Algunos
te llaman también,
el Camino
de Santiago,
recibe
mi parabién,
pues mereces
justo halago.
Eres
como una ciudad,
de la
que somos una parte pequeña,
me
resulta curiosidad,
si eres
fuego de nuestra leña.
Con
avanzada tecnología,
pudiéramos
explorarte,
sin
embargo, la cronología,
nos impide
el visitarte.
Preguntarte
cómo quisiera,
estimado
espiral gigantesco,
¿si en
otra galaxia existiera,
seres invasores
sería dantesco?
Millones
de estrellas se han reunido,
convergentes
a tu lado,
y todas
han convenido,
seas héroe
enarbolado.
Me
despido “monarca sideral”,
soy
partícula en tu desierto,
mi
humilde saludo literal,
aunque nuestro
estudio sea incierto.
Juan Mujica
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