Cómo olvidar aquellos años 80s,
en que la moda tecnológica estaba representada por aquel aparato de videojuegos
llamado “Atari”. Aquel sueño del Olimpo que era propiedad de solo unos pocos, y
que podíamos pasarla pegados a la computadora horas y más horas. Sin embargo,
era tan boato su tenencia, que para una sola máquina había como seis u ocho
personas apreciando, y codiciando que algún día tendrían un Atari en sus casas.
Pero como nada es eterno en
esta vida. A pesar que luego saldrían otros modelos del popular videojuego. Tales
como el Odyssey, con el que muchos nos divertíamos. Llegaron los años 90s y
ahora la moda era el popular Mario Bros, quien era el que escoltaba a toda una
gama de juegos que venían incorporados en el “Nintendo”. Aquel videojuego que
revolucionaría el mundo mágico de los “viciosos”. Y de hecho que expectoraría los
negocios de “Pimball”, que representaban la boga en muchas décadas.
Era tan adictivo el juego de Nintendo,
que no demoraron muchos empresarios en alquilar este videojuego en muchas
tiendas. Volviéndose un negocio exitoso. Sobre todo con el popular y legendario
“Street Fighter II”. Todo un negocio lucrativo que estigmatizó una época. Y no
contentos con eso, luego saldría el “Super Nintendo”. ¿Llegando así a la
cúspide de su trayectoria?
No obstante, como nada es
eterno, fueron saliendo diversos videojuegos cada vez más sofisticados,
alucinantes y más realistas y violentos. Tales como “Tekken”, y desde allí
pasado un tiempo. El mundo se alocaría con el adictivo juego del “Play Station”.
Y uno de esos juegos del P.S., era uno llamado “Winning Eleven”, con el que
muchos se volvían muy simpatizantes y viciosos. Ya que era un juego en que la
trama era un partido de futbol. Y sin ir muy lejos, también salió en boga un
juego cinético en que había una plataforma y una pantalla. Además, en aquella
plataforma había unas flechas, las cuales se encendían y apagaban, según el
ritmo que emanaba de la pantalla, en que los “bailarines” veían cómo aparecían
las flechas. En fin, también llegó a ser muy solicitado por muchos niños y
jóvenes.
Sin embargo, como la
creatividad no tiene techo. Y según he visto en programas donde muestran los
nuevos modelos y avances en videojuegos, continúan saliendo otros nuevos videojuegos.
Y para felicidad de unos y para preocupación de otros, podemos deducir que
aunque pasen cien años más o mil años más. La creatividad y la viciosa pasión
del juego nunca pasarán de moda. Y
pensar que el inventor del Atari, jamás habría imaginado que su invento sería
como unas raíces del popular árbol secoya. Inmenso y longevo.
Juan Mujica
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