Juan Mujica
Cual barquero
veneciano,
navega sin apuro,
aún siendo anciano,
su vigor es puro.
Para el campirano,
la tenue jerarquía,
en la urbe tirano,
fomentas la anarquía.
Hay muchas
sucursales,
de ti donde te
alojes,
los casi universales,
y cadentes relojes.
Sanas con tu andar,
heridas dolorosas,
gran misión ablandar,
pasiones rencorosas.
Por ti nos moriremos,
un día de verano,
y luego nos veremos,
en un limbo mundano.
Como buen gerente,
tienes tu secretario,
siempre está
presente,
llamado calendario.
Amigo ten piedad,
nunca me flageles,
trata bien mi edad,
te pido la congeles.
No puede comprender,
el mundo tu faena,
si tienes gran poder,
que acaten tu
condena.
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