Juan Mujica
Lo primero que me viene a la mente cuando pienso en la fotografía es aquella vieja cámara que usaba Don Ramón en el Chavo del 8. Sin embargo, cuando todo era aún analógico, ¿no tendría su toque mágico y artístico, o de repente lo sigue teniendo? El otro día chequeaba los álbumes familiares donde el tiempo se hubo detenido. Congelado, y esperándonos quizá a que veamos las fotos de aquellos años donde la inexperiencia y la ignorancia iban de la mano.
Esas fotos de niño son las que nos ayudan a evocar toda una gama de vivencias y anécdotas que tantas veces no nos cansamos de contar, o que surgen en las conversaciones báquicas. ¿Quién no tiene recuerdos de su infancia? ¿Quién no ha vivido y a veces sufrido algunas experiencias cuando era joven o niño?
Todas esas fotografías –algunas en blanco y negro- son las que valen oro, ya que no se puede retroceder en el tiempo y volverlas a tomar. Aquellas fotos que reposan en nuestros álbumes son las reliquias que jamás debemos perder. Son nuestro tesoro. Son parte de nuestras vidas. Es nuestro pasado. Nos guste o nos guste.
Recuerdo que cuando estudiaba el curso de Fotografía, y que tantas anécdotas nos evoca a mis ex compañeros en este momento (seguramente), ya que poco a poco fuimos aprendiendo los trucos y secretos de dicho arte y técnica tan fascinantes. Pero que como el tiempo y la tecnología son crueles. Allá en el pasado quedó el uso de las cámaras mecánicas (analógicas), y hoy en día pertenecen a los museos, dando paso a la Fotografía Digital.
Hoy en día la gente se toma fotos con su celular multifunciones. Y cuelgan las fotos en el Facebook, que dicho sea de paso ha dejado muy atrás el uso del Hi5. Así que esa afición por la fotografía ha ido creciendo y siempre nos deja un grato gusto al verlas. Aunque para algunos no les sea muy grato verse como eran hace 15 o 20 años, o viceversa.
Tomar fotos en los viajes es lo más común del mundo, pero vivir de la fotografía me imagino que debe ser una experiencia diferente a la del redactor. Los llamados reporteros gráficos como saben mis colegas, son aquellos que fotografían gente que tiene que ver con la noticia del momento, aunque también debe haber gente que fotografía para documentales o para el archivo de algún medio.
Por último, felicito a todas las personas que se ganan la vida tomando fotos, ya sea artísticamente, en prensa, o en un estudio fotográfico. No descarto llevar muy pronto un taller de fotografía digital, ya que así como nos pudimos adaptar al uso del Facebook y Twitter, también tenemos que actualizarnos en el uso de las nuevas tecnologías. Ahora no se muevan y digan ¡Whisky!.
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