Juan Mujica
Saliendo
de los portales,
siniestros
del purgatorio,
anuncia
que los mortales,
ingresen
al crematorio
Galopa
sin herradura,
libre
de los jinetes,
y
relinchando con bravura,
pisa
firme sus casquetes.
Con
tu llegada impredecible,
puntual
cual fiel británico,
sentencias
al perecible,
sembrando
dolor y pánico.
El
llanto de los parientes,
no
te agita ni congoja,
sus
lágrimas hirvientes,
son
toda una paradoja.
Tus
crines se mueven al son,
del
viento crudo del este,
pero
hoy no tienes perdón,
ya
no hay quien no proteste.
La
luna testifica,
tu
injusta aparición,
¿quién
dice o justifica,
que
haces buena acción?
La
muerte te ha encomendado,
que
seas su campanero,
mas
ahora renegado,
te
has vuelto bandolero.
Por
ser tan perverso,
vivirás
con ataduras,
y
acabando este verso,
te
pondré las herraduras..
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