siguiendo una estrellita,
en busca del pesebre,
rodeado de ovejitas.
El nacimiento en Belén,
concebido por María,
abrió una esperanza,
sorprendiendo a San José.
Hoy en día también,
seguido por muchas auroras,
recordamos al que nació,
conocido por el planeta,
colmando de bendiciones,
a los hogares de cada nación,
los doce meses con fervor.
Siempre estará con nosotros,
de enero a diciembre,
naciendo todos los años,
esperando que lo escuches.
Sin el viejito bonachón,
o sin árbol luminoso,
lo que importa es la unión,
y una sonrisa en el rostro,
de los niños de hoy,
y los niños de ayer.
Juan Mujica
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