Muy entrañable la célebre y querida
Casa de la Literatura Peruana. Cómo no recordar sus inicios, hace 11 años en
que empezó a ser visitada por miles y miles de personas. Y que, por cierto, fue
“bautizada” por nuestro Nobel de Literatura como “Casa de los Sueños”. En todo
este tiempo ha sido convergida por muchos personajes, y si no fuera por la
pandemia continuaría recepcionando a miles y más miles amantes de las letras.
Justamente el 20 de octubre del
2009 se le dio apertura. Desde esa fecha y hasta antes de estar prohibido su
ingreso, han “desfilado por sus instalaciones” toda clase de personajes. Desde
niños y adolescentes escolares, hasta investigadores, lectores asiduos y por
supuesto cientos, si es que no son miles de escritores, quienes muchos de ellos
(y me cuento), hemos tenido la oportunidad de presentar nuestras obras
literarias, y siempre ha habido una buena recepción de público heterogéneo.
Pensar en la Caslit (como le
decimos sus caseritos), es transportarnos a un Macondo (salvando las
distancias), es pisar un terreno donde es posible que durante las noches se
paseen nuestros compatriotas escritores, que leviten sus almas recorriendo
todos sus pasajes y que sientan con aprecio que nosotros los peruanos, no nos
hemos olvidado de ellos y mucho menos de sus obras.
Por tanto, esperando que se den reapertura
a sus puertas, seguiremos esperando con mucha esperanza, pero sobre todo con
mucho entusiasmo. Tanto como cuando veíamos pasar el tren. Aquel tren que a
todos nos hacía voltear la mirada, y que era y seguirá siendo motivo pintoresco
como ver la locomotora del doc Emmet Brown (Volver al futuro). Gracias Caslit,
y hasta podemos imaginar que, siendo una Casa de los Sueños, podemos “soñar”
que es un lugar que siente, respira y sobre todo que vive feliz, sabiendo que
siempre será visitada por mucha, pero mucha gente. Ahora descansa un poco por
la Covid-19, pero imaginando que estará soplando sus 11 velitas, sabemos que pedirá
de deseo que aparezca la vacuna y se extinga dicho Coronavirus para el bien de
nuestro país y para el mundo.
Esgrimista
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