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viernes, 7 de mayo de 2021

Lactómeda (cuento)

 


-¿Qué te parece esa teoría que dicen que llegará el momento en que la Vía Láctea colisionará con la galaxia Andrómeda? -pregunta la astrónoma de la NASA, llamada Minerva.

-¿Qué te puedo decir Mini?, como tú dices es una teoría -responde el astrónomo Claudio, su enamorado.

-Oye Clo, pero tampoco es que estemos a punto de chocar con Andrómeda. ¿Sabes cuánto falta para que suceda eso?

-¿Cuánto? A ver, recuérdame…

-Pues, solo falta la “minucia” de… 5860 millones de años. ¿Te imaginas? Prácticamente podría acontecer cuando ya no quede nada de nuestra Vía Láctea, ni piedra sobre piedra.

-Vaya, vaya, Clo… Ya me hiciste acordar. Aquella galaxia a la que también llaman Galaxia Espiral M31, o Messier 31, o también NGC 224 -expresa Minerva mirando el firmamento, y luego los ojos de Claudio.

-Así es Mini. Pero, lo más interesante como recordarás, es que las dos galaxias se fusionarán en cuanto choquen la una contra la otra. ¿Te imaginas?

-Claro, Clo. No puedo imaginarme cuando suceda eso. ¿Y qué podría pasar cuando las dos galaxias colisionen?

-Según las últimas investigaciones, aún no se pronostica el daño para ambas partes. Sin embargo, algunos creativos están especulando que cuando la Vía Láctea y Andrómeda choquen y se fusionen podría llamarse “Lactómeda”.

-¿Lactómeda? Suena pintoresco, pero… ¿oye, qué es eso que se ve allá?

-Vaya, vaya, pero qué sorpresa. ¡Es una estrella fugaz! Pronto, pidamos un deseo…

-¿Un deseo? ¿Crees en eso?

-¡Pídelo, que se va!

-Muy bien, muy bien…

-¿Pediste tu deseo?

-Sí, lo pedí.

         Aunque suene alucinante, los dos pidieron que el día en que chocaran las dos galaxias fuera mañana. Y dicho y hecho, al día siguiente, colisionaron nuestra Vía Láctea contra la galaxia Andrómeda. Pasando a llamarse “Lactómeda”. No obstante, los seres que habitábamos la Tierra no pudimos soportar tal colisión, por lo que no quedó nadie en pie, ni piedra sobre piedra. Y lo único que quedó sobre aquellos dos enamorados astrónomos de la NASA, fue sus constelaciones en el firmamento, es decir, las pléyades “Minerva” y “Claudio”.


Esgrimista

 

 

 

martes, 22 de agosto de 2017

ZMM: La Vía Láctea (poema)

Algunos te llaman también,
el Camino de Santiago,
recibe mi parabién,
pues mereces justo halago.

Eres como una ciudad,
de la que somos una parte pequeña,
me resulta curiosidad,
si eres fuego de nuestra leña.

Con avanzada tecnología,
pudiéramos explorarte,
sin embargo, la cronología,
nos impide el visitarte.

Preguntarte cómo quisiera,
estimado espiral gigantesco,
¿si en otra galaxia existiera,
seres invasores sería dantesco?

Millones de estrellas se han reunido,
convergentes a tu lado,
y todas han convenido,
seas héroe enarbolado.

Me despido “monarca sideral”,
soy partícula en tu desierto,
mi humilde saludo literal,
aunque nuestro estudio sea incierto.



Juan Mujica

viernes, 13 de diciembre de 2013

La Vía Láctea



Juan Mujica

Algunos te llaman también,
el Camino de Santiago,
recibe mi parabién,
pues mereces justo halago.

Eres como una ciudad,
de la que somos una parte pequeña,
me resulta curiosidad,
si eres fuego de nuestra leña.

Con avanzada tecnología,
pudiéramos explorarte,
sin embargo, la cronología,
nos impide el visitarte.

Preguntarte cómo quisiera,
estimado espiral gigantesco,
¿si en otra galaxia existiera,
seres invasores sería dantesco?

Millones de estrellas se han reunido,
convergentes a tu lado,
y todas han convenido,
seas héroe enarbolado.

Me despido “monarca sideral”,
soy partícula en tu desierto,
mi humilde saludo literal,
aunque nuestro estudio sea incierto.

martes, 30 de abril de 2013

Sonda observa gigantesco huracán en Saturno

La sonda espacial Cassini de la NASA captó impresionantes imágenes de un gigantesco huracán en el polo norte de Saturno.

El ojo del ciclón tiene 2.011 kilómetros de diámetro, 20 veces más grande que el vórtice de cualquier huracán en la Tierra.

Además gira a una enorme velocidad y las nubes en el borde exterior de la tormenta alcanzan los 531 kilómetros por hora.

El huracán se encuentra estático en el polo norte de Saturno y depende del vapor de agua para su rotación.

Cassini tuvo hasta hace poco la oportunidad de observar el remolino con luz visible.

Los científicos expresaron confianza en que el estudio de esta tormenta gigantesca en Saturno les permita aprender más sobre los huracanes en la Tierra.

Cassini partió al espacio en 1997 desde Cabo Cañaveral en Florida (Estados Unidos) y llegó en 2004 a Saturno.

La Nación