Si me dices que la Luna es oscura
He de creerlo sólo por tus
ojos,
Porque ya un cielo inmenso
Yace sobre tus hombres,
Dejándome ciego.
De la noche, despegaste la
tristeza
Que dejó escapar el
silencio
Por ser antojos de una
noche caprichosa
Con tu almohada,
De tu vientre nació el
calor que hoy en mí alberga
Esperanza, razón de
quimeras.
Te amé en segundos
cortados por el viento,
Tus manos me acariciaron
Y sin versos,
Sin Luna oscura,
Sin aire en plenos
abrazos,
Qué atardecer más bello he
contemplado
Al caer dormido sobre tus
hombros
Sobre tu noche, al andar
sobre tus pasos.
Percy Taira
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