En la
actualidad, en muchos países del mundo, es natural que las personas tomen
prestado un libro o una revista en algún autoservicio, y que luego de leer,
devuelvan la publicación tal y como la recibieron.
No obstante,
la Municipalidad de Lima, con el afán de introducir dicha práctica en nuestro
contexto, se dio con el resultado que desde diciembre hasta la fecha, de entre
todos los usuarios que toman prestado un libro o una revista, el 60% no devuelve el material de lectura.
Y además, se calculó que el 40% restante,
devuelve la publicación en malas condiciones.
Por tal
motivo, es alarmante que una iniciativa tan altruista se vuelva contraproducente y que tan solo se observe y constate la falta de civismo de muchas personas.
Por tanto,
deja mucho que desear sobre las condiciones en que se encontrarán sus propias
publicaciones. Y que de repente han actuado como tratan al periódico, al cual
manipulan como si fuera una servilleta, un papel higiénico, o algo peor.
Por tanto, según los
responsables de la campaña “Lima lee”,
son 30 mil libros que son puestos al
alcance de los usuarios del Metropolitano. Y
de este total solo 18 mil son
devueltos.
La mayoría de
los libros que colocan a disposición del público son donados. Sin embargo, aún
no se está barajando la posibilidad de sancionar a aquellos lectores de “uña
larga”.
Por tanto,
solo queda esperar que casi por arte de magia o por miles de oraciones, que un
día nuestra sociedad se vuelva una nación con cultura cívica, y que reaccione
ante esta iniciativa como es Bus lee,
tal y como sucede en las grandes potencias de los llamados países del primer
mundo.
Así que
empecemos por iniciar con el gran cambio, poniendo nuestro granito de arena y
dando el ejemplo. Y solo así nuestra sociedad empezará a volverse una nación
cultamente honrada.
Juan Mujica
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