Recibí la
noticia un día bisiesto,
la vida
proseguía en sentido horario,
pero mi
avidez era encontrarlo vivo,
ahora
recorrería las planicies,
cual
planeta universal.
Me
pregunté qué le diría,
seguro él
se diría lo mismo,
apreciaría
sus contornos y
vería sus
pupilas, cada milímetro,
pero
tendría que encontrar la diferencia.
Llegó el
día esperado y él me encontró,
hizo los
miramientos respectivos y luego
se alejó,
pues halló la diferencia,
la
naturaleza no pudo copiar
aquello
que marcaba mi esencia,
y eso
eran las líneas del destino.
Juan Mujica
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