Cómo iba a imaginarse Alexander
Graham Bell, que su invento daría la vuelta al mundo, pero por sobre todo que
su creación sería perfeccionada y modernizada. Solo recordemos los que ya
estamos en la vejez de la juventud, que cuando queríamos comunicarnos teníamos
que comprar aquellas fichas, llamadas rin, las cuales, en los años 80, eran muy
solicitadas, ya que solo con ellas podíamos comunicarnos con las personas que quisiéramos.
No obstante, los años pasaron y
aquellas fichas, fueron reemplazadas por monedas de dinero. Fue un cambio
pintoresco, pero también más exacto, ya que dependiendo de si íbamos a llamar
por un largo tiempo, o solo dos minutos, aquellos teléfonos callejeros llegaron
a ser tan necesarios, que incluso hacían colas para poder utilizarlos. No
obstante, cómo no recordar aquellos teléfonos que teníamos en nuestras casas.
Aquellos que teníamos que marcar dándole vueltas a los números, de esa manera
ya estábamos acostumbrados, pero luego pasado un tiempo, aquellas ruedas giratorias
fueron reemplazadas con botones.
Todo esto cuando parecía ser el
techo de las telecomunicaciones, surgió el celular, que como recordamos en sus
inicios era considerado como un medio exclusivamente para “pitucos”, o gente
adinerada. Para empresarios. E incluso en los inicios de los años 90. Cuando
nos preguntaban nuestros números, al querer hacernos graciosos, respondíamos: “a
ver, 9…”, y la otra persona, se sorprendía y decía: “Qué, ¿tienes celular? Ese
era el vacilón en aquellos tiempos.
No obstante, los tiempos pasaron
y los celulares, comenzaron a volverse más populares. Sin embargo, aun era
propiedad de unos pocos. De gente pudiente, y sus precios eran elevados. Y además
recuerdo que hasta yo le entré a la chamba de vender celulares. No obstante, la
tecnología fue avanzando y avanzando, y aunque los modelos eran casi iguales,
pero que además muchos de aquellos teléfonos a finales de los años 90, eran
considerados como “ladrillos”. Hasta que surgió el colosal smartphone, que
revolucionó el estilo de vida de los celulares.
Este nuevo artefacto, se adjudicó
el título de multiusos, puesto que con uno de estos puedes usarlo como alarma
para despertarte, como calculadora, como radio, como whatsapp, como facebook,
como correo electrónico, como internet, etc, etc, etc.
Sin embargo, volviendo a los
inicios del teléfono, aunque se dice que Alexander Graham Bell y Elisha Gray fueron
sus inventores. Lo cierto es que estos últimos fueron los primeros en
patentarlo, en 1876. No obstante, muchos años más tarde, se le adjudicó la
patente a Antonio Meucci, quien llamó al aparato “Teletrófono”.
Pasarán los años y este invento
seguirá modernizándose, y que no nos sorprenda que el teléfono y celular, será
reemplazado por la telepatía. Sería otro paso importante, pero también sería un
fracaso para las grandes empresas de telecomunicaciones. Sin embargo, ¿no
extrañan las fichas de rin?
Juan Mujica
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