Navegando con tormenta,
y escasos de cacumen,
nuestro Dios inventa,
brújula sin cerumen.
Puro magistrado,
no urges de testigo,
al dolo registrado,
severas con castigo.
Abnegado gendarme,
con puesto en atalaya,
no olvides cuidarme,
en desierto o playa.
El don que concernirnos,
es un guía interno,
por eso discernimos,
librando el averno.
Siendo un sensible,
se obra con prudencia,
la prueba ostensible,
está en su conciencia.
Hecho intolerable,
causa conmoción,
mente intolerable,
con proterva noción.
Amiga de los justos,
requieres instrucción,
con valores robustos,
la fina construcción.
Juan Mujica
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