23 años saca a la luz su primera novela “Otras
voces, otros ámbitos”. Obra en que trata el tema de la homosexualidad de forma
desinhibida y sin recatos.
Entre otras obras suyas destacan: “El arpa de hierba” (1951), “Se
oyen las musas” (1956), “Desayuno en Tiffany’s” (1958). Además esta última
sería llevada a la pantalla grande por Blake Edwards.
Su obra cumbre fue “A sangre fría”, que fue publicada en 1966.
Este trabajo le tardó cinco años de investigación y que cuenta el suceso real
del asesinato de la familia Clutter, y es llevada al cine en 1967, por Richard Brooks.
Cabe
resaltar que “A sangre fría” tuvo una venta de 300 mil ejemplares. Llegando a
popularizarse y a permanecer en la lista de los libros más vendidos durante 37
semanas.
También
tuvo participación en la escritura de guiones. Tales como “¡Suspense!”,
perteneciente a Jack Clayton (1961). Y protagonizó un personaje en “Un cadáver
a los postres” (1976).
Hoy en día, conmemorando 31
años de su desaparición, ha marcado un referente para los periodistas y
escritores. Puesto que es la prueba viva que a veces el periodismo coquetea con
la literatura y que no existe una ley que impida que se lleven separados uno
del otro. Y actualmente Truman Capote es una leyenda que subsiste cuando
hablamos del periodismo literario o la literatura periodística.
Juan Mujica
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