Perdida
la paciencia,
ya no
hay serenidad,
paciente
de emergencia,
ya no
es casualidad.
Camina
en su delirio,
esperando
respuesta,
fatídico
martirio,
por más
que se acuesta.
Estando
en su alcoba,
postrado
en su lecho,
su
mente lo coba,
y
amanece maltrecho.
Vigilia
permanente,
impetuosa
sensación,
tortura
inclemente,
angustiosa
ocasión.
Patología
inquietante,
cruel
padecimiento,
síntoma
causante,
está en
el pensamiento.
Si el
mal perdura,
al día
noveno,
encuentras
la cura,
yendo
al galeno.
Juan Mujica
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