viernes, 22 de enero de 2021

Una mirada hacia el pasado II

 


Es un gusto recordar este presente tema; lo que tiene que ver con los casetes. Mi memoria viaja hacia 30 años atrás. Cómo nos divertíamos grabando nuestras voces y escucharlas a manera de parodias, o a manera de avisos ficticios. Qué tal fruición me ocasionaba poner “play” a la grabadora y escuchar mi voz; en ese momento lo tomaba como un juego más, pero hasta ese instante solo era eso “un juego”.

 

No obstante, también son recordados los casetes musicales. Este recuerdo es más reciente. En los años 90, cuando existía una competencia de quién tenía más de ellos, y también quién tenía los que llamábamos los “caletas”. Muchos de mis contemporáneos recordarán que en plena época de los “tonos”. Eran muy solicitados. Y recuerdo que muchos llevábamos nuestros casetes musicales, pero también lo que en gastronomía se llamaría “siete colores”, es decir, con contenido variado.

 

Posteriormente, en los años 2000, ya en la universidad. Era obligatorio tener casetes, pero sobre todo tener nuestra propia grabadora. Con aquellas herramientas, nos forjamos y me traen muchas añoranzas. Y cuando pensamos que seguirían con nosotros, salieron al mercado las grabadoras con casetes más pequeños. Y poco a poco, el uso de ellos se vio doblegado con el ingreso de los CD musicales.

 

Si aún tenemos o conservamos nuestros casetes, para nosotros son nuestro tesoro. Y viendo y escuchando aquellos nos conlleva a una gran nostalgia. Nos hace recordar a nuestros compañeros, y también a nuestros entrevistados. Imposible olvidarlos. Y lo único que no podemos detener, es el cese de la fabricación de equipos con caseteras. Ahora, los ha relegado los CD y los USB.


Esgrimista

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