Suele pasar
que personas que se formaron como periodistas y aprendieron las técnicas de su
oficio, también entre ellos hay de los apasionados a la literatura. Existen
muchos casos en que los hombres y mujeres de prensa comparten aquella afición
hacia el mundo literario. Pero… ¿qué pasa cuando tienen que escribir ya
sea un texto periodístico o una novela de ficción? ¿Acaso no sucede que hay una
fusión de estilos? ¿Entonces ya no hay fronteras entre lo periodístico y lo
literario? Aparentemente el asunto es muy práctico, depende del ojo crítico con
que se mire. Y me permito citar algunos casos de escritores que practican el
“Periodismo Literario” como son: Truman
Capote, Norman Mailer, Tom Wolfe, John McPhee, Sara Davidson, Joan Didion,
entre otros autores estadounidenses, quienes utilizan su olfato periodístico en
sus obras literarias.
Por tanto,
partiendo de la premisa que muchos periodistas practican sus buenas artes al
momento de escribir desde un simple cuento, pasando por los poemas y hasta en
narraciones más elaboradas, complejas y extensas. Me pregunto qué pasa cuando
es al revés, en que un literato se lanza o le dan la oportunidad de escribir un
artículo de su especialidad. Mi primera sospecha es que a cada especialista que
le sucede esta situación, opta por acudir a su memoria y a su perspectiva
autodidacta en base a artículos o notas informativas que ha leído con
anterioridad. Me parece que sucede todo el tiempo, pero especificando a los que
son literatos, me parece que tienen el talento y la constancia de leer lo que
se les atraviese en sus manos. O al menos esa es la idea que tendríamos una
mayoría.
Sin embargo,
volviendo a los periodistas que hacen literatura, hay fuentes que afirman que
por el mismo talento que poseen, así como su constancia como lectores de obras
literarias, es que sus dos apasionamientos se abigarran y se mimetizan en un
solo estilo que es el resultado de una fusión de técnicas. Por otro lado, ¿qué
pasa al momento de dedicarse a la creación literaria, o a la redacción de
artículos literarios? ¿Acaso no convergen en un mismo punto? Cabe resaltar que
quienes tenemos contacto en el mercado de las revistas literarias, somos
testigos que tanto literatos y periodistas colisionan en un mismo puesto. Quizá
no tan contundentemente, pero se rozan y codean en las labores de la escritura
artística, la redacción y la investigación.
Entonces,
podría decirse que ambos profesionales pueden desarrollar la misma labor, pero
que existe el detalle del conocimiento y la especialidad. Por ello es que
existen los talleres y diplomados, que son oportunidades para que personas de quizá
otras profesiones sientan la miel en sus labios de otra especialidad, muchas
veces afín a la propia. Por último, cuando un periodista ya hubo saboreado el
néctar de la escritura creativa y se quedó fascinado, entonces es cuando hay la
tendencia de dedicarse a aquello que más le gusta en el arte de escribir.
No obstante,
esta situación se sopesa con las oportunidades laborales, el mercado de
lectores, los formatos cada vez más virtuales, la publicidad aplicada, y una
pisca de suerte. Que puede estar disfrazada de cientos de contactos,
familiares, colegas, amigos en general, etc. En conclusión, aquel olfato
periodístico sigue trabajando en la vida cotidiana, pero adornada por el toque
artístico de la literatura, y de igual manera la cosmovisión del literato o
escritor que se lanza a escribir un artículo, lo realiza pensando como el
especialista, en base a sus entrenamientos constantes de lecturas
variopínticas. Y con la práctica, cualquiera de estos dos personajes puede
llegar a igualarse a su competencia, primero empíricamente y luego si lo desea
como profesional.
Juan Mujica
Archivo de "Zien mil mitos" - 12 de septiembre de 2010 (primera publicación)
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