Todavía recuerdo aquella película
de ciencia ficción “2012”, donde el tema central era la llegada del fin del mundo.
Y dicho vaticinio en gran parte (según la película), se debía a investigaciones
sobre cálculos realizados por los Mayas. Fue entonces que el 21 de diciembre de
dicho año, empezó a desencadenarse un gran cataclismo. Un terrible desastre
atiborrado por terremotos y tsunamis.
Fue entonces que entraron en
escena dos personajes pintorescos. El primero fue un locutor radial que
transmitía dentro de su vehículo de remolque, quien era Charlie Frost, el cual
era encarnado por Woody Harrelson. Este personaje llama mucho la atención,
puesto que a pesar que muestra un desequilibrio en su conducta, todo lo que
cuenta llega a consumarse. Por otro lado, está el escritor Jackson Curtis,
protagonizado por John Cusack, el cual, debido a que trabaja como chofer de un
empresario multimillonario ruso, se entera sobre el fin del mundo, y que este
último y sus hijos podrán salvarse, ya que este magnate, al igual que otros
tuvieron que pagar “mil millones de dólares” (por lugar). Todo esto asombra
mucho a Jackson.
Por su parte, Charlie “ahogado en
su locura”, decide quedarse y seguir informando y transmitiendo todo el
terrible movimiento de la corteza, y a pesar que Jackson, le dice que los
acompañe, Charlie no hace caso y se queda ahí, mirando la llegada de su propia
muerte.
Decidí escribir este artículo, ya
que cuenta con estos dos personajes, y que en la vida real muchas veces los
vemos centrados en una misma persona. Generalmente se ve el caso en periodistas,
personajes que alternan, dobletean o se las arreglan para desempeñar los dos
roles, que a propósito son de singular importancia y que tienen un sabor
empalagoso. Dos singulares oficios que se complementan.
Luego de 9 años de haber visto la
película, solo me queda pedir a Dios que nos salve de aquel nefasto día del fin
del mundo. Y que si alguno de ustedes, tienen como trabajo estos dos oficios,
siéntanse afortunados y bendecidos. Por tanto, aquel locutor orate, murió en su
ley (en el film). Sin embargo, el escritor de esta película, al final quedó
como un héroe, puesto que arregló aquello que les impedía cerrar herméticamente
las compuertas, y que gracias a él se salvaron miles de personas, a las cuales
se decidió que podían entrar. Esta película nos hace reflexionar sobre el fin
de la humanidad, pero también sobre el humanismo, la solidaridad y la unión de
los líderes mandatarios a nivel internacional. Y el papel protagónico del geólogo
estadounidense, Adrian Hemsley (Chiwetel Ejiofor), alrededor del cual giró toda
la película y quedó del mismo modo como un héroe, y como si fuera poco inició un
embelesamiento con el finado padre del que iba a ser el último presidente de
los Estados Unidos, Thomas Wilson (Danny Glover).
Juan Mujica
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