sábado, 3 de noviembre de 2012

Imperceptible



Juan Mujica

La caverna ininteligible de mi inconsciente,
se ilumina con una fulguración invisible,
imperceptible al ojo, pero, sin embargo,
agradable a mi séptimo sentido.

Ninguna lucubración es suficiente,
para internalizar un brillo de luz,
mas el tiempo de canícula,
favorecerá para sacar a flote,
el indicio reminiscente que se perdió
allá en altamar, junto a los satélites,
pero jamás tan lejos, como para olvidar la esencia,
intrínseca de este pedazo de universo.

Acaso nadie puede sentir piedad,
piedad en el sentido hipercatatónico
yuxtapuesto, en sentido antihorario,
y esgrimir sobre una nube con sacro y
elemental civismo humano,
el nombre del último ciudadano escatológico.



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