sábado, 22 de marzo de 2014

El racismo

Juan Mujica

Qué infeliz el cavernario,
cuya mente tan estrecha,
hace más de un milenario,
prendió esta despectiva mecha.

Gran muralla de barro,
marginas a tu antojo,
nocivo eres como el sarro,
indeseable cual gorgojo.

El arco iris nos menciona,
con fundamento de matices,
al que amigo selecciona,
jamás comerá perdices.

Las guerras también hubo,
y fueron los resultados,
por mentalidad de cubo,
sus restos bien sepultados.

Renuencia de los necios,
esclavos de su visión,
pagarán pronto sus precios,
merecen la prisión.

Si hablamos de diferencias,
hay dos muy importantes,
escojan sus preferencias,

ser cultos o ignorantes.

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