Seguramente
muchos de nosotros en algún tiempo habremos tenido la oportunidad de leer y/o
releer la obra del escritor checo Franz Kafka, La Metamorfosis,
quien nos transporta a un mundo alucinante y muy fantástico, puesto que
mientras leemos la novela kafkiana nos vamos imaginando al protagonista de la
obra: Gregorio Samsa.
Además
el presente artículo tiene por finalidad dar homenaje a una obra que forma
parte de la literatura clásica. Así que en 1915 fue la primera vez que se
publicó la novela de Kafka.
Sin
embargo, para los que todavía no leen esta perla literaria, les comento que la
historia de La Metamorfosis trata sobre un comerciante de
telas que vive con su familia llamado Gregorio Samsa, y teniendo el rol de
sobrellevar la carga familiar, pero con un sueldo precario.
Y
resulta que un buen día al despertar se ve convertido en un escarabajo. En un
insecto gigante, en un asqueroso insecto que lo asusta y maldice su mal
destino. Se ve en el espejo y se horroriza. Vuelve a mirarse y sigue
horrorizado. Quiere creer que todo es una pesadilla. Sin embargo, pasan las
horas y sigue convertido en el insecto gigante y abominable.
Según
dicen los expertos, La Metamorfosis contiene desde un punto de
vista analítico, algunas interpretaciones, como si haber escrito la novela
habría sido la oportunidad de criticar el sistema, la carga familiar, el
maltrato de una sociedad autoritaria y burocrática que causa detrimento en el
individuo distinto a los demás, etc.
Tenemos
entonces que dar homenaje a la novela La Metamorfosis, escrita por
un Franz Kafka, quien hace 106 años dio vida a un Gregorio Samsa que
despertaría el interés y la emoción hacia lo fantástico, y hacia lo
increíblemente alucinante.
Esgrimista
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