Kate Snow,
narradora de esta novela, es una enfermera (como lo fue la propia autora)
contratada para ocuparse de Elinor, la hija pequeña de la familia Carruth,
aquejada de una extraña enfermedad mental. Kate intentará desde el primer día
entender por qué el joven Robert Steele, supuesto amigo de la familia, mantiene
un control absoluto sobre todo lo que ocurre en casa de los Carruth. Auténtico
laberinto de engaños, misterios y pasiones, con un sorprendente final, esta
novela de intriga cuasi policial sobre la maldición de una estirpe recuerda
algunas de las mejores páginas de Wilkie Collins, las hermanas Brontë o Jane
Austen.
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