Juan Mujica
Subiéndose al estrado,
sin lengua ordinaria,
mi argumento centrado,
hierve en catilinaria.
La gloriosa libertad,
es solo una apariencia,
te lo digo en amistad,
además con experiencia.
Tan solo marionetas,
somos en el mundo,
con finas cadenetas,
y en penal profundo.
Odiosa sociedad,
creaste unos preceptos,
que ahora en seriedad,
decrecen los adeptos.
Como inertes maquinarias,
somos seres manipulados,
por órdenes doctrinarias,
en reglamentos estipulados.
Moralismo reflejado,
tu misión es ordenar,
pero has acomplejado,
ya te deben cercenar.
Cuándo nos libraremos,
de la infausta reclusión,
seguramente lloraremos,
en la feliz conclusión.
Tiren ya sus vendas,
descúbranse la vista,
con festivas prendas,
síganme la pista.
El vil titiritero,
está en su decadencia,
por lo que reitero,
cambien la tendencia.
Subiéndose al estrado,
sin lengua ordinaria,
mi argumento centrado,
hierve en catilinaria.
La gloriosa libertad,
es solo una apariencia,
te lo digo en amistad,
además con experiencia.
Tan solo marionetas,
somos en el mundo,
con finas cadenetas,
y en penal profundo.
Odiosa sociedad,
creaste unos preceptos,
que ahora en seriedad,
decrecen los adeptos.
Como inertes maquinarias,
somos seres manipulados,
por órdenes doctrinarias,
en reglamentos estipulados.
Moralismo reflejado,
tu misión es ordenar,
pero has acomplejado,
ya te deben cercenar.
Cuándo nos libraremos,
de la infausta reclusión,
seguramente lloraremos,
en la feliz conclusión.
Tiren ya sus vendas,
descúbranse la vista,
con festivas prendas,
síganme la pista.
El vil titiritero,
está en su decadencia,
por lo que reitero,
cambien la tendencia.
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