Una vez más se pone en discusión el origen de
un producto peruano. Al parecer la gente del país sureño no se cansa en
adjudicarse cosas que nos pertenecen a los peruanos. En este caso, nuestros
picarones, los cuales como ya sabemos son de forma de anillos, surtidos con
chancaca.
Sin embargo, según los investigadores, su
aparición se remonta al año 1,797. Tiempo en que todavía atravesaba el Perú por
el Virreynato.
Inicialmente se preparaba con masa de harina de
trigo, y posteriormente, se le mezcló con zapallo y camote.
Algunos afirman que tienen un parecido a los
buñuelos de los antiguos españoles.
Su
preparación dejó de ser un secreto, puesto que tal receta se propaló entre las
cocineras afro descendientes. Convirtiéndose en uno de los dulces preferidos
por todas las castas.
Además desde
antaño, este dulce pasó a ser una costumbre. Sobre todo durante el tiempo del
recorrido del Señor de los Milagros en Lima.
Por tanto,
según los investigadores, los picarones están entre nosotros desde el siglo
XVIII, y promocionado por los pregoneros mestizos y mulatos, conjuntamente con
otros postres como la mazamorra, los turrones, el “champú”, la revolución
caliente, los anticuchos y el infaltable choncholí.
De tal modo
que la “guerra fría” provocada por la gente del sur, una vez más está errada.
Los picarones son de origen peruano y punto. Me hacen recordar a los romanos,
que se copiaron de las deidades de los griegos. Respetemos las creaciones de
las culturas contemporáneas, para que haya paz en el mundo.
Juan Mujica
No hay comentarios:
Publicar un comentario