Juan Mujica
A 100 años en el futuro y cuando las nuevas tecnologías se hubieron multiplicado y vueltas más sofisticadas y peligrosas. Fue cuando el líder de los centinelas, quienes eran un gran ejército de extraterrestres dio la orden de aparecer en escena y comenzar con los lavados cerebrales en los cráneos de todos los humanos que se cruzasen en su camino.
-Capitán
Crixoleo, capitán Crixoleo –hablaba uno de los subordinados del espacio en la
Tierra-, ¿por donde empezamos con las operaciones?
-Es
obvio, si nos encontramos en Centroamérica, como le dicen los humanos, pues
entonces empecemos por el sur jajaja –le dijo.
Efectivamente,
aquel ejército extraterrestre se encontraba en el mar, muy cerca a Cuba. Sin
embargo, su base se encontraba en el subsuelo, donde habían morado por miles de
años sin que los humanos lo supiesen. No obstante, a pesar que estos últimos
habían mejorado en su tecnología, aún no eran rivales para los centinelas. Para
ese momento los gobiernos de las grandes potencias ya se habían percatado
mediante sus radares y demás inteligencias tecnológicas, que los centinelas, a
quienes llamaban la “gente espectral” estarían preparando un gran ataque. No
obstante, los humanos no imaginaban los planes de aquella gente. Crixoleo dio
la orden de empezar por Cuba, Haití y Republica Dominicana. Aquellos habitantes
viendo a los centinelas salir del mar con aquellos trajes brillantes como
escafandras y que de sus manos brotaba una potente luz naranja, que los
hipnotizaba y hacían todo lo que ellos decían. Y empezaron los extraterrestres
a habitar e invadir los establecimientos de los hipnotizados. Pero Crixoleo no
quería ser mesurado en su invasión. Lo quería todo.
-Centinelas
vayan a todas las costas del Pacífico e hipnoticen a todos los que puedan, y
después continúen con la gente del Atlántico. Toda Europa y Asia jajaja –le expresaba Crixoleo a
su gente.
Y
así se hizo. Centinelas y demás humanos hipnotizados brotaron del mar y
comenzaron a invadir más territorios. Por el Atlántico invadieron Portugal,
Francia, Irlanda, Luxemburgo, España, Reino Unido, Italia y ni Rusia se salvó.
A pesar que en un inicio nuestras fuerzas especiales atacaban con todo. No fueron
suficientemente rápidos, ya que las manos con luces naranjas y demás ondas
sonoras hacían sucumbir e hipnotizar a los humanos. Del mismo modo lo hicieron
en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, etc. Y mientras todos ya
estaban hipnotizados, Crixoleo dio la orden. La gran orden que desaparecería
nuestra cultura.
-Centinelas,
realicen el lavado cerebral. Que no se escape ninguno. Que todos pasen por la operación
jajaja –decía Crixoleo, frotándose las manos en señal de sadismo.
Efectivamente,
desde cada continente se empezó a poner en fila india a los humanos y empezaban
los lavados cerebrales, que no eran las que conocemos, sino que utilizaban una
mayor tecnología con ultrarayos omega. Fue así que cada ser humano pasó por la
potencia de esos rayos y automáticamente ya no tenía sus recuerdos ni memorias y
en algunos casos hasta partes del cerebro. Sin embargo, como la vida da
vueltas, como nada es eterno, y como todo es relativo. A los extraterrestres se
les olvidó que los humanos tienen toda su cultura en los libros del mundo. Así
que bastó con que algunos se escaparan para ayudar a cada vez más humanos.
-Utilicemos
su tecnología en su contra. Ahora es tu turno Crixoleo –le decía un general
humano al líder extraterrestre.
Fue
así que los centinelas se quedaron sin memoria y por instinto abandonaron la
Tierra y viajaron por el espacio por siglos, sin saber qué hacer, ya que con
las justas podían conducir sus naves. Y se tardó 3 años en devolverles las
memorias a todos los humanos. Pero les tomó millones de años a los centinelas
en recobrar la memoria o volverla a tener. Sin embargo, otros ejércitos había
en la Tierra que nos ayudaron a defendernos. Y así como aquellos
extraterrestres, siempre han intervenido en nuestras batallas con otros seres
del espacio.
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